Una ruta gastronómica en Valladolid para ir con tu perro

Así que… no hay excusas que valgan. Coge a tu mascota y vente con nosotros de ruta. Lo pasaremos '¡Guau!'

Hemos madrugado para el paseo diario y nos apetece desayunar. Harry es el primero en llegar y antes de entrar a este bar, para su sorpresa y la nuestra, ya se encuentra con un bebedero en la puerta. Así que hace lo propio y da un buen trago. Dentro del local saluda a un nuevo amigo perruno, 'Ragnar' que acompaña a su dueño mientras éste toma café. Tras la barra está Mari Paz Valle y en los fogones, su marido, Juan José Encinas. Juntos hacen un buen equipo. Uno atiende, mientras el otro cocina y ambos tienen claro, que en su bar, los perros siempre son bienvenidos. «Los animales, por lo general, se portan muy bien. Se suelen poner debajo de la mesa, a los pies de sus dueños y ni te enteras de que están ahí», dice Mari Paz.

La propuesta de desayunos es muy amplia y se hace difícil escoger. Tienen un gran surtido de bollería, pero lo más demandado son las opciones saladas. Entre ellas, destaca la tosta de jamón, «cortado a cuchillo», aclara Mari Paz. «También hacemos unas tortillas individuales que tienen una gran aceptación. A todo el mundo le encantan. La hay rellena y sin rellenar y todo, por un módico precio», dice con una sonrisa. También hacen comida casera para llevar y por encargo. «Muchos clientes nos traen sus propios tuppers, porque cada vez están más concienciados con el medioambiente. El cocido de los jueves es un éxito total», señala

Su clientela está habituada a que haya perros en el local. Ninguno se extraña de que de vez en cuando, se escuche algún ladrido. «Nos gustan mucho los animales y nos da mucha alegría que los clientes entren acompañados de sus mascotas. Siempre les dejo agua en la puerta. Comida no, porque muchos perros tienen intolerancias», puntualiza esta hostelera.

Llega la hora del vermut y seguimos dando un paseo con Harry. Queremos seguir disfrutando de él mientras tomamos unas tapas. Llegamos a este bar y nuestro perro empieza a mover la cola. Ha visto que dentro hay varios perros como él, así que entramos. Allí nos encontramos a Rita, que está ladrando mientras su dueña se toma algo en la barra del bar. Este lugar el sitio perfecto para tapear mientras nuestro peludo socializa con otros perros.

Nos atienden Sonia Charro y Miguel Hurtado, dos de los cuatro socios de este establecimiento. «Sobre todo los sábados y domingos, vienen muchos perritos. La gente sale a pasearles y vienen aquí a tomarse un café bien caliente», dice Sonia. «Nosotros tenemos perros y nuestros empleados también. Nos encantan y cuando abrimos el bar en marzo de 2021 decidimos que los animales siempre serían bienvenidos. Sobre todo vienen perros, pero alguna vez nos han traído un hurón. Los clientes están acostumbrados a que de vez en cuando se escuche algún ladrido», continúa.

En este establecimiento organizan habitualmente mercadillos solidarios para colaborar con la protectora Defaniva y fomentar las adopciones. «Es algo con lo que estamos muy comprometidos», dice Sonia. Mientras, su compañero, muestra sus mejores propuestas para tomar un buen aperitivo. Su pincho de tortilla es de lo más especial, poco hecha y superjugosa. «A todo el mundo le encanta. Es nuestra especialidad», asegura Miguel. También sus patatas Zasca, con bacon, cebolla a la plancha y diferentes salsas. Y su hamburguesa de ternera… ¡Una delicia! Ya con la tripa llena, seguimos de paseo con Harry hasta que llegue la hora de la comida.

Paramos para comer. Entre las diferentes opciones que ofrece la ciudad, elegimos este restaurante. Como vamos con Harry, hemos tenido que reservar mesa con antelación. Nos recibe Mario Soriano, gerente del restaurante, quien siempre tiene una palabra amable para los clientes. «Somos un restaurante pet friendly, y la mayoría de mascotas que vienen son perros. También han traído algún gato e incluso un conejo», explica. «Siempre que traen animales deben reservar previamente para poder tener una mesa preparada para ellos, que esté un poquito más apartada, para no molestar a otros clientes y para no interrumpir al personal de sala. A los comensales de las mesas contiguas, siempre les preguntamos si les importa tener un perro cerca. Normalmente nadie pone problemas. Tratamos de que los clientes estén a gusto y las mascotas también, por eso siempre les ponemos un recipiente con agua y les damos unas galletitas», añade Mario, al que le encantan los perros, aunque reconoce que le dan alergia. «Las mascotas son un miembro más de la familia. Muchas veces cuando los dueños salen a comer, las dejan en casa o en el coche mientras tanto. El hecho de admitir mascotas nos ha traído más clientes. Muchos turistas viajan con mascota y programan sus itinerarios y paradas para comer y cenar en restaurantes que las admitan. Por eso, muchos nos eligen», asegura

