Ni los más foodies y sibaritas son capaces de resistirse a un buen plato de huevos rotos. Es un typical spanish, como la tortilla de patata, la paella o unos buenos torreznos. En su sencillez está su exquisitez: una cama de patatas fritas, unos huevos por encima (también fritos, por supuesto) y ya si lo completamos con unas lascas de jamón, jijas o incluso morcilla, entonces ya roza la perfección.
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¿El secreto para que estén de diez? Que la yema esté poco hecha para que se rompan fácilmente al momento de servir, y que las patatas no estén demasiado crujientes para que puedan absorber ese delicioso líquido amarillento. ¡¡Ummmmh!! Se abre el apetito, ¿Verdad? Pues arrancamos la ruta semanal de El Norte, que promete estar de toma pan y moja.
David Ricote y Carlos García lo saben hacer muy bien. Conocidos como 'Los reyes del pollo frito', han llevado este plato a su máxima expresión. Comer en este restaurante abierto en pandemia, es todo un lujo, y más, porque sus precios son asequibles. Su carta se compone de platos sencillos con ingredientes sencillos y redondos en lo que a sabor, presentación y cantidad se refiere. Su carta tiene tres versiones de huevos rotos. ¡Difícil elección! Empezamos con los favoritos del público, los 'Huevos Rosarillo', que llevan además de los huevos y patatas, su famoso pollo frito y pimientos de padrón. ¡Ojo! Unos pican y otros no.
La siguiente opción son 'Huevos casa», con jamón, chorizo y lomo y por último y como novedad, los 'Huevos huerta', una versión vegetariana que incluye un sofrito de verduras, con cebolla, calabacín, pimiento rojo, pimiento verde y también de padrón. «La idea nos la dio mi tía Nuria, que es vegetariana. Ella nos fue diciendo ingredientes que podíamos ir añadiendo para que los amantes de lo vegetal pudieran disfrutar también de este plato. Está buenísimo», dice Carlos.
A la plantilla, los que más nos gustan son los de embutido. Cada semana, dos o tres, caen seguro», dice Sergio Ricote, encargado del local. «Incluimos dos huevos por plato y podemos poner hasta seis, en función de los comensales. Hay gente que prefiere romperlos antes de comer y otros que prefieren servirse su huevo en su plato. Eso… al gusto de cada uno. Es un producto sencillo, casero, está rico y es rápido y eso al final es lo que le gusta a la gente», asegura. ¡Hay que probarlos!
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Dirección: C/ Comedias, 2, 47001 Valladolid
Precio: Huevos Rosarillo: 16,50 euros – Huevos casa: 15,50 euros - Huevos huerta: 15,50 euros
A muy pocos metros de allí, encontramos este establecimiento. Todo un clásico de Valladolid. Presume de ser el primero de Valladolid en ofrecer esta delicia al público.
Sana Jabbori es la jefa de cocina. Su origen marroquí no le impide clavar esta receta tan española. Además, siempre lo hace con una sonrisa, lo cual es de agradecer. «Con este plato se inauguró este restaurante en 1996. A la gente le gustó tanto, que enseguida nos empezaron a conocer por ello. A partir de entonces ya se empezaron a ver en otros restaurantes», dice esta experimentada cocinera. «Es un plato que no tiene ninguna dificultad, el único misterio es que la yema quede en su punto para que al romper, se empape toda la mezcla. El toque final es el pimentón. Además, aquí los servimos al modo tradicional, en la propia sartén», prosigue.
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Ofrecen distintas variedades, los clásicos y al gusto, con chistorra, torrezno o jamón. ¡Todos deliciosos!
