Una ruta belenista para conocer Valladolid esta Navidad

Porque la realización del primer Belén de la historia de la humanidad fue el 23 de diciembre de 1223 en la ciudad italiana de Greccio con la buena voluntad de San Francisco de Asís. A partir de ahí este recuerdo cristiano del nacimiento de Jesús se extendió por todos los centros religiosos donde los franciscanos habitaban, incluido Valladolid. Desde aquí casi innumerables belenes montados por toda la ciudad en pleno siglo XXI y cuyas visitas significan una actividad ineludible en el calendario para naturales y visitantes.

El montaje de la Sala de Exposiciones de las Francesas de la Familia Angulo recientemente inaugurado es uno de los belenes para no perderse. Titulado Cristo Niño está dedicado a la aldea austriaca con idéntica denominación y recrea los paisajes de aquel país en una superficie cercana a los 40 metros cuadrados y donde 200 personajes son los encargados de poner en escena los relatos de la anunciación, la adoración de los pastores, el propio pesebre con olor a serrín y a musgo y la llegada de Melchor, Gaspar y Baltasar. La Sala de Exposiciones del Palacio de Pimentel alberga otro de los grandes nacimientos monumentales de la ciudad con una recreación de la capital de hace unos años en torno al cauce del río Esgueva a su paso por la plaza de Portugalete.

La Asociación Belenista Castellana ha diseñado en la sede de la Diputación Provincial un nacimiento también de unos 40 metros cuadrados donde destacan construcciones como la Catedral, con la torre de La Buena Moza que se cayó consecuencia del terremoto de Lisboa, la Iglesia de la Antigua o la Universidad de Valladolid además del paisaje conformado por las torres de San Martín o El Salvador. Y, la escena principal, la Natividad del Señor, en el antiguo mercado municipal de abastos de Portugalete. En total un centenar de pequeñas figuras en lo que consideran un auténtico trabajo en miniatura y que cada año sorprenden con una composición nueva. En este caso, por cierto, varios miembros de la asociación han trabajado dos años para poder exponer así su creación.

En este entorno de San Pablo bien merece una visita el Belén Napolitano que está en el Museo Nacional de Escultura, exactamente en el edificio del Palacio de Villena, donde puede disfrutarse este nacimiento del siglo XIX que está considerado como uno de los más notables del mundo por su calidad detalle y disposición. Curiosa es la visita también a la exposición de belenes abierta en el patio principal del Palacio Real, donde se puede ver una amplia muestra de nacimientos del mundo e incluso una reproducción a pequeña escala del Portal de Belén que hasta el año pasado se ponía en la Plaza Mayor de Valladolid. Y más curiosidad suscita incluso el misterio que los militares colocan en la garita de acceso a este destacamento antigua Capitanía General en plena plaza de San Pablo. En este entorno la Casa Zorrilla vuelve a sorprender a propios y extraños con una interesante recreación del Belén conseguida de la propia ensoñación de San Francisco de Asís.

Cerca de este punto urbano se encuentra otra de las citas para no perderse en las navidades vallisoletanas: el nacimiento de José María Villa que acoge la Sala de Pasos de la Cofradía Penitencial de las Angustias donde este especialista en miniaturas belenistas homenajea al comercio vallisoletano de otra época con varios dioramas de esta temática donde no falta la exaltación a la tradición de los Reyes Magos. Y desde aquí, otra cita en la agenda belenista está en la propia Catedral Metropolitana.

La capilla de San Fernando acoge un tradicional pesebre realizado por el propio deán de la Seo que recoge los principales momentos en torno al nacimiento de Jesús en un montaje muy cuidado a la vez que didáctico. Una cita, asimismo, que puede aprovecharse ya para visitarse la exposición 'Venga tu Reino', una muestra realizada entre el Arzobispado de Valladolid y Las Edades del Hombre para conmemorar el Año Jubilar del Sagrado Corazón de Jesús.

