Valladolid
La resurrección virtual del convento de San Agustín

Un vídeo reconstruye las partes no conservadas de la iglesia, hoy sede del Archivo Municipal, y el resto de las dependencias monacales que desaparecieron

Enrique Berzal

Valladolid

Jueves, 12 de diciembre 2024, 21:03

Se trata, en palabras de Eduardo Pedruelo, director del Archivo Municipal, de «resucitar, a través de la tecnología, cómo era el convento de San Agustín y su entorno». En eso consiste el vídeo que ha presentado a las 12:30 de la mañana, en las dependencias del Archivo, el alcalde, Jesús Julio Carnero, acompañado de Pedruelo. Son 18 minutos que reconstruyen, gracias a las más avanzadas tecnologías, las partes no conservadas de la iglesia de San Agustín, así como el resto de las dependencias monacales que desaparecieron. Este trabajo virtual, que cualquier interesado puede contemplar en la página web del Archivo Municipal, recrea también el entorno urbano del convento y ubica buena parte de las obras de arte con las que fue dotado, pacientemente localizadas a través de distintos estudios publicados a lo largo de los años.

La realización del vídeo, impulsada y patrocinada por el Ayuntamiento de Valladolid a través del Archivo, ha corrido a cargo del equipo formado por el catedrático emérito de Historia del Arte de la Universidad de Valladolid, Jesús Urrea Fernández, responsable del asesoramiento científico, y por los arquitectos Daniel López Bragado, Víctor Lafuente Sánchez y David Marcos González, coordinados por Luis Alberto Mingo Macías, quienes se han hecho cargo de la parte técnica, a partir del uso de nuevas tecnologías de la imagen (modelizado 3D y renderizado).

A través de la consulta de diversas fuentes documentales y bibliográficas, entre las que destacan los fondos del Archivo Municipal y el trabajo de María Antonia Fernández del Hoyo sobre los conventos desaparecidos de Valladolid, el vídeo, de 18 minutos de duración, se aproxima a la realidad de aquella emblemática construcción levantada en el entonces llamado barrio de Reoyo, una de las zonas más antiguas de la ciudad, y que tiene su origen en la cesión, en 1407, del palacio del condestable Ruy López Dávalos a los frailes agustinos. Estos fueron haciéndose con terrenos en las inmediaciones hasta que pudieron erigir una nueva iglesia, de planta de cruz latina y cinco capillas, y un nuevo convento entre la segunda mitad del siglo XVI y 1627, según trazas de Rodrigo Gil de Hontañón (cabecera) y Alonso de Tolosa y Diego de Praves (nave, capillas laterales y portada).

El vídeo reconstruye, con la máxima fidelidad posible, elementos arquitectónicos y artísticos como la bóveda de la capilla de Santiago, el resto de capillas, las obras de arte más relevantes, todo el interior desde diferentes perspectivas, el claustro de la zona conventual con sus dos pisos con arcos de medio punto y un pozo en el centro del patio, y los alrededores de aquel conjunto que también incluía el Colegio de San Gabriel, obra del arquitecto Juan de Nates, situado en el lado opuesto de la iglesia y separado por un estrecho callejón. Saqueados a principios del siglo XIX por las tropas francesas, que lo emplearon como albergue, cuartel y almacén, el convento y la iglesia de San Agustín iniciaron un periodo de franco deterioro tras la desamortización. De hecho, a mediados del XIX, el convento fue empleado como panadería y la iglesia, como granero para la caballería de la guarnición militar.

Permutado por el Ejército al Ayuntamiento en 1942, este no se hizo con el control efectivo del edificio hasta 1966, que continuó sirviendo a menesteres tan variados como zona de aparcamiento de vehículos particulares, escenario de eventos culturales y vertedero. Finalmente, los trabajos de rehabilitación, iniciados en 1999 conforme el proyecto firmado por los arquitectos Gabriel Gallegos y Primitivo González, recuperó los valores y la esencia de los restos conservados, y permitió que la iglesia albergara el Archivo Municipal.