El Vaticano autoriza el proceso iniciado en Valladolid para la canonización de José Luis Gago, «el santo de la radio»

Esta iglesia acogerá el sábado 19 de junio la apertura del proceso de canonización, una vez que el cardenal arzobispo, Ricardo Blázquez, ha recibido el 'nihil obstat' de Roma para introducir la causa. Comienza así un camino que será «complicado, difícil, lento pero esperanzador», según explica Ortega, quien califica a Gago de «profeta de la comunicación, dominico y sacerdote ejemplar, persona que dejó huella de bien hacer y de santidad en la Iglesia, en los medios de comunicación, en la sociedad y en las personas que trató directamente, y que le escucharon a través de la radio y lo vieron por televisión».

Esta asociación –con el apoyo de la orden dominica– inició los trabajos preparatorios en el verano de 2019, con la recopilación de los primeros datos imprescindibles para iniciar el proceso de canonización, al estar convencidos de que en Gago se reúnen unas «virtudes calificadas como extraordinarias».

El arzobispo Blázquez, en septiembre de 2020, remitió a la Congregación para las Causas de los Santos el decreto de aceptación del libelo de demanda: los documentos históricos, escritos y testimonios sobre la fama de santidad aportados por los promotores. El 20 de marzo tuvo lugar el juramento de los tres expertos que conforman la comisión histórica, encargada de peritar todos los documentos que se aportarán durante la causa. Forman este órgano José Antonio Calvo, profesor de Historia de la Iglesia Antigua y Medieval de la Universidad Pontificia de Salamanca;Elsa González, doctora en Periodismo por la Universidad San Pablo-CEU, y Javier Burrieza, profesor titular de la Universidad de Valladolid.

Burrieza (autor de 'El libro de los santos de Valladolid', publicado en diciembre por Maxtor) destaca el «atractivo» de Gago, persona que requerirá de una investigación documental «compleja», ya que además de los escritos, habrá que tener en cuenta el enorme material audiovisual generado, tanto en sus intervenciones en radio como en televisión. «Será necesaria la transcripción de todos estos documentos, algo que no es habitual en este tipo de causas», apunta Burrieza.

Al mismo tiempo que esta comisión aplica una metodología científica sobre los documentos históricos de Gago, unos consultores teológicos revisarán todas y cada una de sus intervenciones, para certificar que no existe ni una sola afirmación en contra de la Iglesia católica. Además, se tomará declaración a testigos que apuntalen las virtudes de Gago que le hacen merecedor de este reconocimiento.

«Ahora se inicia este proceso. Tenemos que rezar también para buscar su intercesión en milagros», asegura Ortega, quien conoció a José Luis Gago en 1982, cuando, junto con Eugenio Nasarre, refundaron la Unión Católica de Informadores y Periodistas. «Su papel fue fundamental para unificar una serie de pequeñas emisoras parroquiales y convertirlas en la gran cadena de radio de la Iglesia Católica. Fue el impulsor del ideario de la cadena Cope, quien dio voz a la Iglesia a través de las ondas, con una programación de espíritu católico y cristiano», resume Ortega. Un hombre «inteligente, pero humilde, evangelizador de las ondas, fundamentalmente bueno y de una humanidad desbordante». Falleció tras cuatro años de dolorosa lucha contra un mieloma múltiple, «en los que también dio ejemplo de fe y santidad». Está inhumado en la sepultura que los padres dominicos tienen en el cementerio del Carmen de Valladolid.

En el acto solemne del día 19 en San Pablo estarán presentes la postuladora de la causa, Alejandra Torres, el secretario canciller del Arzobispado, Francisco Javier Mínguez (que dará lectura a los documentos y fe del acto), y los miembros del tribunal designados por el arzobispo, que jurarán su cargo.