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Coronavirus en Valladolid: «Sin ritos de despedida es más difícil asimilar una muerte»

«Sin ritos de despedida es más difícil asimilar una muerte»

Una guía del servicio de salud mental infantojuvenil del hospital Río Hortega de Valladolid ofrece pautas para afrontar el duelo en niños y adolescentes ante la covid-19

Jesús Bombín

Valladolid

Sábado, 2 de mayo 2020

El desconsuelo ante el dolor por una pérdida es aún más intenso cuando no es posible la despedida. Entre el rastro de devastación que está dejando la pandemia de la covid-19 figuran miles de episodios de familiares en los que no se ha podido velar ni enterrar a seres queridos. «Uno de los efectos del coronavirus es la pérdida de familiares, no muchos padres, pero sobre todo abuelos, figuras de referencia en nuestra sociedad para niños y adolescentes, que no se enfrentan a lo que solía ser un duelo habitual porque lo afrontan aislados en sus casas, sin poderlos ver ni posibilidad de despedida», expone Amaia Izquierdo Elizo, psicóloga clínica de la unidad de salud mental del hospital Río Hortega de Valladolid. Desde este departamento se ha impulsado la creación de una guía de orientaciones enfocada a niños y adolescentes y cómo encarar el duelo ante la pandemia.

Los profesionales de salud mental se inclinaron por poner el foco en este segmento de población al presentar «unas necesidades y un encuadre diferentes al de los adultos, que al final son los que les brindan soporte en todos los sentidos», resume Amaia Izquierdo Elizo. Considera además que la pérdida, especialmente si se trata de los padres, constituye un hecho traumático, un «vacío evolutivo que debe ser atendido (en principio por sus allegados y su red de apoyo, y con atención especializada si aparecen signos de duelo patológico), para asegurar el desarrollo saludable del menor tanto a nivel físico como psicológico».

Entre las orientaciones esbozadas se propone que sea una persona de referencia para el menor quien comunique el fallecimiento, que se haga cuanto antes -«Es importante que no se entere por descuido, terceras personas, llamada de teléfono... el niño necesita saber que está pasando y tener control sobre la situación»–, y en un lugar tranquilo, sin interrupciones.

También se aconseja no ocultar nuestras propias emociones «para que el pequeño sienta que es legítimo y válido lo que está sintiendo, podéis llorar o enfadaros juntos, verá que luego estáis más tranquilos y esto ayuda a desahogarse». En otro de los apartados se descarta el uso de eufemismos («se ha ido de viaje», «está dormido...») a la hora de buscar una explicación a la pérdida. «Hay que hablarle de que ha muerto y que no podéis volverle a ver. Estar pendiente de su reacción emocional, acogerla, validarla. Lo adecuado es que se les informe y que ellos elijan si desean o no participar y de qué manera», se señala en uno de los apartados la guía.

Portada de la guía de duelo para niños y adolescentes ante la pandemia covid-19.

Ilustraciones en tono cálido y amable creadas por La Niña

Detrás de la firma La Niña figura Paula Domingo (Valladolid, 1990), ilustradora y diseñadora gráfica que ha colaborado de manera altruista con sus dibujos, el diseño y la maquetación de la guía de duelo y en otras publicaciones de salud mental. Al decidirse por las pautas estéticas echó mano de «una gama amable de colores cálidos, que generaran un poco de paz e invitaran a leer el documento. Me pareció importante que las formas fuesen redondeadas, limpias, sencillas, que faciliten la lectura», explica la artista, que ve en las guías sanitarias «una forma pedagógica de compartir y hacer llegar información».

La psicóloga clínica Mónica Avellón ha participado también en el diseño de estas estrategias de cara a «elaborar un duelo y que los niños y adolescentes puedan seguir su vida de una manera saludable, con las menos secuelas posibles dentro de ese proceso tan duro que supone la pérdida de alguien querido».

A la vivencia de varias fases durante el duelo (negación, ira, negociación, tristeza y aceptación) se añaden las particularidades propias de las edades y su modo de vivir y expresar emociones. «No hay que juzgar ante los distintos modos de reacción emocional; lo que más favorece es poder clarificar, hablar, validar, considerar que lo que está sintiendo es normal, a veces enfado, tristeza, sorpresa, como sucede con muchos de los fallecidos en esta pandemia, donde la imposibilidad de hacer ritos de despedida hace más difícil asimilar una muerte», aduce Amaia Izquierdo Elizo. En la guía se propone realizar rituales que facilitan la aceptación de la muerte, como hacer algún tipo de despedida simbólica, escribir una carta o dibujo al fallecido o crear un álbum familiar como huella de vida compartida. Por último, en la guía se describen los signos de alerta que recomendarían recurrir a ayuda especializada.

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