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El posicionamiento preciso y seguro de GMV cumple con los requisitos de seguridad. GMV
Sara Gutiérrez: «En GMV desarrollamos soluciones de alta tecnología para vehículos conectados y autónomos»
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Sara Gutiérrez: «En GMV desarrollamos soluciones de alta tecnología para vehículos conectados y autónomos»

La directora de la Unidad de Negocio Automoción explica que su trabajo «permite poner en valor la tecnología para poder aplicarla en distintos servicios y soluciones de movilidad»

el norte

Miércoles, 7 de julio 2021

El denominador común de GMV es la tecnología puntera en cualquiera de los sectores en los que trabaja, entre ellos el de Sistemas Inteligentes de Transporte (ITS) donde se encuadra el área de Automoción. «Desarrollamos soluciones de alta tecnología en proyectos para clientes finales, fundamentalmente en el mundo del transporte público, la movilidad y la automoción, donde ofrecemos soluciones para vehículos conectados y autónomos», explica Sara Gutiérrez Lanza, directora de la Unidad de Negocio Automoción de GMV.

–¿Cuál es la gama de soluciones que ofrecen a sus clientes de automoción?

–Podemos decir que giran en torno a tres ejes fundamentales: aplicaciones y servicios para vehículos conectados, que incluye la tecnología de telemática en el vehículo para ofrecer desde gestión de flotas, servicios como el eCall (la llamada de emergencia desde el vehículo), aplicaciones que de manera remota permiten monitorizar o gestionar el proceso de carga de las baterías de los vehículos eléctricos, aplicaciones y servicios co-operativos, en los que los vehículos pueden «hablarse» entre ellos o con la infraestructura y otros elementos de su entorno. En el segundo eje, las soluciones de posicionamiento para el vehículo conectado y autónomo, donde explotamos de forma muy clara las sinergias con otras tecnologías de GMV en otros sectores, teniendo en cuenta que somos expertos en la tecnología de navegación por satélite, y por ello una de las soluciones más importantes que damos a la conducción autónoma es el posicionamiento de muy alta precisión y seguro, con sistemas que nos permiten posicionar al vehículo con una precisión centimétrica (en carril) y de manera fiable; esto es muy importante para las maniobras de conducción autónoma.

Sara Gutiérrez Lanza, directora de la Unidad de Negocio Automoción de GMV. GMV

–¿Y el tercer eje?

–Trabajamos en el área de la ciberseguridad del vehículo conectado y autónomo, ofreciendo diferentes tipos de servicios, que dan un soporte a nuestros clientes para que lleven a cabo un desarrollo seguro de los productos, en las distintas fases del ciclo de vida de los mismos –diseño, desarrollo de software seguro, realización de análisis y gestión de los riesgos...–; y productos específicos relacionados con la ciberseguridad como puede ser el IDPS (Sistema de Detección y Prevención de Intrusiones), que permite detectar diferentes tipos de ataques o intrusiones en el vehículo, o sistemas como la llave digital segura, que nos permiten dotar la vehículo de mayor robustez frente a ataques RSA, frecuentes en las llaves sin contacto.

–La calidad es un pilar fundamental en el trabajo que desarrollan...

–Sin duda. Además de ofrecer la tecnología más innovadora, uno de los rasgos diferenciales de GMV es la alta calidad de nuestras soluciones, porque trabajamos en segmentos y sectores que cuentan con estándares de calidad muy exigentes, ya que el software que desarrollamos va a ser aplicado en muchas ocasiones en sistemas críticos para la seguridad física (safety). En automoción, el software que nosotros desarrollamos, y que va embarcado en un vehículo, puede ser una de las entradas de los datos que el vehículo utiliza para realizar una maniobra determinada, por eso tiene que haber un control muy exigente de todo el proceso de desarrollo de nuestros productos y del software que se integra en el vehículo. Los altos estándares de calidad con los que trabajamos son una de las señas de identidad de GMV, pero también lo son nuestra flexibilidad y nuestra capacidad para adaptarnos a lo que necesitan nuestros clientes en los diferentes sectores.

–Su trabajo también está muy relacionado con las nuevas formas de movilidad más inteligentes.

–Sí, ya que las soluciones que aportamos al vehículo conectado y autónomo tienen un impacto en aspectos como la seguridad vial, la eficiencia del tráfico o el medioambiente.

–¿Estamos muy cerca de conducir vehículos como Kitt, el protagonista de la serie 'El coche fantástico'?

