Valladolid

El rey de las peonzas que está conquistando YouTube

Conocido en la red como 'Flowbeyblade', este tudelano ha logrado cautivar a una audiencia de más de 113.000 suscriptores gracias a su pasión por estas pequeñísimos y veloces trompos de alto rendimiento que pueden alcanzar hasta los 300 kilómetros por hora. «Son tan rápidas como un coche de Fórmula 1», apunta este youtuber cuyos vídeos rebosan entusiasmo, conocimiento y estrategias para vencer en los combates. Ofrece análisis detallados de los distintos modelos, tutoriales sobre técnicas avanzadas, reseñas, recomendaciones y también hace unboxing (desempaquetados en directo) de los nuevos modelos que le van llegando. Jesús se asegura de ofrecer contenido que no solo entretenga, sino que también forme e informe a una audiencia ávida de saber más y más sobre este juego japonés. «Cada modelo de Beyblade tiene su propia historia y características únicas. Todas las importo desde Japón«, comparte este experto en peonzas, cuya colección se compone de cerca de 1.800 referencias.

Su afición nació siendo muy pequeño, al ver a su hermano mayor y a su primo, jugando con estos trompos. «La primera generación de estas peonzas surgió en 1999. Yo me enganché más a la segunda generación, que surgió en el 2010. Me encantaba jugar con ellas. Tienen algo que engancha. Hubo un tiempo en el que las dejé un poco de lado, pero en 2019, cuando salió la tercera generación me compré algunos modelos. Poco antes de la pandemia probé a hacer un vídeo en Youtube y tuve suerte porque gustó bastante. Enseguida fui creciendo y gente con muchos seguidores me empezó a mencionar. Ya en el confinamiento, como todo el mundo consumía tantísimo contenido en internet, empecé a crecer y crecer, hasta hoy», explica Jesús 'Flowbeyblade'.

Su proceso creativo va más allá de simplemente mostrar peonzas en acción. Su habitación se ha convertido en su particular santuario dedicado al mundo blader. Es el escenario donde nace la magia de sus vídeos y está repleto de modelos meticulosamente organizados. «Tengo piezas especiales de ediciones limitadas que pueden costar unos 150 euros y también tengo alguna que vale 300 euros. En el mercado hay peonzas de todos los tipos y precios. De hecho, hay algunas que salieron hace unos 20 años y que son específicas de torneos, pueden costar entre 5.000 y 6.000 euros», comenta.

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Esta pasión por las peonzas japonesas trasciende fronteras y conecta a personas de todo el mundo, por ello, el contenido de este youtuber se está haciendo un hueco entre los aficionados a este juego. Está tan al día de las novedades, que sus seguidores ansían visualizar cada nuevo vídeo. Además, su presencia en otras redes sociales como TikTok, donde también tiene 110.000 seguidores contribuye a que su audiencia crezca día a día. También le llaman para acudir a los diferentes torneos oficiales que se organizan. «Lo divertido es competir en duelo contra otros oponentes. Gana quien 'reviente' la peonza al contrario. Se juega en un pequeño recinto portátil que llamamos estadio. Cuando las peonzas chocan entre sí, se pueden acabar desmontando. Hay batallas que son realmente emocionantes. Son como pequeños combates de boxeo pero con la estrategia del ajedrez», indica este experto. «Las Beyblade son mucho más que unas peonzas de juguete. Son toda una experiencia de juego y coleccionismo pues hay un montón de modelos distintos», añade.

A este tudelano le apasiona tanto este mundo, que este próximo mes de febrero se trasladará a Japón, donde tiene pensado vivir durante al menos un año. «Estuve este verano pasado de vacaciones y me gustó tanto la experiencia que quiero irme a vivir allí, a la cuna del Blayblade. Estando en Japón podré comprar las peonzas mucho más baratas, me ahorraré mucho dinero de los envíos y generaré contenido de forma más inmediata, ya que no tendré que esperar días hasta tener en mis manos las nuevas peonzas que vayan saliendo», argumenta

'Flowbeyblade' se considera todo un afortunado. Le apasiona lo que hace y eso le da para pagarse sus peonzas y para «algún caprichito más». Él es muy consciente de la enorme dificultad de hacerse un hueco entre los grandes youtubers. «Mi sueño es poder vivir de esto y jubilar a mis padres antes de tiempo, pero todavía no me da para independizarme. Yo empecé a hacer los vídeos con el ordenador viejo de mi hermano y con un móvil que me dio mi primo. Poco a poco, he podido ir comprándome un buen equipo para trabajar y también algunas marcas me han regalado algunas herramientas de trabajo, como por ejemplo el micrófono. Me dirijo a un nicho muy pequeño pero que poco a poco va creciendo. En países de Latinoamérica, el Beyblade está más extendido y hay más creadores de contenido que hacen vídeos sobre este tema. En España soy de los pocos que me dedico a esto. Además es difícil sobresalir en YouTube. Hay que trabajarlo mucho y estar muy atento a los pequeños detalles, como elegir bien los títulos y las miniaturas o a qué hora subir los vídeos», concluye.