El acusado, Alejandro Gabarre Escudero, alias Rine, a preguntas del fiscal, negó saber que eran de la Policía «las luces azules» del vehículo camuflado que le persiguió durante casi 50 kilómetros hasta que el BMW que conducía a toda velocidad se chocó contra un camión ... a la altura de Simancas y allí quedó, tan encajado entre la mediana, que el acusado tuvo que ser sacado del vehículo por la ventanilla del conductor. También negó que en esa loca carrera por la autovía, arrojara una maza a sus perseguidores. Lo único que reconoció es que circulaba sin carné de conducir. Porque no lo tiene.
«Si no fuese por los antecedentes penales que tiene usted, podríamos poner en duda que desconocía que los luminosos eran de la Policía», le espetó al acusado el representante del ministerio público, que mantuvo su petición de penas que suman siete años y nueve meses por los delitos de conducción temeraria, atentado con instrumento peligroso y conducción sin permiso. En esta petición de condenas pesa la multirreincidencia, pues no es la primera vez que Rine, un histórico de la banda del BMW, ha sido condenado por conducir sin carné y a alta velocidad.
Se apoyó el ministerio público en los testimonios de los agentes que participaron en la persecución. Estos declararon que se encontraban la noche del 15 de noviembre de 2019 realizando una vigilancia en la zona de Metales Extruidos para prevenir robos en gasolineras. La agente de la policía nacional que con otro compañero suyo estaban realizando esa espera en el vehículo camuflado ha relatado que vieron un Seat León rojo, (una marca que estaban utilizando los autores de los asaltos a las estaciones de servicio) y decidieron seguirlo. Mientras comprobaban con la central si se trataba de un vehículo robado -efectivamente, había sido sustraído en un pueblo de Burgos-, los agentes observaron que se puso a la altura de un BMW que estaba parado en el arcén. Los conductores de los coches detectaron la presencia del vehículo camuflado de la Policía y arrancaron. Pusimos las luces y las sirenas y, en vez de parar, salieron a gran velocidad«, ha rememorado la policía.
En un momento de la persecución por la A-62 los vehículos de los sospechosos se separan y la patrulla decide perseguir al BMW. A la altura de Geria, sorpresivamente, salió por el lado derecho el coche rojo, adelantó al vehículo policial y se colocó delante, «entre el BMW y nosotros, y empezó a soltar polvo blanco, que creímos que se trataba del contenido de un extintor». El coche conducido por Rine, al llegar al kilómetro 165 en Tordesillas dio la vuelta y regresó en dirección a Valladolid. Un poco después, empezó a tirar cosas por la ventana, entre ellas, una maza. «Afortunadamente golpeó el suelo y pasamos por encima, pero si llega a impactar en el vehículo no estaría aquí contándolo», manifestó la agente, quien sostuvo también que la velocidad llegó a alcanzar los 200 kilometros por hora.
«¡Cómo voy a lanzar una maza por la ventana!», protestó el histórico integrante de la banda del BMW, con un historial de antecedentes policiales y penales que, como indicó irónicamente su abogado, Jesús Verdugo, «es de 16 folios» y que, sostiene como central argumento de defensa, es la rémora que pesa sobre su cliente a la hora de calibrar los delitos y las penas de las que le ha acusado este jueves el ministerio fiscal durante el juicio.
La defensa solo reconoce el delito de circular sin carné de conducir
En este sentido, Verdugo ha subrayado ante el tribunal que ni hubo atentado a la autoridad ni conducción temeraria. En el primer caso, porque la maza no golpeó directamente a los agentes ni causó daño, como reconocieron los policías que participaron en la persecución. «Para que exista este delito se necesita acometer y agredir». Y en el segundo, porque, ha puntualizado, no se ha podido probar durante el juicio la velocidad exacta a la que circulaba. «Si se hubiera estampado contra el camión a 200 kilómetros por hora, el acusado no estaría aquí», ha subrayado el letrado. Pide que, si el tribunal le considera culpable, se le imponga una multa por conducir sin carné y se sustituya el delito de atentado a la autoridad por un delito de poner en riesgo la seguridad vial arrojando objetos a la calzada del artículo 385 del Código Penal, que contempla penas de siete meses a dos años.
Rine aprovechó su derecho a la última palabra para insistir en que no se resistió a salir del vehículo tras chocar contra el camión, sino que estaba atontado por el impacto y no era capaz de moverse, además de afirmar que le destrozaron el coche, incluso llegó a afirmar que «le acribillaron» la puerta a tiros.
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