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Turistas en la torre de la catedral, bajo el Sagrado Corazón, durante la pasada Semana Santa. Alberto Mingueza
El Sagrado Corazón cumple un siglo como vigía perpetuo de Valladolid
Patrimonio

El Sagrado Corazón cumple un siglo como vigía perpetuo de Valladolid

El mirador de la Catedral, el segundo punto más alto de la ciudad, recibe a veinte personas al día desde la puesta en marcha del ascensor hace ocho años

J. Sanz

Valladolid

Lunes, 17 de abril 2023, 00:01

«La estatura es de sobria y artística composición. Toda ella es de cemento armado con fuerte trabazón de alambre de telégrafo, dispuesta de en una forma especial que constituye una originalidad y un proceso técnico en esta clase de construcciones», destacaba el cronista que solo siete días antes de su sonada inauguración (24 de junio de 1923), a la que asistieron más de cien mil personas y en la que se impartieron más de veinticuatro mil comuniones, tuvo el privilegio de ascender por los 346 escalones que permitían ascender a la por entonces aún joven torre de la Catedral (construida en 1885) y contemplar la monumental figura del Sagrado Corazón de Jesús, una mole de hormigón de más de diez toneladas de peso y ocho metros de altura que acababa de ser colocada en la cima urbanística y espiritual de la capital en una intervención, sufragada por suscripción popular (se recaudaron más de cien mil pesetas), no exenta de polémica por la evidente separación del conjunto, torre incluida, de los planos originales de Juan de Herrera.

La solemne inauguración del vigía perpetuo de la ciudad, que fue bautizado en la época con apelativos no siempre cariñosos, corrió a cargo del arzobispo Remigio Gandásegui con una más que multitudinaria procesión, que culminó a las nueva de la noche, cuando se descubrió la tela que ocultaba la obra del escultor Ramón Núñez –«iniciador, autor y alma de la iniciativa»– y se iluminó la monumental figura que este año celebra su centenario desde un privilegiado altozano que, según recogen las crónicas de la época, sitúa su punto más elevado en los 75,5 metros desde la cota de suelo de la Catedral.

2018

Imagen después - La torre, en 1910, coronada aún por un tejadillo, vista desde la calle Regalado y imagen actual, cuando se peatonalizó esta vía, con el Sagrado Corazón de Jesús.

1910

Imagen antes - La torre, en 1910, coronada aún por un tejadillo, vista desde la calle Regalado y imagen actual, cuando se peatonalizó esta vía, con el Sagrado Corazón de Jesús.
La torre, en 1910, coronada aún por un tejadillo, vista desde la calle Regalado y imagen actual, cuando se peatonalizó esta vía, con el Sagrado Corazón de Jesús. Archivo Municipal y H. S.

La idea de su colocación allí, en el que sería el mirador más alto de la capital hasta la construcción del edificio Duque de Lerma (1970), de 87 metros, partió del propio escultor Ramón Núñez en el marco de la entonces reciente consagración oficial de España al Sagrado Corazón de Jesús (1919). Artista, catedrático y director de la Escuela de Arte, el autor de origen gaditano propuso inicialmente su proyecto de rematar así la torre del lado de la Epístola (la del perfil izquierdo, del Evangelio, se derrumbó en 1841) al arzobispo José María Justo de Cos (el cardenal Cos) cinco años antes de la materialización de un proyecto que retomaría e inauguraría su sucesor, el arzobispo Gandásegui –los dos religiosos, al igual que el escultor, son hoy titulares de calles de la ciudad–, gracias a las donaciones de decenas de vallisoletanos.

Las medidas de la torre

Altura total

Sagrado

Corazón8 m

75,5m

Peana 1,5 m

Cúpula 6 m

Resto

de la torre

60 m

Suelo de la catedral

FRAN

GONZÁLEZ

Las medidas de la torre

Altura total

Sagrado Corazón

8 m

75,5m

Peana 1,5 m

Cúpula 6 m

Resto de

la torre

60 m

Suelo de la catedral

FRAN

GONZÁLEZ

Las medidas de la torre

Altura total

Sagrado Corazón

8 m

75,5m

Peana 1,5 m

Cúpula 6 m

Resto de

la torre

60 m

Suelo de la catedral

FRAN GONZÁLEZ

Las medidas de la torre

Altura total

Sagrado Corazón

8 m

75,5m

Peana 1,5 m

Cúpula 6 m

Resto de

la torre

60 m

Suelo de la catedral

FRAN GONZÁLEZ

Los vecinos, con sus aportaciones altruistas, llegaron a entregar más de cien mil pesetas para sufragar la construcción del sueño del artista Ramón Núñez y rematar, de paso, la torre levantada en 1885 y que hasta entonces estaba rematada por un simple tejadillo debido a la falta de fondos que impidió su conclusión (una maldición que pareció perseguir a la Seo desde el inicio de su construcción en el siglo XVI).

