«Ya le sacó el cuchillo otra vez y esta casi se lo mete hasta el corazón»

Maximiliano y José compartían un humilde piso de la calle Huelgas junto a un tercer jubilado. El primero se mudó a la vivienda, situada en el número 16, hace apenas tres meses y desde entonces ya había tenido «alguna trifulca» con su compañero. El domingo discutieron, «no sé muy bien por qué», y Maximiliano, según todos los indicios, cogió un cuchillo cuando ambos se encontraban en la cocina y asestó presuntamente a José dos cuchilladas a la altura del tórax, por la costado izquierdo. «Ya le sacó el cuchillo otra vez, supongo que por cosas de la convivencia, pero esta vez casi se lo mete hasta el corazón», relata el tercer compañero de piso, otro jubilado, quien estaba en la vivienda, aunque «en otra habitación echando la siesta», cuando los gritos de José le sacaron de la cama.

Apenas faltaban unos minutos para las cinco de la tarde cuando el testigo acudió en ayuda de su compañero. «Sangraba muchísismo y le limpié las heridas del costado», explica mientras se señala la parte izquierda por debajo del sobaco, donde tenía las lesiones. El testigo también vio al presunto autor de la agresión. «Le grité varias veces que no se fuera, que ya había llamado a la ambulancia, pero abrió la puerta y se fue corriendo», recuerda.

Agentes y sanitarios llegaron instantes después a la vivienda, donde el testigo intentaba taponar las heridas de José, un hombre de unos 55 años, sin trabajo en la actualidad, que estaba tendido en la cocina con dos heridas incisas en el costado izquierdo. El lesionado fue evacuado al Clínico en ambulancia, donde permanece ingresado con pronóstico grave.

Los agentes intervinieron en la vivienda el cuchillo ensangrentado, cogieron una fotografía del sospechoso y consiguieron localizarle esa misma tarde cuando se encontraba en la plaza de la India, en las inmediaciones de la estación de autobuses. Maximiliano, de 71 años y jubilado, fue detenido por los policías nacionales en calidad de investigado por un delito de intento de homicidio.

«Estaban picados entre ellos casi desde que llegó hace tres meses, pero luego veían juntos la tele en el sofá», relata el testigo, quien reitera que ya en otra ocasión pudo verle «amenazándole con un cuchillo». La casualidad quiso que los tres compartieran piso. Los dos primeros inquilinos llevaban más tiempo allí y el último en incorporarse fue Maximiliano. «Aquí tenemos cada uno nuestro cuarto y hacemos nuestra vida», relata el tercer inquilino del piso de la calle Huelgas.

Los vecinos aseguran que apenas conocen a Maximiliano, más allá de que estaba jubilado, que dijo que venía del barrio Girón y que había trabajado en un matadero. Pero poco más. De José, un parado de unos 55 años, sí tienen buenas palabras. «Es buena gente y no damos crédito a que haya podido ocurrir esto», lamentan.

Los hechos ocurrieron a las 16:45 horas del domingo en el piso compartido (de alquiler por habitaciones) del número 16 de la calle Huelgas, una vía próxima a la plaza de San Juan. El tercer inquilino fue el que avisó a los servicios de emergencia de que uno de sus compañeros había recibido «dos cuchilladas en el costado». El testigo reitera que «sangraba muchísimo», pero aclara que estuvo «consciente» y confía en que «pueda contarlo». La vivienda, en la que fue recuperado el arma blanca, un cuchillo de cocina, fue inspeccionada hasta bien entrada la noche por los especialistas de la Policía Científica.

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