De ruta junto al río para «construir un mundo mejor»

Un microondas desvencijado. Un radiador en dos trozos. Un carro de la compra y un balón. Un avión de corcho. Un cazamariposas. Cuatro pares de zapatos, una cazadora de piel y una camisa de cuadros. Incluso un detector de mentiras de plástico, con el que se entretienen entre risas unos cuantos. Todo esto y más ha salido hoy de las riberas del Pisuerga y ya decora el Árbol de la Basuraleza, una iniciativa de la agrupación AMA El Pisuerga para concienciar sobre la importancia de no ensuciar el entorno fluvial.

Es la tercera vez que la asociación monta este peculiar árbol de Navidad en la playa de Las Moreras, a partir de los desperdicios que recogen los voluntarios de las márgenes del río. Lo habitual es que lo hagan un sábado de diciembre, pero esta edición ha sido especial. La acción se ha ampliado al domingo para contar con la ayuda de un grupo de jóvenes scouts de entre 18 y 21 años de los alrededor de 700 llegados de distintos puntos de España que han acudido al Encuentro Ruta y de Delegados 2024 y el Reparto de la Luz de la Paz de Belén, que se ha desarrollado en la capital este fin de semana.

«Construir un mundo mejor» está en el ADN del movimiento scout y a fe que sus integrantes se esfuerzan por conseguirlo. A pesar del intenso frío de una mañana de niebla en Valladolid, decenas de escultistas de provincias como Guadalajara, Albacete o Vizcaya –y por supuesto de Valladolid– se han esforzado por dejar impoluto el entorno del Pisuerga. «Da pena encontrar así el río, pero a los chavales esto les aporta mucho más que estar jugando un partido de baloncesto o de fútbol», reflexionaba Ibai Gómez, monitor de la bilbaína Gozaldi Eskaut Taldea.

A su lado asentían Paula Fernández Franco y Marina Martín Gutiérrez, miembros de los grupos scout La Victoria y Besana de la ciudad, respectivamente, convencidas de que «es bastante bueno que hagan esto porque les sirve para concienciarse y que cuando luego son ellos los que están en las actividades lúdicas se acuerden de que han estado recogiendo basura y no sean los que la tiren». «Está bien que aporten su granito de arena, porque para ellos es una mañana pero adelantan mucho trabajo a otra gente. Ayudan, que es lo que hacen los 'rutas'», decían.

En la misma línea se expresaba Diego Bilbao Carramolino, del 'staff' del encuentro nacional, quien recordaba que el lema de esa rama scout es «siempre servir» y por eso es habitual que colaboren con otras entidades que necesitan apoyo. En el caso que nos ocupa, explicaba que habían tenido la guía del presidente de AMA El Pisuerga, Juan Antonio Crespo: «Ha estado a primera hora y ha visto cuáles eran las zonas críticas después de los botellones de ayer, y es donde les hemos llevado», en referencia al casi centenar de participantes.

El resultado ha sido la retirada de otros 150 kilos de desperdicios, en su mayoría latas de aluminio y botellas de plástico y vidrio, que se suman a los 300 recuperados ayer. Aunque es la historia de nunca acabar, porque «cada vez hay más», denunciaba Araceli Alonso, socia desde este año de la organización promotora de la jornada de limpieza. Para ella eliminar residuos junto a la orilla no es nada nuevo: «Normalmente salgo todos los sábados», indicaba, un gesto solidario al que se pueden sumar todas las personas que lo deseen.

Lo remarcaba Soco Ortega, la tesorera de la asociación, quien animaba a sumarse a estas citas ecológicas de las que informan periódicamente en su página web: «Que vengan, que nos conozcan y les vamos contando», animaba. El mismo mensaje trasladaba Juan Antonio Crespo, quien recordaba que «el río es un parque longitudinal de 21,5 kilómetros de largo por cada margen, entre Santovenia y Simancas, que necesita ayuda. Por desgracia hay unos pocos que no lo cuidan y los que lo cuidamos somos menos».

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