Una mujer mete dinero en un parquímetro de la ORA. RODRIGO JIMÉNEZ

Las secuelas cotidianas del virus en Valladolid: más pago con tarjeta, más aplicaciones para evitar botones

Las recomendaciones sanitarias y el miedo al contagio aceleran cambios sociales en las compras y los pagos del día a día

Víctor Vela

Valladolid

Martes, 30 de junio 2020, 08:06

Ya no hay que apretar el botón verde. El tique sale de forma automática una vez leída la matrícula. Sin necesidad de pasar el dedo por superficie alguna. Se levanta entonces la valla de protección y se accede sin más al aparcamiento del supermercado. Cero ... contacto. Al terminar la compra, tampoco es necesario pasar el código de barras por el lector. Una cámara detecta el vehículo, se abre la barrera y adiós muy buenas. Sin toquetear nada. Sin teclas ni botones. La vida se compone de pequeños gestos, tan cotidianos como este, que se han visto trastocados por la crisis sanitaria del coronavirus. Si el avance de los servicios 'sin contacto' ya era evidente, el miedo al contagio ha acelerado su implantación.

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En una tienda de ropa de barrio, por ejemplo, antes de la crisis sanitaria en torno al 50% de las operaciones se pagaban con tarjeta de crédito. El 60%como mucho. «Ahora ha subido hasta el 80%, que es una barbaridad», asegura Jesús Herreras, presidente de la asociación de comerciantes Fecosva. «Esta era una tendencia que ya veíamos antes de esta crisis, pero ahora se ha acelerado y ha llegado para quedarse», añade.

Máquinas de vending, cajeros automáticos y botón en un semáforo. RODRIGO JIMÉNEZ

«El pago con tarjeta se ha extendido mucho desde hace dos, tres años. Sobre todo entre la gente más joven. Los de más edad eran quizá más reticentes, pero los bancos han fomentado el uso de la tarjeta, al ofrecerla gratis a sus clientes si hacían con ella dos pagos al mes». Desde el inicio de la pandemia, las autoridades sanitarias recomendaron el uso de tarjeta antes que el dinero en metálico. Las entidades ampliaron el límite (de 20 a 50 euros)de los gastos que se podían hacer sin necesidad de introducir el pin (de toquetear el datáfono).

Un informe del BBVA publicado a finales del año pasado concluía que los menores de 35 años ya efectuaban el 80%de sus transacciones con tarjetas o aplicaciones de móvil. Durante 2019, las operaciones con tarjeta crecieron el 16,2% en los comercios. La visita a los cajeros ha caído el 17,72% en los primeros meses de este 2020, ante esa necesidad de tener menos dinero en efectivo, según informes del banco de España. En Valladolid, el 55,9% de las compras ya se abonan con tarjeta.

«Hay tiendas en las que no es tan alto ese porcentaje, como las panaderías, las fruterías, la alimentación del día a día... pero esta situación ha hecho que también se use en las pequeñas cantidades», explica Herguedas. Y en otros abonos cotidianos, como el autobús. Auvasa anunció en diciembre un proyecto piloto para implantar el pago con tarjeta en las líneas con más pasajeros (1 y 2). Este mes, una vez pasado el estado de alarma, el Ayuntamiento ha acordado una inversión de 300.000 euros para facilitar la tecnología que lo permita (también a través del móvil).

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Las aplicaciones se han convertido en grandes aliadas. Desde mayo de 2017 se puede pagar la ORAcon el teléfono. Antes de la crisis de la covid-19, el 32% de los tiques de zona azul emitidos en Valladolid recurrían a esta opción telemática. Hoy el porcentaje ha subido al 40%, explica Luis Vélez, concejal de Movilidad. Además, se ha llevado a cabo una intensa desinfección de los parquímetros y máquinas expendedoras. Es una de la acciones emprendidas para evitar durante las semanas más duras del coronavirus esa interacción con mobiliario urbano. Por ejemplo, se inutilizaron las fuentes. O se dejaron abiertas las tapas de los contenedores. Todavía hoy se evita el contacto con barandillas, como gesto casi instintivo. Y se recomienda usar la llave para apretar los botones del ascensor.

La Asociación Nacional Española de Distribuidores Automáticos (Aneda) publicó hace un mes una guía para el correcto uso de las máquinas de 'vending', muy comunes en lugares de trabajo.Recuerdan a los usuarios que hay que lavarse o desinfectarse con gel las manos antes de sacar un refresco o café. Pero, al tiempo, el sector trabaja para desarrollar aplicaciones que permitan hacer el pedido y el pago con el móvil, sin apretar botones en la máquina.

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