La grúa retira el coche con Wendy dentro para sacarla del habitáculo en el depósito de vehículos. Rodrigo Jiménez

Rescatan a una perra que llevaba al menos 24 horas encerrada en un coche en Valladolid

Wendy, una yorkshire de 10 años, pasó todo un día en un vehículo aparcado en Pajarillos después de que sus dueños, que eran pareja, tuvieran una supuesta discusión

Marco Alonso

Valladolid

Martes, 15 de noviembre 2022, 00:27

La Policía Municipal ha rescatado en la noche del lunes a Wendy, una yorkshire de 10 años que llevaba al menos 24 horas encerrada en un vehículo estacionado en la calle Villabáñez de Valladolid. «Si estamos en verano, se muere». Eso es lo que repetía ... cada persona que pasaba por esta conocida vía del barrio de Pajarillos y veía ladrar a esta pequeña perrita, que se mostraba terriblemente nerviosa por no poder salir del habitáculo.

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Un vecino aseguró que vio a la perra el domingo por la noche en el coche, pero no le dio mayor importancia porque pensó que su dueño volvería pronto a por ella, pero no fue así. Las horas fueron pasando y Wendy seguía en el vehículo, un Opel Astra, sin que su dueño fuese a por ella.

Se hizo de día y Vanesa Arroyo pasó por allí. «A las 10 de la mañana vimos al perro ahí y pensamos que alguien podía haber entrado en la oficina del Ecyl y le había dejado un rato en el coche, pero volvimos a pasar a las 2 y pico y estaba en el mismo sitio. Así que llamé a la Policía», explica esta vecina, que pronto se encontró con otra mujer, Ana T., que había dado aviso de esta situación a eso de las 13:00 horas «Llamé al 091 y me dijeron que llamase al 092, que es el que se encarga de estos temas de animales. Les llamé y me dijeron que lo estaban gestionando, pero el tiempo pasaba y no venía nadie», apunta Ana, que posteriormente se puso en contacto con Keka, de Peludos Perdidos, quien también se comunicó con las autoridades competentes hasta que se personaron en el lugar en torno a las 14.45 horas.

Los agentes de la Policía Local desplazados trataron de dar con el propietario del vehículo, pero les resultó imposible y, al ver que el animal se encontraba nervioso pero parecía en buen estado, decidieron marcharse y esperar a que el dueño regresara a por el animal. «Si le viésemos que está mal, romperíamos la ventana y le sacaríamos, pero no es el caso», apuntó uno de los policías antes de irse. Al ver que el yorkshire se quedaba solo, las mujeres que llamaron a la Policía decidieron regresar lo más pronto que pudieron para comprobar si seguía allí. Y allí estaba a las 18:00 horas.

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Tras otra buena retahíla de llamadas, los agentes regresaron al lugar y todo hacía indicar que, por fin, Wendy iba a salir de su prisión. La Policía había avisado a la grúa para que se llevase el coche al depósito de vehículos y a los bomberos para que lo abriesen allí, lejos de las miradas de los curiosos. Y entonces entró en escena una mujer, que comenzó a hacer carantoñas a la perra mientras le llamaba Wendy. Era la dueña.

Wendy, en el interior del vehículo en Pajarillos. Rodrigo Jiménez

Y llegó la dueña

«¿Por qué tiene al perro tanto tiempo dentro del coche?», preguntó uno de los policías y la respuesta de la mujer fue la siguiente: «He echado a mi pareja de casa por circunstancias nuestras después de una discusión. Ha cogido la ropa y se ha llevado a la perra ayer -por el domingo- sobre las 19:00 o las 20:00 más o menos. Ahora he pasado por aquí y, al ver tanta gente al lado de su coche -el de su pareja-, me he acercado y ahí he visto a la perra», explicó esta señora.

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La mujer no tenía llaves del vehículo y mientras llegaba la grúa desveló que el animal no tenía microchip, por lo que se complicaba determinar si en realidad era la dueña y, por lo tanto, que se le devolviera a la perra. La Policía informó a la mujer, que se encontraba visiblemente emocionada, de que la grúa se iba a llevar al depósito al coche y de que allí se sacaría a la perra del habitáculo para llevarla después a la clínica veterinaria Huellas, que colabora con la perrera municipal.

La mujer aseguró que en la cartilla de vacunación del animal figuraba su nombre, pero como Wendy no tenía microchip esta vecina deberá demostrar que la perra es suya y para podérsela llevar necesitará ponerle el chip. «Qué hagan con el coche lo que quieran, pero qué me den a mi perrita», solicitaba la mujer, quien, al ver que iba ser imposible llevarse a Wendy hasta el martes, decidió marcharse a casa «para dar de cenar a los nietos».

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Wendy se tranquilizó un poco cuando se fue esta mujer, pero volvió a ponerse especialmente nerviosa en el momento en el que la grúa comenzó a mover el coche. ¿Por qué no sacaron a la perra en la calle y decidieron hacerlo en el depósito? La respuesta de la Policía fue la siguiente: «Este tipo de cosas suelen atraer a muchos curiosos y no queremos que esto se convierta en un espectáculo», indicó uno de los agentes para cerrar una jornada que acabó con esta perrita en la clínica veterinaria, con varias vecinas satisfechas por haber contribuido a que se resolviera esta historia y con la incógnita de dónde está el propietario del vehículo, que no pudo dar con él ni la Policía y se encontrará con una pegatina en lugar de su coche en el número 20 de la calle Villabáñez, además de con una multa por incumplir la Ordenanza de Convicencia y Protección Animal.

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