Para esta ruta gastronómica y perruna, este hostelero nos propone una de sus especialidades, la quiche griega, que es una tarta salada con queso feta, calabacín, tomates cherry, hierbas provenzales, miel, nata, leche y huevo. Todo ello, acompañado de una ensalada mixta. «Está muy rica», afirma antes de mostrar su siguiente propuesta, una crêpe montañesa que lleva verduras salteadas (calabacín, berenjena y champiñones), salsa de boletus y setas y mezcla de quesos cremosos. Buena elección. Todo delicioso. Continuamos la ruta.

Llega la hora de merendar y encontramos el lugar idóneo para disfrutar de un buen batido en este local. También está especializado en chocolates, gofres, tortitas, smoothies, vermuts con tapa y copas preparadas. Una vez más, Harry es el primero en entrar, y es recibido con unos snacks perrunos. Este local, nos ha ganado a la primera. A Harry también. Su gerente, Kiko Adeva, asegura que cada vez acuden más clientes con perro. «Cuando abrimos hace algo más de cinco años, no había muchos locales en Valladolid a los que poder ir con tu mascota. A mí me encantan y me pareció lo más lógico dejarles entrar. Son uno más de la familia y lo ideal es que puedan ir a todos los lados con ella. Siempre que se porten bien, son bienvenidos», dice al tiempo que prepara una de sus exquisiteces. Un delicioso batido de Kit Kat que acaba de incorporar a su carta de sabores. «Todos los ingredientes son totalmente naturales. Lleva leche, helado y Kit Kat. Lo adornamos con barquillo y una barrita de Kit Kat. Está delicioso y con la consumición siempre ponemos unas chuches para los perritos», invita Kiko.

Muy cerca de este local hay una clínica veterinaria. Son muchos los que antes de entrar o salir de ella, acuden a Murmullo para tomarse un café acompañado de su mascota. «Colaboramos con Defaniva, una protectora animal. Este sábado 21 de enero de 11:00 a 15:00 horas, tenemos una quedada con una tienda solidaria y muchos perritos en adopción. Es un evento muy bonito en el que nos encanta participar», prosigue.

Al caer la tarde, nos apetece tomar una copa en un lugar tranquilo y nos dirigimos al Colmao, uno de los locales más especiales de la ciudad. Un espacio íntimo y tranquilo que destila un encanto especial y cuyas paredes lucen un evocador mix de objetos antiguos, cada uno, con una historia por contar. Su luz tenue y su música relajada, hacen que sea el lugar ideal para una copa. Más, si vas acompañado de tu perro. Entramos con Harry. Él muy tímido, se esconde bajo una mesa. Se ha mimetizado con este ambiente tan especial. Sus gerentes, Maite Olmedo y Juan Bautista Rodríguez-Jalón, son el alma de este sugerente bar. «Queríamos aportar al público una oferta de ocio diferente y potenciar la hora del aperitivo y el vermú en un espacio acogedor y distendido. Por ello, nos especializamos en los cócteles y combinados, como por ejemplo el Negroni», dice Juan, mientras sirve uno y se dispone a contar su historia. «El Negroni es un cóctel de origen italiano preparado a base de partes iguales de ginebra, bitter, preferiblemente milanés y vermú clásico italiano. Es uno de los combinados más famosos del mundo que fue inventado en 1919 por Fosco Scarselli. Es vistoso, colorido, amargo, literario y muy cinematográfico», prosigue. Su sabor resulta muy especial, complejo, con mucho punch y un punto de sofisticación. «Es adictivo, está muy rico y se puede tomar a cualquier hora del día», invita.

Harry sigue atento bajo la mesa nuestra conversación. Juan asegura que el suyo, fue de los primeros locales en Valladolid en admitir mascotas. «Antes había mucha reticencia a que entraran perros en los bares. Todos tenían un símbolo en la puerta con un caniche tachado. Nosotros nunca hemos puesto problema. Damos por hecho que todo aquel que tiene perro, es responsable y se va a preocupar de que se comporte bien. Aquí todos los perros buenos, son muy bienvenidos», concluye este barman.

Después de estas geniales propuestas para cualquier hora del día, ¿a qué estás deseando salir con tu peludo a disfrutar de un buen plan gastronómico? En todos estos establecimientos, será muy bienvenido. Si conoces algún otro, puedes dejarnos tus comentarios de esta noticia. Además, en nuestra sección dedicada a los mejores sitios para comer y beber en Valladolid descubrirás otros planes geniales, como por ejemplo cuáles son los torreznos más auténticos, cuáles son las mejores patatas bravas o los cocidos más completos de la provincia. ¡No te los pierdas!