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Una restauración pendiente del permiso de una pareja de cigüeñasLa restauración de la cubierta de las Huelgas Reales de Valladolid ha estado ligada íntimamente desde el pasado otoño al capricho de la naturaleza ante la anidación de una pareja de cigüeñas. Y es que un macho y una hembra vieron en esta decimonónica cubierta ... un buen emplazamiento para su nido de amor.
Tal es así que anidaron, que encontraron aquí buen abrigo, con el peso que significaba para la integridad de los tejados dado que los ejemplares en la creación de sus ponederos emplean palos que fácilmente pueden superar los 300 y 400 kilos de peso a lo que hay que sumar la estancia de las propias aves.
Esta situación provocaba cierta preocupación e inquietud entre la comunidad cisterciense propietaria del monasterio, como sucede en muchos otros conventos e iglesias de la capital y provincia vallisoletana, por eso que desde la Junta de Castilla y León se controla esta anidación para evitar situaciones de peligro por derrumbe de las techumbres por el peso acumulado de los animales y sus guaridas que pudieran derivar en momentos de peligro tanto para personas como para la fauna.
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Y esta situación armonía y cariño derivó que durante la pasada primavera repentinamente para los humanos fueran avistadas sendas crías, dos cigoñinos, con lo que espantarlas de allí estaba incluso prohibido por normativa pese a la urgencia de tener que comenzar la obra del arreglo de estos tejados del templo de finales del siglo XVI.
Así, el paso del tiempo y el crecimiento de las pequeñas aves ha motivado que, de manera natural, las cuatro cigüeñas hayan emigrado del emplazamiento y, por tanto, abandonado el nido creado con lo que en la actualidad ya hay vía libre para actuar sobre este monumento.
Sin duda un alivio tanto para las administraciones como para la propiedad para conceder licencias y permisos así como para poder iniciar e arreglo del tejado ante de la llegada de la temporada de lluvias y, por tanto, con la intención de evitar en la medida de lo posible nuevas humedades y entradas de agua al interior del templo pudiendo afectar tanto al patrimonio civil como al escultórico o pictórico destacando los grandes retablos del escultor Gregorio Fernández.
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