Roberto Fraile, durante la grabación de 'Los ojos de la guerra', dirigida por el cineasta vallisoletano Roberto Lozano. R. L.

Roberto Fraile, el cámara trotamundos que se jugaba el tipo por contar historias

Familia y colegas del reportero asesinado, que vivía en Salamanca y con raíces vallisoletanas, le recuerdan como «gran padre y profesional»

Eva Esteban

Valladolid

Jueves, 29 de abril 2021, 07:05

No entendía Roberto Fraile, el cámara vasco afincado en Salamanca asesinado en Burkina Faso mientras grababa un documental, el periodismo de otra forma que no fuera cara a cara. Contando historias inaccesibles en lugares complicados para la mayoría, dando a conocer una realidad que ... de otro modo no trascendería. Salvando vidas y jugándose la suya propia para indagar en los peores escenarios, entre los peores tipos.

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Quienes habían trabajado con él le consideraban la pareja de baile perfecta para inmiscuirse en cualquier meollo. Pero siempre con rigor, discreción y «mucha profesionalidad», como destaca el fotoperiodista salmantino Alberto Prieto, compañero de batallas de Fraile durante décadas. Precisamente se conocieron en una de esas aventuras: en Afganistán, en el año 2002. Forjaron una bonita amistad que les unió –profesional y personalmente– hasta el fin de sus días.

Tenía Fraile una forma de entender y comprender la vida en general y la profesión en particular de las que no abundan. Dispuesto a todo en cualquier momento. Fiaba su integridad física y mental para que el mundo supiera las atrocidades que en la línea de frente se estaban sucediendo, de la realidad que allí se estaba batallando.

Durante años combinó su trabajo como cámara en la televisión local de Salamanca con el reporterismo en los focos más calientes. Consciente y conocedor de la precariedad de la profesión, siempre se movió por impulsos. Incluso aunque eso implicara perder dinero. Nunca lo hizo por enriquecerse. «Al principio, cuando empezó, era 'freelance', perdía dinero, se pagaba todo de su bolsillo y nunca le importó. Le daba igual que le dieran 6.000 que 80.000 euros; él lo hacía por pura pasión, le encantaba pisar suelo y contar cosas que cualquiera no se atrevía o tenía la posibilidad de hacer», desvela la que fue su pareja durante veinte años y madre de sus hijos, la periodista salmantina Lidia Marcos.

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Era lo que siempre quiso ser. Desde pequeño fantaseaba con recorrer mundo con una cámara a los hombros. Para él era imprescindible conocer el terreno que estaba pisando, el ambiente que se palpaba en el lugar que fuera a captar. Por eso, además de formarse en Imagen y Sonido, se graduó en Historia por la Universidad de Salamanca. «Cada vez que iba a un país, tenía que estar documentado. No podía viajar a un sitio y desconocer el contexto de lo que iba a grabar».

Sus hijos eran su debilidad

La fotografía era su gran pasión. Estaba todo el día con el aparato a cuestas para hacer fotos a sus dos hijos –de 13 y 16 años– y que luego estos pudieran presumir en redes sociales. También le gustaba ir a Valdespino Cerón, en León, de donde procede su madre, y ver a sus hijos jugar al fútbol y al baloncesto. Eran su debilidad. Si no les hubiera tenido –considera Marcos–, hubiera arriesgado el tipo en más ocasiones. «Estábamos separados desde hace poco, pero nos llevábamos muy bien. Es el amor de mi vida. Como profesional era el mejor, y como persona era tan especial... Era un gran padre», confiesa Lidia Marcos, visiblemente emocionada.

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Los restos mortales llegarán el viernes a España

Roberto Fraile será enterrado en la localidad leonesa de Valdespino Cerón y su cuerpo será velado en un tanatorio de Valladolid «por expreso deseo de sus hijos». Así lo confirmó la madre de sus hijos, la periodista salmantina Lidia Marcos. Aunque nació en Barakaldo hace 47 años, él se sentía de Valdespino, municipio natal de su madre –su progenitor procede de Béjar, en Salamanca–. Asimismo, familiares y amigos le velarán en la capital vallisoletana porque sus padres residen en el barrio de La Rubia.

El director general de Españoles en el Exterior y Asuntos Consulares, Juan Duarte, aseguró ayer en el canal 24 horas de Televisión Española que, «si todo va bien», los restos mortales de los profesionales de la comunicación saldrán hoy por la noche de Uagadugú (la capital de Burkina Faso) y está previsto que lleguen a Torrejón de Ardoz mañana por la mañana. Una vez sean repatriados, familiares de Fraile se desplazarán hasta la capital española. «La gestión ha sido muy complicada pero se ha reaccionado bien y a tiempo. Era difícil llevar los cuerpos a Uagadugú pero ahora estamos en el buen camino», señaló el director general de Asuntos Consulares.

Familia y colegas destacan su enorme sentido del humor. Rara era la vez que no tenía un chiste preparado en el disparadero para sacar una sonrisa en los peores momentos. Era Roberto Fraile un tipo extremadamente humilde, casero y muy familiar –tenía un hermano con quien mantenía una estrecha relación–. El cineasta vallisoletano Roberto Lozano, con quien rodó en varias ocasiones –fue su director de fotografía en su película 'Los ojos de la guerra'– resalta su disposición de llegar a la extenuación física y mental con tal de hacer bien su trabajo. Lloran la muerte de un reportero trotamundos que siempre lo daba todo. Ahora, solo les queda el consuelo de saber que exprimió la vida, que fue feliz con cómo, cuándo, dónde y con quién la disfrutó.

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