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Un alcalde que confía en lograr mayoría absoluta en 2023; una presidenta del PP municipal que no se siente respaldada por su propio partido; un futuro incierto para Ciudadanos, difuminado ahora por su pacto de presupuestos con Puente, y una formación de gobierno que en ... las próximas elecciones municipales no contará con los tres ediles que le representan. Así está el tablero local. Los tres concejales de Valladolid Toma la Palabra dejarán el Ayuntamiento en dos años. La limitación de mandatos que se recoge en los estatutos de esta plataforma de izquierda pondrá punto final a la carrera política, al menos en el Consistorio, de Manuel Saravia, María Sánchez y Alberto Bustos.
No hay marcha atrás. Ese planteamiento no se revisa. Es marca de la casa, como lo es el tope impuesto en los sueldos que reciben y que ha permitido que los tres políticos hayan donado «más de 200.000 euros» de su salario para diferentes proyectos sociales impulsados por VTLP. «Firmamos un contrato con la organización por doce años», explicaba ayer Sánchez durante una rueda de prensa para presentar las proposiciones de resolución tras el debate del estado de la ciudad. La concejala de Medio Ambiente y portavoz de Toma la Palabra subrayó que no se trata de «una cuestión de apetencia», sino de cumplir con una de las «señas de identidad» del partido: «no perpetuarse en el poder», algo que se valora como una «ventaja».
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¿Prescindir de su experiencia y de tres rostros reconocidos en la ciudad podría conllevar una pérdida de apoyos? «Nadie es imprescindible y trabajaremos para que eso no ocurra», contestaba la edil. Recordó Sánchez que el cambio de siglas de Izquierda Unida a Toma la Palabra también se vio como un riesgo, pero la operación se saldó con más votos y cuatro ediles en el salón de plenos de la Plaza Mayor. Se verá.
En el caso de Alberto Bustos, el alcalde ya ha deslizado la posibilidad de su fichaje como ocurrió en 2019 con Charo Chávez, exportavoz de Sí se Puede (marca blanca de Podemos) y actual responsable de Innovación y Empleo. Puente es consciente del tirón de Bustos en ámbitos como el deportivo y el vecinal, además de contar con su plena confianza. «Le considero mi amigo, nos entendemos con la mirada», destacaba el regidor en una entrevista concedida a este periódico el 29 de mayo.
Pues bien, no entra en los planes de este vallisoletano de La Rondilla concurrir por una lista ajena. «No abro ninguna posibilidad distinta a la que me he comprometido hasta ahora», zanjaba ayer al ser preguntado por la cuestión. Su compromiso fue con Toma la Palabra por un máximo de doce años y en ese momento pondrá punto final a su trayectoria en el Consistorio, según confirmó el responsable de Deportes y Participación Ciudadana.
Hasta entonces, los tres ediles seguirán trabajando para culminar los diferentes proyectos en marcha. Entre ellos, el cambio de modelo de la capital, que defenderán el próximo 6 de julio en el pleno en el que se debatirán las propuestas de resolución tras el debate sobre el estado de la ciudad. Aprovechar los fondos europeos Next Generation para salir de la crisis y asentar la transición climática, lograr una Valladolid «más justa, cohesionada y habitable» o consolidar los derechos relativos a la vivienda, la calidad del aire y la movilidad sostenible son propuestas que llevarán a esa sesión. Saravia anunció también la inminente aprobación de un plan para favorecer el relevo en los locales comerciales cerrados con la intervención municipal.
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