El Salamanca-Valladolid, otra vez por la nacional: dos meses de cortes y desvíos

El viaje entre Salamanca y Valladolid vuelve a ser por carretera. El motivo, el inicio de la segunda fase de las obras para arreglar la autovía A-62 entre ambas capitales, que empiezan de forma inmediata y se prolongarán durante casi dos meses. Tiempo durante el que miles de coches que hacen este trayecto tendrá que desviarse por la N-620 aumentando su tráfico.

El arreglo de la autovía A-62 entre Salamanca y Valladolid activa desde este día 10 de mayo el desvío por la antigua nacional. La medida va a afectar a todos los viajeros que circulen por los tramos dentro de la provincia salmantina, como ya ocurrió en abril en territorio pucelano.

Ahora el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) tiene previsto actuar en los tramos salmantinos en dirección Valladolid, como ya se hizo el año pasado en sentido Salamanca. Entonces se arregló un tramo de 30 kilómetros entre Villares de la Reina y el límite provincial con Zamora; ahora se hará en el mismo tramo, pero en el lado contrario.

El problema puede ser la coincidencia porque, aunque estaba previsto haber terminado a finales de abril, todavía hay máquinas trabajando en el tramo entre Alaejos y Pollos, que implica también desvíos.

La reparación era muy necesaria porque la calzada está en mal estado y permanece desde hace años con señales que advierten de los 'chinazos' que se producen por el desprendimiento de materia de la calzada. En el pasado ya se había actuado en otros tramos de este trayecto en las provincias de Zamora y Valladolid. Este de Salamanca va a ser el último.

Antes, habrá que sorportar inconvenientes. Durante casi dos meses será obligado circular por la antigua N-620, lo que prolonga el viaje unos 20 minutos y aumenta la peligrosidad ya que la nacional tiene cruces y pasos por poblaciones y no está ya preparada para el volúmen de tráfico que le espera.

Durante el tiempo que duró la anterior actuación el tráfico diario se ha visto muy incrementado al asumir la circulación de la autovía, muy superior a la habitual de la nacional. Para paliarlo, se reforzó la presencia de agentes de la Guardia Civil en labores de vigilancia y control, pero la incomodidad de circular en una calzada única con vehículos en el sentido contrario era inevitable.