Muchísimos templos de la capital vallisoletana, casi innumerables, merecen presentarse allí durante estas jornadas navideñas a ver y disfrutar de sus montajes: desde la Iglesia de los Jesuitas (calle Ruiz Hernández), la Antigua o San Martín hasta la de San Pedro o Santa Clara, en el barrio homónimo, pasando por la parroquia de El Carmen de Las Delicias, San Andrés en el antiguo barrio del mismo nombre, además de Jesús o el portalón de la Iglesia de la Paz de los Padres Capuchinos en la plaza de España donde se expone un belén de gran formato que recuerda a los menos jóvenes vallisoletanos el que se colocaba hace varias décadas en la mismísima Plaza Mayor dado que las imágenes son de la misma colección de antaño.

Otra de las visitas casi obligadas en el Belén de San Benito, una tradición que tampoco puede faltar en la ruta de nacimientos y además porque es otro de los grandes montajes monumentales de la capital. Cerca, de tamaño más reducido, pero también muy interesante, es el nacimiento de la Iglesia de la Vera Cruz, en la calle de la Platería, donde el momento culmen de la Navidad, el nacimiento del Niño Jesús, está cobijado bajo el portalón de una maqueta de esta penitencial en conmemoración a la Coronación Canónica de la Dolorosa de Valladolid este 2023.

Mención especial tiene también el monumental montaje conseguido en la Parroquia de San Lorenzo y que, un año más, cuenta con el incansable, mimético y detallista detalle de la Familia Trebolle Liz. Junto a éste cabe destacar el espacio conseguido en la Iglesia del Salvador, especialmente didáctico y utilizado para las correspondientes explicaciones de los niños de catequesis de Primera Comunión. Y la característica de ambos montajes, el de San Lorenzo y el del Salvador, es que llegado el tiempo litúrgico de Cuaresma se reconvertirán en espacios dedicados a la narración de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo.

En el ámbito colegial… Durante el Adviento ha habido interesantes propuestas como es el caso del Jesús y María-Colegio Vedruna o el San José, ambos en la plaza de Santa Cruz o el montaje que realizaron los alumnos de Infantil en la capilla del centro en Nuestra Señora de Lourdes. Abierto aun estando en vacaciones destaca otro imprescindible y recomendable: el Belén de la Salle, que en esta edición está ambientado en el particular mundo del arquitecto Gaudí.

Cita imprescindible merecen este año las casas franciscanas por la celebración del 800 aniversario del primer Belén de Greccio. Se da la circunstancia, asimismo, que el Papa Francisco ha proclamado una gracia jubilar con las correspondientes indulgencias plenarias a las personas que vayan a visitar y a reza ante los belenes franciscanos que, en el caso vallisoletano, la cita ya tiene varias décadas de antigüedad en los locales parroquiales de La Inmaculada del paseo de Zorrilla, aún con entrada por la calle Italia. La Orden Franciscana Seglar-Cofradía de la Santa Cruz Desnuda ha diseñado un espacio también cercano a los 40 metros cuadrados donde en una secuencia de 11 minutos se vislumbran todas las escenas en torno a esta efeméride pasando por el día, el atardecer y la noche.

Como reclamo franciscano extraordinario en este 2023, las Hermanas Clarisas de Santa Isabel de Hungría han rescatado de su clausura un curioso nacimiento con imágenes desde el siglo XVII de interesante factura y montado incluso en la propia capilla conventual de San Francisco como homenaje. La visita de uno u otro, imprescindibles para ganar este jubileo decretado por el Vaticano entre el 8 de diciembre de 2023 y el 2 de febrero de 2024, día de las Candelas. Jornada, precisamente, que también se desmontará el pesebre abierto en la parroquia de Santiago Apóstol dado que ese día la Cofradía de las Siete Palabras celebra su patrona, la Virgen de la Salve, con eucaristía y procesión por el entorno de este céntrico templo.

Pero las referencias a San Francisco de Asís se multiplican por la ciudad: desde los citados de los Franciscanos del paseo de Zorrilla, el Monasterio de Santa Isabel o la Casa de Zorrilla hasta el propio de Las Francesas donde entre sus construcciones han colocado una pequeña imagen del Santo con lo que el fraile parece querer estar muy presente en estas celebraciones que en la capital vallisoletana son una auténtica tradición con mucho arraigo tanto entre las familias como en los propios programas confeccionados para estos días por el Ayuntamiento de Valladolid y por la Diputación Provincial, que también ofrece interesantes propuestas entre las que destacan los belenes vivientes.