Más de cien mil personas asistieron a la solemne bendición del conjunto escultórico el 24 de junio de 1923

La ejecución del proyecto, ya con la bendición del arzobispo Gandásegui, comenzó a gestarse definitivamente en 1922 y se materializó entre el 4 de mayo de 1923, cuando se iniciaron las obras de construcción de la cúpula y el soporte y la colocación de la figura, y el 24 de junio de ese mismo año, cuando tuvo lugar la multitudinaria bendición del Sagrado Corazón de Jesús como colofón a una procesión que recorrió una ciudad engalanada para la ocasión y que mira desde entonces a la pétrea figura encaramada a la torre de la Catedral.

Evolución de la Catedral entre los años 1865 (después del desplome de la torre norte), 1880 (en plena construcción de la torre sur) y 1923 (año de la inauguración del Sagrado Corazón). Fotografías del Archivo Municipal
Imagen principal - Evolución de la Catedral entre los años 1865 (después del desplome de la torre norte), 1880 (en plena construcción de la torre sur) y 1923 (año de la inauguración del Sagrado Corazón).
Imagen secundaria 1 - Evolución de la Catedral entre los años 1865 (después del desplome de la torre norte), 1880 (en plena construcción de la torre sur) y 1923 (año de la inauguración del Sagrado Corazón).
Imagen secundaria 2 - Evolución de la Catedral entre los años 1865 (después del desplome de la torre norte), 1880 (en plena construcción de la torre sur) y 1923 (año de la inauguración del Sagrado Corazón).

Los datos de la construcción, aportados entonces de primera mano por su autor, y ayudantes, dieron fe de la empresa. La cúpula sobre la que se eleva la escultura mide diez metros de diámetro y seis de alto y fue construida con piedra de Hontoria (Burgos), que llegó a la ciudad cargada en «doce vagones», en su parte superior y asentada sobre dos hileras de piedra local traída de las canteras de Campaspero. Sobre ella se situó una peana de un metro y medio de alturas para sujetar la figura de ocho metros de altura, manufacturada por Ramón Núñez durante catorce meses en hormigón y hueca en su interior, con un espesor de diez centímetros y de más de diez toneladas de peso, que representa a un Cristo vestido con un manto y una túnica ceñida con un cinturón y con las manos en el pecho mostrando un corazón con una corona de espinas.

El balcón inferior de la torre, que acoge el actual mirador abierto al público desde hace ocho años, fue rematado con una barandilla de hierro sobre su planta octogonal y la colocación de ocho potentes reflectores que iluminaron por vez primera al 'vigía' de la capital a las nueve de la noche de aquel recordado domingo de finales de junio de 1923.

La figura, de ocho metros de alto y diez toneladas de peso, fue costeada por una suscripción popular que reunió cien mil pesetas

El propio autor de la obra, Ramón Núñez (1868-1937), explicó entonces que dadas las «enormes dimensiones» de la escultura tuvo que modelarla en «dos trozos» y explicó que su ida surgió de haber sentido «siempre una particular devoción por esta advocación de Jesús» antes de destacar que «por ello puse en la obra todos mis entusiasmos».

La figura, aunque denostada por muchos en la época, acabaría convirtiéndose en un icono de la capital con el paso del tiempo y desde el 20 de marzo de 2015 constituye uno de sus atractivos turísticos más allá de formar parte de buena parte de las instantáneas de los turistas de la capital. Aquel día se inauguraron las visitas a la terraza de la torre ochavada construida en el siglo XIX con vistas a la monumental obra del escultor Ramón Núñez y que ofrece una panorámica de 360 grados al casco urbano por los ocho costados del mirador.

El ascenso a la torre sur de la Catedral de Nuestra Señora de la Asunción, que así se llama, se realiza por el interior y cuenta con el añadido del ascensor acristalado instalado entre 2014 y 2015 en el marco de las obras de rehabilitación y acondicionamiento de la propia torre realizadas entonces con una inversión que superó el medio millón de euros. La torre ha recibido en estos ocho años una media de veinte visitas diarias –el precio de la entrada individual es de diez euros– y en lo que va del presente 2023, cuando se cumple el centenario del Sagrado Corazón de Jesús, ha alcanzado su mayor pico con una media de 24 visitas diarias y 2.407 entradas (hasta el 9 de abril). El récord anual, con 8.709 visitas, lo ostenta por ahora el año 2017.

Detalle del corazón, rodeado por una corona de espinas, de la escultura. Alberto Mingueza

Una urna de cristal conserva los nombres de los donantes

Nombre de uno de los donantes en la cúpula. A. M.

Los nombres de las decenas de donantes que aportaron más de cien mil pesetas para sufragar el coste del remate de la torre sur de la Catedral entre 1922 y 1923 fueron apuntados e introducidos en una urna de cristal que se conserva aún en el interior del corazón que muestra la colosal figura de hormigón del Sagrado Corazón de Jesús. Pero no solo eso. Muchos de estos nombres, en su caso solo de los «principales», también ocupan un lugar privilegiado del conjunto y fueron grabados en las propias piedras que forman la cúpula. Aún hoy son legibles para los visitantes del mirador de la torre (habilitado en 2015).

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