Una llamada al 112 pasadas las 4 de la madrugada alertó a los Bomberos de que un joven había quedado atrapado entre las traviesas de las vías del tren bajo el Arco de Ladrillo, junto a los antiguos talleres de Renfe. Hasta allí se desplazaron Bomberos, Policía Local, Policía Nacional y una ambulancia del Sacyl. Cuando la ayuda llegó, en el lugar se encontraban dos jóvenes; uno de ellos sin poder moverse, al haberse quedado enganchado entre las traviesas de las vías. «Cada traviesa pesa doscientos kilos», explican fuentes implicadas en el rescate.
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Tal y como explicaron los jóvenes, a uno de ellos se le había caído el teléfono móvil mientras estaba andando por encima de una pila de traviesas, «de más de tres metros de altura», y el otro joven decidió «reptar» para rescatarlo. «Una vez llegó abajo quedó atrapado de pies, cadera y cabeza y no se podía mover», han señalado los bomberos.
Un equipo de 11 efectivos han tenido que trabajar más de dos horas para poder excarcelar al joven, un varón de 19 años, «que se quejaba de que le dolía todo», por lo que, tras el rescate, fue trasladado en una ambulancia del Sacyl al Hospital Río Hortega. El trabajo no ha sido fácil. «Hemos tenido que ir rompiendo los hierros con muchísimo cuidado para no provocar ninguna herida al chico», apuntan los bomberos.
Además de los 11 efectivos han tenido que utilizar tres máquinas, entre ellas la escala en modo grúa. Cuando Policía y Bomberos llegaron al lugar señalado solo había dos jóvenes, aunque el personal de seguridad de la zona había detectado previamente a cuatro personas.
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