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Una reordenación de las urgencias de Atención Primaria, una nueva organización de las infantiles, fomentar las alianzas estratégicas entre el Clínico y el Río Hortega con colaboración directa en diferentes especialidades, libre elección de médico, plantillas equilibradas pero suficientes para mantener la actividad y mejor ... aprovechamiento de las instalaciones sanitarias. Son algunas de las líneas que dirigirán en los próximos años cambios en la asistencia vallisoletana en busca de una mayor accesibilidad del paciente y mejor respuesta clínica con los recursos posibles. Es el proyecto del nuevo gerente de Sacyl en Valladolid, Eduardo García Prieto, todo un veterano de la gestión de la asistencia regional y vallisoletana, que prácticamente lleva tres decenios en cargos de responsabilidad y que llega a ocuparse de toda la asistencia de la provincia desde la gerencia del área Oeste de salud.
Además, los objetivos que se ha marcado para esta legislatura tienen pronta fecha en no pocos planes y alguno ya ha echado a andar. Como es el caso de la reordenación de la atención urgente infantil en la zona Oeste.
Fue una propuesta de los propios profesionales de Pediatría, que incluso diseñaron un proyecto al respecto ya atendido por el nuevo gerente y que no es la primera vez que llega a una mesa de decisión; aunque hasta ahora sin éxito ni con la valentía suficiente. García Prieto proyecta que el Hospital RíoHortega asuma y concentre las urgencias pediátricas de Arturo Eyries. «Ya he pedido autorización para ello a la Gerencia Regional de Salud. La idea es concentrar recursos y asistencia pero con dos consultas en el Río Hortega para atender urgencias infantiles. Tras una valoración de prioridades y nivel de urgencia, una atendería los problemas más banales de forma más rápida y la otra respondería a los casos más graves que requieren más tiempo de intervención y sería otro circuito diferente. Creo que aglutinar recursos y el respaldo de todo un hospital y sus medios dará mucha mejor respuesta a los pacientes, que es de lo que se trata en definitiva». García Prieto quiere aclarar, dado que en Arturo Eyries ha habido días sueltos un cartel colgado que anunciaba su cierre puntual por 'saturación' y 'seguridad', que «cuando los profesionales hablan de problemas de seguridad se refieren a que no hay clasificación de pacientes en función de prioridades, no hay triaje para ordenar una atención más o menos urgente. Si te llega un caso en ese momento muy grave y estás atendiendo a otro más leve, tardas en asistirlo, no tienes medios de diagnóstico y tratamiento... en el hospital esto no ocurre, es mucho más seguro».
En cuanto al problema de las jubilaciones, numerosas en los próximos años en los dos niveles asistenciales, El gerente Eduardo García Prieto explica «que son decisiones de la Direccióngeneral de Profesionales; pero cada vez se concede más también en Especializada, como se hace siempre en Primaria, el prolongar hasta los 70 años a quienes cumplen los requisitos». Con respecto a los 162 médicos eventuales en el Clínico y el RíoHortega de Valladolid, cuya inestabilidad laboral pone en riesgo su continuidad (algunos contratos ya no se han renovado), explica el nuevo responsable de la asistencia vallisoletana, que «no son situaciones irregulares. Las plantillas orgánicas tienen un máximo y el Estatuto contempla que, cuando en determinadas circunstancias hay nuevas necesidades, se contraten eventuales por encima de plantilla. Lo que hay que hacer es analizar si fue algo puntual o estructural, si el puesto –no la persona– hace falta en determinado servicio. Si lo es, lo lógico y normal es mantener el puesto, incorporarlo a plantilla y de no ser así, pues rescindir el contrato».
García Prieto defiende «estudiar caso a caso. Los gerentes de los hospitales tienen bien evaluada su situación y parece lógico que si hemos aumentado los quirófanos, por ejemplo en el Clínico, y queremos mejorar aún más los rendimientos quirúrgicos no podemos pensar en perder anestesistas, seguramente lo necesitas. No puedo valorar las plantillas de forma tajante, no tengo datos solo llevó quince días en el cargo;pero me parece importante analizar bien esto porque encontrar especialistas no es, además, precisamente fácil».
Unidad de Ictus
En esta misma línea, el responsable de Sacyl analiza también la situación de la Unidad de Ictus delClínico de Valladolid dado que su continuidad pende de la cuerda floja de una plantilla insuficiente y además con tres neurólogos eventuales. A este respecto, García Prieto apuesta «por una unidad para todo Valladolid, es lo lógico, capaz de atender la población de aquí y la que tiene de referencia que es Segovia y Palencia también. Casi suma un millón de habitantes. Es importante crear además sinergias también con el servicio de Neurología del Río Hortega. Ambos son muy buenos y hay que estudiar al situación y cobertura de la unidad».
No es el único proyecto que afectará a las urgencias. La Gerencia de Salud de Valladolid también prevé ampliar los puntos de atención continuada, los conocidos como PAC, para «resolviendo más en los centros de salud se logre descargar a los hospitales. Estamos estudiando esta ampliación. Sí queremos abrir más horas algunos centros de salud para atender urgencias y no es tanto un problema económico, que sería asumible como de organizar horarios y profesionales. Los médicos ya hacen ahora una tarde a la semana, ampliar esto supone hacer guardias y tenemos unas plantillas con muchos profesionales con más de 55 años que tienen derecho a la exención de guardias y no queremos forzar nada sino conciliar sus intereses y sus horarios con esta posibilidad de ampliación. Tenemos que hablar con ellos».
