Valladolid

Ruta por los belenes más tradicionales de Valladolid

El Ayuntamiento de Valladolid estrenó la temporada belenista con el montaje del atractivo montaje de la Plaza Mayor que, por segundo año consecutivo, rodea la estatua del fundado de la ciudad con tres de los pasajes más importantes de la Natividad: el nacimiento del Niño Jesús, la venida de los pastores y la adoración de los Reyes Magos. Se trata de un montaje ideado por el maestro belenista José Antonio Gerbolés y ejecutado por los trabajadores de los servicios municipales de Carpintería además de Parques y Jardines que han creado un ambiente de matices y detalles por la propia disposición del portal hasta el enclave paisajístico que le rodea.

La Sala de Exposiciones de Las Francesas es el otro gran punto de interés municipal donde, este año, la Asociación Belenista La Adoración ha creado un nacimiento monumental ambientado en la región de Judea que permite al espectador contemplarlo a través de sus cuatro caras. Es un belén diferente, diseñado y montado por José María Villa, con una superficie de 50 metros cuadrados y de los denominados de 360 grados, porque ocupa toda la nave central del antiguo templo conventual para adentrarse en paisajes, rúas y construcciones donde merodean un centenar de figuras. Unas imágenes, por cierto, de factoría italiana y correspondientes con la tipología de palillo (base de terracota, pintadas al óleo y donde también destacan ropajes, turbantes u otros enseres).

Nacimiento de la Ribera del Duero

La Sala de Exposiciones del Palacio de Pimentel es la otra gran cita del recorrido belenístico de la capital pero que este año viaja hasta la Ribera del Duero. La Diputación Provincial plantea un recorrido por el fluir del río por Soria, Burgos y Valladolid hasta la escena de la Natividad gracias a la propuesta de la Asociación Belenista Castellana y donde las figurillas conviven en el Condado de Haza, la plaza del Coso de Peñafiel o el Coto de Santa Cecilia de Vega Sicilia. En un espacio de 36 metros cuadrados se suceden acontecimientos como la Anunciación, el anuncio a los pastores o la huida a Egipto además de la propia Natividad hasta donde el visitante llega gracias al camino de los Reyes Magos. El artífice de la creación con vista de embocadura es Martín Jesús Vaquero que también ha plasmado sus dotes belenistas en otro montaje en la Parroquia de Santa María de Castronuevo de Esgueva.

De este mismo colectivo belenista también son los vistosos dioramas expuestos en el Palacio Arzobispal. El Belén, corazón de la Navidad es una propuesta plagada de detalles e imágenes que relatan los principales hechos evangélicos entorno al nacimiento del Niño Jesús con infinidad de detalles en paisajes, casas y vida cotidiana con escenas de encuentro entre las decenas de figuras que animan al visitante a seguir viendo nacimientos. A continuar la ruta como bien puede ser por el cercano templo de Nuestra Señora de las Angustias, en cuyo Salón de Pasos el artista José María Villa, esta vez en un nacimiento de embocadura, expone un Belén donde recrea la realidad de Tierra de Campos de mediados del siglo XX con una escenografía un tanto agreste pero que destaca por la llegada a ese enclave de la corriente eléctrica y la línea telefónica. Los pueblos de barro es el título de esta creación de 32 metros cuadrados y 70 imágenes donde queda evidenciado el arte, el detalle y la inspiración en un montaje que se complementa en esa misma iglesia de Las Angustias con el ya tradicional Belén Barroco que, en esta ocasión, disponen los hermanos de la penitencia en la zona del presbiterio.

Por el casco histórico de la capital bien merece la parada en otros montajes como en el Convento de Santa Isabel de Hungría, donde el restaurador Pedro Escudero ha vuelto a rescatar de la clausura monacal unas interesantes imágenes de mucha escenografía de los personajes y de ropajes datados en el siglo XVIII. El Belén Napolitano del Museo Nacional de Escultura es otra de las joyas belenistas de la ciudad con 620 piezas talladas minuciosamente, con ropas y adornos cuidados en un conjunto considerado como uno de los más importantes de Europa, también del siglo XVIII, y con posibilidad de ser visitado durante todo el año.

En este céntrico entorno de la plaza de San Pablo bien merece una parada el nacimiento de la Casa-Museo de Zorrilla o la escenificación navideña creada en el Palacio Real: desde la Natividad de la garita de acceso hasta los belenes del mundo expuestos en el claustro del patio así como el montaje del momento del pesebre de Jesús en una jaima militar en lo que significa el homenaje y la participación de la IV Subinspección General del Ejército en las fiestas navideñas y su apertura a la ciudadanía desde la antigua sede de Capitanía General.