–Es cierto que cuando hablamos de vehículo autónomo a todos se nos viene a la cabeza Kitt, y realmente ese es el nivel de automatización en el que todo esto acabará desembocando de una forma u otra. Pero no podemos pasar de 0 a 100 de la noche a la mañana. Desde hace unos años se viene trabajando en el concepto de coche autónomo; se han definido diferentes niveles de automatización, desde el nivel 0, al que pertenecen los coches que no llevan ningún tipo de automatismo, pasando por los niveles 1 (conducción asistida) y 2 (conocido como automatización parcial), que incorpora las llamadas funciones ADAS (sistemas avanzados de ayuda a la conducción) en las que el vehículo puede controlar tanto al dirección como la aceleración / deceleración, pero el conductor humano puede tomar el control del vehículo en cualquier momento. Un ejemplo sería la función ACC (Control Adaptativo de la Velocidad) que permite mantener la distancia de seguridad adecuada respecto al vehículo de delante en una autopista porque está detectando a qué distancia se encuentra, a qué velocidad va..., y es capaz de adaptar la velocidad de nuestro vehículo; en este caso, se incorpora cierta inteligencia a la conducción, pero el control tiene que seguir en manos del conductor.

–En los niveles 3 y 4 se otorga al vehículo mayores capacidades en la tarea de conducir...

–Exacto. En el Nivel 3, conocido como automatización condicional, el vehículo controla ya funciones relacionadas con la seguridad, al disponer de funciones de percepción del entorno y toma de decisiones de manera autónoma. A pesar de ello, el vehículo requiere todavía la supervisión de un conductor humano. En el Nivel 4 –alto nivel de automatización– el vehículo tiene la capacidad de intervenir si se produce algún fallo en el sistema sin necesidad de interacción por parte de un conductor humano en la mayor parte de las situaciones, aunque este sigue disponiendo de la opción de tomar el control del vehículo en cualquier caso. Por último, el Nivel 5 representa al vehículo totalmente autónomo, donde no se requiere ningún tipo de atención ni actuación por parte de un conductor humano.

–¿En que punto nos encontramos?

–Hay diferentes opiniones en la industria en general, pero todavía nos faltan años, tal vez un par de décadas, para conseguir alcanzar ese nivel 5. A día de hoy ya tenemos en la calle vehículos de distintos fabricantes que incorporan funciones de nivel 2 y, próximamente, otros van a sacar el nivel 3, mientras que hay fabricantes que hablan de sacar nivel 4 dentro de unos pocos años. Pero debemos ir paso a paso porque hay que tener en cuenta los escenarios en los que se mueven los vehículos –no es lo mismo una autopista que un entorno urbano, que es mucho más complejo–.

–Los plazos ¿dependen de la tecnología?

No solo de ella, sino que también se requiere un marco regulatorio que no va al mismo ritmo que la evolución de la tecnología. Tampoco está resuelto el tema de los seguros y de la infraestructura, muy importante porque las carreteras van a formar parte de este ecosistema y tienen que ayudar al vehículo en la tarea de la conducción. Muchos vehículos autónomos utilizan tecnologías que se basan en la visión artificial, en cámaras, de tal forma que, para leer bien las señales de la carretera, éstas tienen que estar pintadas de una forma determinada y contar con un estado de mantenimiento determinado, sin olvidar la digitalización de la carretera para interactuar con el vehículo. Vamos avanzando en todos los campos, pero tampoco debemos ser excesivamente optimistas.

–De todos los proyectos en los que está inmerso GMV, ¿cuál puede considerarse el más emblemático?

–Uno de ellos es el desarrollo de un sistema de posicionamiento de alta precisión y seguro para el vehículo autónomo que estamos haciendo para uno de los fabricantes automovilísticos alemanes de primer nivel; es un proyecto innovador porque suministramos la tecnología que permite dotar al vehículo de un posicionamiento basado en navegación por satélite con una precisión centimétrica y de manera segura, tal y como se define este concepto de safety en el sector de la automoción. Esto tiene implicaciones a nivel de diseño, de desarrollo y validación del producto, donde uno de los elementos diferenciales es el concepto de integridad de la posición, que es esencial para alcanzar los niveles de seguridad (safety) requeridos. Esta solución se compone de un software embarcado de posicionamiento que calcula la posición del vehículo y otras magnitudes, utilizando avanzados algoritmos desarrollados por GMV –incluyendo elementos ya patentados–, modificados y adaptados para cumplir con los requisitos de seguridad y prestaciones solicitados, mucho más exigentes que los utilizados en los sistemas GNSS para aviación. Y una segunda componente representada por el servicio de correcciones globales de navegación por satélite que se ejecuta en una infraestructura segura utilizando los datos obtenidos desde una red global de estaciones de seguimiento propietaria.