En cuanto a los centros de especialidades y, en particular al demandado de Delicias, García Prieto explica las dificultades para reabrirlo y defiende que «lo perfecto sería no tener que tener centros de especialidades, deberían sobrar y que los hospitales pudieran asumir toda esta atención. Se crearon por falta de espacio en los complejos asistenciales. Arturo Eyries da apoyo al RíoHortega. La idea inicial era cerrarlo como centro de especialidades al abrir el nuevo hospital; pero desde que se diseñó el Río Hortega hasta que se abrió, en diez años, te encuentras con otra realidad y necesidades y se mantuvo; pero lo perfecto sería centralizar la logística, la gestión de la asistencia, jefes de servicios, médicos, enfermeros... no tener que moverlos tanto». En el demandado de Delicias, «realmente no está para abrirlo de forma inmediata. El deterioro es importante. Lo hemos visitado y tiene goteras porque la cubierta es plana y se ha formado una piscina y hay agua en la planta tercera y humedades en la segunda. Hay que evaluar el coste. Sí que nos hemos comprometido a que no siga deteriorándose; pero montar servicios médicos es complicado porque para que sean efectivos también requieren pruebas de diagnóstico. No le vemos bien el sentido. Es una zona donde no se puede aparcar, por ello los vecinos sugieren que atienda las calles de los alrededores... requeriría poner un especialista que si siempre es el mismo no mantiene el nivel técnico de un hospital, si rotan es una dificultad de gestión y organización y la demora sería muy desigual, más alta en Delicias...».
Otro proyecto a impulsar, destaca, es el de que las consultas, tanto de Primaria como de Especializada, puedan durar más y «sean más resolutivas. El médico ve a un paciente, le manda determinadas pruebas y sale con el tratamiento. Consultas de alta resolución».
Además, anuncia Prieto, «vamos a ampliar las pruebas de diagnóstico a las que un médico de Familia puede acceder. Con los años se han añadido muchas; pero faltan y no tiene sentido que un médico de Familia pueda interpretar y poner tratamiento con determinada prueba y tenga que pedírselo a un compañero de Especializada. Es una pérdida de tiempo y de eficacia para todos».
El nuevo gerente de Salud de Valladolid explica también los principales objetivos, «marcados desde al Consejería de Sanidad y por mi mismo también. En primer lugar tengo que poner en marcha protocolos de derivación para la libre elección de especialista entre los dos hospitales. Requiere crear una Unidad de Admisión que organice esta demanda y hay que unificar criterios, una historia clínica bien compartida... se trata de que el paciente que requiere la atención de un especialista, pueda escoger con su médico de Familia a quién lo derivan y no importa si es de su hospital de referencia o del otro». Y tiene fecha tal plan, la de 2020.
La posible reforma de la atención rural de la provincia vallisoletana está aún muy lejos de diseño y dependerá de la controvertida experiencia piloto de la comarca zamorana de Aliste y de sus resultados; así como del posible calendario de extensión. A este respecto, Eduardo García Prieto explica que «Valladolid es muy diferente. No tiene la dispersión de poblaciones de otras áreas. Algo más en el entorno de Peñafiel o Tordesillas, puede haber localidades más alejadas pero no creo que ahora mismo haya distancias a un centro de salud de más de media hora». De todas formas, aclara el responsable de Salud de Valladolid, «este plan se ha entendido muy mal. Aparentemente puede pensarse que empeora la accesibilidad, pero en realidad la mejora. Sí, geográficamente la limita algo pero no temporalmente, en horario la amplía considerablemente. Ahora un paciente de un pueblo tiene el consultorio al lado de casa abierto determinado día unas pocas horas; pero el resto de la semana y tiempo no tiene nada. Con el plan de crear centros de agrupación, la tendrá a diario y también sabrá que si está mal se mantiene el aviso a domicilio y no se cierran consultorios porque se organizan las visitas a través de un sistema de citaciones que ordena la demanda y la concentra para ir al consultorio cuando sea preciso y para lo que lo sea, porque si es para curas por ejemplo el médico no hace nada. Lo que no queremos es a un médico sentado esperando cumplir el tiempo, que cambia el horario en vacaciones de verano, por ejemplo, con un simple papel que lo indica en la puerta y que fuera de su consulta el enfermo tiene que ir al hospital o al centro de salud. No se van a quitar las consultas, se van a gestionar con cita previa. Hay que tener en cuenta que es población en general mayor y con mucha frecuentación, enfermedades crónicas... que, sobre todo, necesitan seguimiento y enfermería. Eso sí hay que extender la receta electrónica que no llega a todos, si al centro de concentración, al CRA, que también tiene farmacia en el mismo pueblo».
Otro de los objetivos claros , es el de «avanzar en alianzas estratégicas como ya hay algunas como la Unidad del Dolor o el Trasplante Hepatorenal o algunos que están a punto de funcionar como tales como ocurre con Microbiología o Medicina Preventiva. Son alianzas para conseguir la máxima colaboración entre los dos hospitales y que no trabajen de forma competitiva. Eso puede tener sentido en Madrid, pero no aquí. El Clínico y el RíoHortega trabajan de espaldas el uno del otro, esto hay que cambiarlo». Destaca también la necesidad de coordinación entre niveles asistenciales: «Entre hospitales y Atención Primaria, que la continuidad asistencial exista y sea correcta. Hay procesos en los que tenemos un río sin puente».
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