Numerosas cofradías penitenciales vallisoletanas son también destacadas abanderadas del arte de los belenes con muchas y trabajadas propuestas. La Piedad, Santo Sepulcro, Jesús Nazareno, Santo Entierro, Siete Palabras o Atado a la Columna han creado en sus respectivas sedes canónicas -San Martín, San Benito, Jesús, Santa Ana, Santiago o Las Esclavas- distintos montajes, de destacables tamaños, donde se cuida mucho el valor de la Navidad desde estas pequeñas muestras hechas por los cofrades en diferentes ambientaciones donde destaca el uso de elementos naturales como vegetación como arbustos, arenas o musgos además de agua real. Se trata de montajes de gran formato como Santo Sepulcro o Siete Palabras; dioramas como en Jesús o creaciones prácticamente al aire libre como la concebida en la calle San Martín en un espacio de la parroquia homónima.

Recuerdo franciscano en día-noche

La Orden Franciscana Seglar junto con la Cofradía de la Santa Cruz Desnuda, por su lado, comparten trabajo en un nacimiento en la Iglesia de la Inmaculada del paseo de Zorrilla -entrada por la calle Italia- donde después de cuatro décadas armando el Belén continúan sorprendiendo al espectador con sus creaciones, destacando este año la modernización de su ciclo día-noche. Se trata de una composición sobre un espacio de unos 40 metros de superficie con 300 figuras, medio centenar en movimiento, y donde el agua fluye, surgen las tormentas y se ilumina el interior de las casas al anochecer, momento en que también destaca el paso de la estrella fugaz camino de Belén.

En el ámbito parroquial son numerosas feligresías las que montan sus nacimientos en estas fechas como es el caso de, además de los mencionados franciscanos, destacar, por ejemplo, el montaje de la Iglesia del Santísimo Salvador, especialmente didáctico para los niños de catequesis, de la misma manera que el montaje realizado por la Familia Trebolle Liz en San Lorenzo. Se trata de un Belén Bíblico que discurre en Nazaret, Belén, Jerusalén y Egipto con 125 figuras de las cuales 34 tienen movimiento donde destacan las escenas de encuentro entre los habitantes de estas zonas hasta focalizar las atenciones en el propio nacimiento del Niño Jesús.

En un entorno cercano, en la Parroquia de San Ildefonso, se encuentra un montaje especialmente solidario y afectivo representando el barranco del Poyo, ubicado en la provincia de Valencia, una de las más afectadas por la DANA, a los pies de María y José, con el niño Jesús en brazos, durante su huida a Egipto. Como ocurriera en Chiva, donde se desbordó el barranco, y en otros municipios afectados por el fenómeno meteorológico, en este nacimiento distintos enseres, como vasijas y carros propios de la época, también quedan sepultados bajo el barro en el que «Jesús también se hace presente», asegura José Manuel Mariscal, uno de los montadores.

Esta manera de evangelizar a través de la vía de la belleza, apoyándose en representaciones en miniatura de distintos pasajes bíblicos alrededor de la Natividad, como ha expuesto el propio arzobispo de Valladolid, Luis Argüello, bien merece la atención también en el nacimiento de la Iglesia de San Felipe Neri, la del Sagrado Corazón – Jesuitas o de los Padres Agustinos Filipinos con una colección de belenes del mundo. Destacar también la propuesta del Colegio de la Salle, este año tematizado en las islas griegas e incluso un paseo por calles céntricas donde algunos comercios también muestran su arte belenista a través de sus escaparates, cuyas figuras tienen a la venta, como es el caso de la Librería Santuario, tienda de artículos religiosos del Santuario Nacional de la Gran Promesa con amplia variedad de belenes, o también la tienda de regalos Ronte, cuyo escaparate es un clásico de las navidades vallisoletanas.

En la provincia vallisoletana, por su lado, cabe recordar el amplio calendario de belenes vivientes con una docena de propuestas apoyadas por la Diputación y entre las que destacan Cabezón, Tordehumos o Wamba. En cuanto al montaje de nacimientos, asimismo, resaltar la colección privada de Miguel gallego expuesta en Rueda o los montajes de Viana de Cega, Boecillo o La Cistérniga.