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El Ayuntamiento ha decidido no esperar a la conclusión del edificio inacabado de la Tesorería de la Seguridad Social de La Rondilla, cuyas obras permanecen abandonadas desde hace más de un año y medio, para iniciar la remodelación integral del picón adosado a las ... futuras oficinas, situado en la esquina entre las calles Cardenal Torquemada y Tirso de Molina, y habilitar una nueva plaza en la que se ganará espacio para los peatones e incorporará juegos infantiles, bancos y más arbolado. Y todo ello para responder a una reivindicación vecinal, que aprobó esta remodelación, con un coste de ejecución entonces en 150.000 euros, hace seis años en el marco de los presupuestos participativos.
La reforma de este picón ajardinado, que aún conservaba el firme del colegio San Juan de la Cruz (cerrado en 1999 y demolido en 2016), estaba condicionada a la finalización de las obras en dicho solar de las oficinas de la Seguridad Social, unos trabajos que comenzaron en enero de 2020 y que se abandonaron en marzo del año siguiente (debían estar concluidos esa misma primavera) por distintos incumplimientos de la constructora adjudicataria que la Subdelegación del Gobierno aún intenta resolver para poder retomar su construcción.
El caso es que el parón en la edificación de las oficinas se ha ido prolongando en el tiempo, hasta sumar a día de hoy veinte meses, y el Consistorio ha decidido finalmente urbanizar este entorno para abrir una nueva plaza ajardinada. «Están remodelando la plaza», informan los propios vecinos en un comunicado de la Asociación Vecinal Rondilla colgado en las vallas de obra del terreno, en el que recuerdan que «la intervención estaba aprobada desde 2018 y que, ante la paralización de las obras (de la Tesorería), por fin se va a urbanizar este espacio». Los residentes, que llevan 23 años reclamando distintos usos sociales para estos terrenos, desde que el centro escolar cerró sus puertas (tardó 17 años en ser demolido), desean que la nueva plaza «quede muy bonita y la podamos disfrutar».
El proyecto, que fue aprobado, en efecto, hace seis años, contempla la división del espacio existente en tres áreas bien definidas. La primera, situada al borde de la calle Tirso de Molina, acogerá un espacio ajardinado, que estará ligeramente elevado sobre la cota actual para evitar los daños de las raíces, con bancos en el que se mantendrá el arbolado existentes. Después se habilitará una franja adoquinada de paso hacia una zona central de juegos infantiles con suelo de caucho rodeada de jardines a los dos lados con cuatro nuevos árboles de gran porte. Y el tercer tramo, también adoquinado, aunque rodeado de parterres ajardinados, estará situado al borde del futuro edificio administrativo y contará también con arbolado.
Los peatones, además, ganarán espacio con la ampliación de la acera del lado de la calle Cardenal Torquemada hasta rondar los seis metros a costa de la eliminación del carril de la parada del autobús, que ahora estará situada en una plataforma a pie de calzada. De manera que esta acera casi triplicará su ancho actual en torno al arbolado de pequeño porte existente. Los trabajos, que no afectarán a la calzada de doble sentido de la vía, concluirán a principios del año que viene. Las obras de construcción de la Tesorería aún carecen de fecha para su reinicio.
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