Aquavall prevé reabrir el túnel de Vadillos solo hacia el centro el miércoles

Los operarios han reparado ya las dos tuberías en las que se produjeron sendos reventones simultáneos a media tarde del martes. El más aparatoso ocurrió en la calle Casasola, sobre la calzada que discurre hacia el túnel de Vadillos, que permanece cortado a la circulación en los sentidos (Vadillos y Pajarillos). Aquavall trabaja ahora en el rellenado del boquete abierto para realizar la reparación y apunta a mañana como posible fecha para la reapertura del paso subterráneo, al menos, en el carril que discurre de Pajarillos hacia el centro. El otro sentido podría esperar, en principio, hasta el fin de semana.

La compañía municipal del agua reparó en paralelo una segunda fuga, que tuvo lugar a la misma hora de la tarde del lunes, en torno a las siete, en la calle González Dueñas, una perpendicular a la avenida de Palencia, en La Rondilla, y que dejó también a decenas de vecinos del entorno sin suministro. Allí la tubería fracturada, de 150 milímetros de diámetro y de fibrocemento, era de menores dimensiones y la reparación fue más rápida, según han informado fuentes de Aquavall.

El conducto fracturado en la boca del túnel de Vadillos, sin embargo, era de los más grandes de la red de suministro, al tratarse de una tubería también de fibrocemento (un material que está siendo sustituido de manera progresiva en la capital), pero de trescientos milímetros de diámetro. Los operarios habían concluido a primera hora de la mañana de hoy la sustitución del tramo fracturado y a media tarde habían rellenado ya la zanja abierta entre la acera del lado de los pares de la calle Casasola y la calzada que discurre hacia Pajarillos, justo en la entrada del paso subterráneo. Allí han tenido que retirar un tramo del vallado de la acera y un buzón de Correos para facilitar la tarea. La cercanía de otras redes de suministro subterráneas ha complicado los trabajos. El problema aquí, una vez solventado este escollo, pasa por el hormigonado del firme y el posterior asfaltado.

La Policía Local mantiene por ahora cortado el paso hacia el túnel tanto desde la calle Villabáñez, desde Pajarillos, como desde Casasola (Vadillos) a la espera de la evolución de los trabajos. La zanja abierta para reparar la tubería fracturada ocupa la calzada que discurre de Vadillos a Pajarillos, aunque por ahora se mantiene cerrado el paso al completo en los dos sentidos. La previsión de Aquavall pasa por la posible apertura este miércoles por la mañana del carril entre Pajarillos y Vadillos. El otro carril (en sentido opuesto) permanecerá cerrado para «permitir que el «hormigón fragüe» puede que hasta el fin de semana.

El corte del paso de Vadillos ha provocado un lógico incremento de la circulación en las calles del entorno, sobre todo, en el túnel de la Circular, el punto más cercano para superar las vías entre los barrios de la zona este y el centro, situado unos seiscientos metros al sur y que ha asumido el grueso de la circulación desviada desde Vadillos.

La otra alternativa se encuentra al norte, en el nuevo paso subterráneo de la calle Andrómeda, situado a unos seiscientos metros, al que se llega por el paseo de Juan Carlos I desde el corte hacia el túnel de Vadillos, en el cruce de Cigüeña con Villabáñez, en Pajarillos, o por el paseo del Cauce, del lado contrario.

El corte del túnel de Vadillos ha obligado, además, a desviar cuatro líneas de autobuses urbanos (C1, C2, PSC2 y M6) y a suprimir temporalmente las paradas de estas líneas situadas a los dos lados de las bocas (calle Villabáñez, en el número 19, para las líneas C1 y M6 y plaza de Vadillos, frente al número 5, para la C2 y la PSC2), según han informado fuentes de Auvasa.

El reventón de la tubería de la calle Casasola se produjo en torno a las seis de la tarde, cuando el agua comenzó a brotar «a chorro» por el asfalto de la calzada, al borde de la acera, justo en la boca del túnel de Vadillos. La riada provocó la inundación del paso subterráneo, en el que tuvieron que achicar el agua para evitar males mayores mientras los operarios comenzaban las labores para descubrir y reparar la tubería de trescientos milímetros de diámetro afectada. El barro aún cubría hoy el entorno del lugar del reventón.

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