«Pasamos mucho miedo, pero nos alegra saber que le han cogido». Eso es lo que dicen desde el bar Plaza de Castilla, donde sufrieron un robo a punta de cuchillo en la madrugada del sábado al domingo que aún les quita el sueño, tal ... y como asegura el dueño del establecimiento, Julián González. «Era la una menos diez y ya se habían ido los últimos clientes. El bar de enfrente estaba cerrando y solo estábamos abiertos nosotros, la bodega Rondilla y el Chester. Entonces, entró un hombre tapado con una capucha, sacó un cuchillo de unos diez centímetros, saltó la barra, fue a por mí y me amenazó. Estaba muy nervioso y me dijo que le diera todo el dinero o me pinchaba, así que me fui corriendo», relata Julián González, gerente del bar Plaza de Castilla.
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El supuesto ladrón -T. N. M., de 40 años- rápidamente cogió el dinero. «Se llevó entre 700 y 800 euros», indica el hostelero robado para señalar después que la suerte quiso que nadie acabara herido. «Luego se tiró a por el cocinero, que estábamos él y yo en ese momento en el bar. Menos mal que se pudo defender con una banqueta y no pasó nada», añade Julián González, quien afirma que el delincuente salió corriendo y se marchó en bicicleta con el botín. «Se cayó de la bici y podíamos haber aprovechado para recuperar el dinero, pero se levantó con el cuchillo y al final pensamos que antes de arriesgar la vida era mejor que se lo llevara. Y se lo acabó llevando», explica con resignación.
Otros sucesos en Valladolid
Un vídeo grabó la escena y, además, la Policía mostró a Julián varias fotografías de personas que coincidían con su descripción. «Cuando le vi, no dudé ni un instante. Era él», señala González, que respira con tranquilidad al saber que una radiopatrulla de la Policía Nacional ha detenido esta madrugada al ladrón, que contaba con un importante historial de delitos de robos con fuerza y violencia y ha ingresado en prisión. «Por su culpa empecé muy mal el día de la madre. A ver si hay suerte y se tira una buena temporada ahí dentro», concluye este hostelero, que seguirá tras la barra del bar Plaza de Castilla para ganarse la vida y espera que nunca más nadie pretenda arrebatarle el fruto de su trabajo.
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