Dirección C/ Calixto Fernández de la Torre, 4, 47001 Vallado
Huevos rotos: 5,50 euros – Huevos al gusto, con chistorra, torrezno o jamón: 8,20 euros
Los amantes de este restaurante deben aprovechar para disfrutar al máximo de todas sus exquisiteces, ya que en los próximos meses, cerrará sus puertas tras 19 años dando de comer a los vallisoletanos. Su propietario José de la Cal, trasladará a partir del mes de mayo, su carta, su filosofía y su saber hace,r a un nuevo proyecto que va a emprender en Mucientes: Las Lanchas. «Allí tendremos terraza y una buena parrilla. Pero nuestra filosofía y política de precios populares, seguirá intacta», asegura. Y menos mal… porque perderse sus huevos 'quebrantados', sería un pecado. Aquí los hacen con morcilla, con gulas, setas y jamón, también con boletus e incluso con mollejas, pimientos de padrón y mousse de pato. Pero los favoritos del público son los de torreznos y los de jijas. «A todo el mundo le encantan. Todo nuestro bar está decorado e inspirado en el Quijote. Por eso, aquí no los llamamos huevos rotos, sino huevos quebrantados, que es una palabra típica de este libro. Nos los suelen pedir para picar y compartir. Aunque hay gente que prefiere pedirse su propia ración y con eso, comen perfectamente», aclara.
Siempre piden permiso al cliente antes de partirlos, porque los hay, que prefieren hacerlo ellos. «Es un plato contundente con el que se come mejor que bien», dice. (Y nosotros lo confirmamos).
Dirección C/ Marqués del Duero, 8, 47003 Valladolid
Huevos quebrantados con torreznos: 7 euros
Huevos quebrantados con jijas: 7 euros
En el barrio de Parquesol encontramos otro gran templo de los huevos rotos. A su frente está Koki Villalonga, quien ha sabido dar una vuelta de tuerca a este plato tan tradicional. Su receta se diferencia en el cocinado del huevo y en los ingredientes que se agregan a la maravillosa mezcla de huevo y patata. «Nosotros los hacemos con atún rojo y es una de nuestras especialidades», anticipa este hostelero.
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Su receta consiste en un tartar de atún rojo, bien troceadito, aliñado con mostaza de grano y macerado con zumo de limón y soja. Los huevos son de campo y las patatas las traemos de la zona, concretamente de Cubillas de Santa Marta. «Este plato combina el mar y la tierra. El atún rojo nos lo traen directamente desde la lonja y hace que el resultado del plato sea espectacular. Es muy importante que la yema del huevo esté al punto para que se fusionen todos los sabores, que son los de toda la vida. El toque final se lo ponemos con un poquito de cebollino», comenta Koki. Definitivamente, altamente recomendables.
Dirección: C/ Manuel Silvela Esq, C/de Juan Martínez Villergas, 47014 Valladolid
Precio: 13,20
Seguimos en Parquesol. Nos vamos hasta el mismo corazón del barrio. Este bar desprende buenrollismo desde primera hora de la mañana, con los primeros cafés. Ese buen ambiente se traslada a la hora del vermú, a la comida, a las copas y a la noche. Detrás de los platos que muestra su carta hay ilusión. Aquí la especialidad está clara, los huevos rotos a baja temperatura con pulpitos. Los hace cada día Begoña Escudero, su jefa de cocina.
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«Los huevos los cocinamos a baja temperatura, a 65º durante 35 minutos. Los ponemos sobre una cama de parmentier de patata agria con doble fritura. Primero la pochamos y luego la terminamos a una temperatura alta, de esta manera queda blandita por dentro y crujientita por fuera, tal y como nos gusta aquí. El pulpo lo cocemos al modo tradicional. Todo lo decoramos con pimentón de la Vera, sal negra de Villena y un aceite de ajo y perejil», dice Begoña. «Es totalmente diferente a cualquier otro plato de huevos rotos», añade orgullosa.
Dirección: Plaza Marcos Fernández, 1, 47014 Valladolid
Precio 13,20 euros
Todo delicioso ¿verdad? Pues si te ha gustado esta ruta de los huevos rotos y quieres conocer otras muchas más, aquí te recomendamos las rutas de los mejores mejillones, los chuletones más impresionantes o los tacos mexicanos más auténticos. Todo ello en nuestro espacio dedicado a los mejores sitios para comer y beber en Valladolid.
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Y en tu opinión, ¿cuáles son los mejores huevos rotos que te has tomado en Valladolid? Puedes dejarnos tu recomendación en los comentarios de la noticia.
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