–¿En qué consisten esas correcciones?

–Para conseguir este nivel de prestaciones necesitamos que el software también reciba una serie de datos que tienen que calcularse y procesarse a partir de una red de estaciones queGMV ha desplegado –un total de 40 en todo el mundo–, que reciben las señales de las constelaciones, las procesan y calculan las correcciones necesarias que luego envían a través de una plataforma intermedia o directamente hacia los diferentes vehículos. Estas correcciones son parte de los datos de entrada que proporcionamos al software empotrado en el vehículo para poder conseguir un posicionamiento con las características mencionadas.

–¿Por qué es tan importante este proyecto?

–Porque nos ha permitido trasladar a los clientes concretos unas tecnologías en las que GMV lleva trabajando desde hace muchos años. Ha sido una oportunidad muy importante y vemos que tiene un gran potencial, a partir del interés creciente en esta tecnología que detectamos en el sector. Además, en este proyecto trabaja una parte importante del equipo de GMV que se encuentra en las oficinas del Parque Tecnológico de Boecillo.

–¿Cómo afecta la tecnología que desarrollan en el campo de la ecomovilidad?

–Las distintas tecnologías que desarrolla GMV tienen aplicaciones muy diversas en el campo de la movilidad y el vehículo. Por poner otro ejemplo muy actual e ilustrativo del uso de GNSS para la mejora de la movilidad y del impacto de la misma, esta vez en el medio ambiente, podemos mencionar aplicaciones para la gestión del acceso a Zonas de Bajas Emisiones. Desde GMV, queremos utilizar estas tecnologías en las que somos expertos para poder implementar o desplegar soluciones que permitan gestionar el acceso a estas zonas. La navegación por satélite es una tecnología muy versátil para este propósito. Además, ya puede estar disponible al alcance de cualquier ciudadano si soportamos la solución sobre un teléfono móvil. Es una solución ventajosa y muy interesante para los ciudadanos porque, además de fiable, resulta cómodo tener en el vehículo o en un móvil una aplicación integrada con otras que podemos utilizar y que son de utilidad: reserva de aparcamiento, aplicaciones de rutado, localización y reserva de puntos de recarga de vehículo eléctrico, integración con el transporte público, reserva de billetes... La tecnología tiene mucho potencial para resolver situaciones que están aquí, y nuestro trabajo es poner en valor esa tecnología para poder aplicarla en distintos servicios.

Un grupo tecnológico español con presencia internacional

GMV es un grupo tecnológico español fundado en 1984, de capital privado y con presencia internacional. Opera en los sectores: aeroespacial, defensa y seguridad, ciberseguridad, sistemas inteligentes de transporte, automoción, sanidad, telecomunicaciones y tecnologías de la Información para AAPP y grandes empresas. En 2020 obtuvo unos ingresos de cerca de 260 millones de euros. Con una plantilla de más de 2.300 profesionales, en la actualidad la compañía cuenta con filiales en España, EE UU, Alemania, Francia, Polonia, Portugal, Rumanía, Reino Unido, Holanda, Malasia y Colombia y el 75% de su facturación proviene de proyectos internacionales en los cinco continentes.

Su estrategia de crecimiento está basada en la innovación continua, dedicando un 10% de su facturación a I+D+i. GMV ha alcanzado el nivel 5 de CMMI, el modelo más prestigioso del mundo en cuanto a la mejora de la capacidad de los procesos de una organización y cuenta con numerosas patentes internacionales.

GMV es el primer proveedor independiente del mundo de sistemas de control en tierra para operadores de satélites comerciales de telecomunicaciones y líder europeo en el segmento de tierra de sistemas de navegación (EGNOS y Galileo); el principal proveedor de sistemas de mando y control C4I del Ejército de Tierra español; el primer proveedor nacional de sistemas telemáticos para el transporte público y un proveedor de confianza de software, servicios y sistemas telemáticos en el sector de la automoción durante más de 15 años.

En el sector TIC se ha constituido en referente nacional como proveedor de soluciones y servicios avanzados de ciberseguridad en redes IP, aplicaciones de movilidad y aplicaciones TIC para las administraciones públicas y el desarrollo de la e-Administración.

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