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Producido por Renault entre 1972 y 1984, medio siglo después vuelve a las máquinas de montaje de la empresa del rombo. Se fabricó en Valladolid, también en Palencia -además de en otros países-, y en total se hicieron más de cinco millones de unidades. Parece ... que todo está destinado a ese número. La cantidad de unidades o las décadas desde que se comenzó a fabricar. Ahora, Renault recupera el mítico R5 en formato 100% eléctrico. Tendrá un precio que va desde los 25.000 euros y se espera que esté por las calles en 2025, con el inicio de la comercialización durante el último cuatrimestre de 2024. El nuevo R5 es la apuesta de la marca de Renault para «democratizar» el vehículo eléctrico.
El motor tendrá tres niveles de potencia, de 110, 90 y 70 kW, más compacto que el del Megane E-Tech 100% eléctrico. Habrá dos opciones de batería. La de mayor capacidad, de 52 kWh y una autonomía de hasta los 400 kilómetros, y la segunda, con una capacidad de 40 kWh, con una autonomía de hasta 300 kilómetros. El motor de 110 kW se combina con la batería de 52 kWh, mientras que los motores de 90 kW y 70 kW se combinan con la batería de 40kWh. En la primera versión, el vehículo acelera de 0 a 100 en menos de ocho segundos y de 80 a 120 en menos de siete segundos. La velocidad máxima está limitada de manera eléctrica a los 150 kilómetros por hora y el coche será capaz de arrastrar un remolque de hasta media tonelada.
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El nuevo R5 será el primero de una serie de coches equipados con el nuevo cargador bidireccional de corriente alterna de 11 kW, que permitirá las funciones V2L -'vehicle-to-load'- para conectar un dispositivo a la batería del coche, y las funciones V2G -'vehicle-to-grid'-, para devolver electricidad a la red y ahorrar dinero en la recarga doméstica. Con un cargador CA de 11kW la batería de 52kWh pasará del 10% al 100% en cuatro horas y media, mientras que con la de 40kWh tardará una hora menos.
Habrá diferentes versiones del mismo modelo, atendiendo a su interior y su exterior. Las diferencias están en las llantas, que tendrán un modelo disco, uno 'techno' y otro 'chrono'. Todas ellas de 18 pulgadas, enrasadas con la carrocería y con vías anchas, de 1,55 metros por delante y 1,53 metros por detrás. Las dimensiones del vehículo son de 1,77 metros de ancho y una longitud de 3,92 metros, más corto que el Twingo y algo más largo que el Clio. En el interior, el propio diseño marcará la versión. Habrá dos diferenciadas, una con un tapizado vaquero, de nuevo evocando la visión pop que Renault quiere transmitir con el renovado R5, y otra con el interior amarillo, en consonancia con el modelo del mismo color y que corresponde con la gama más alta. Por el momento, el color no se podrá cambiar, de manera que, a efectos de diseño, lo ideal es combinar las versiones en amarillo. Aunque para gustos, los colores, nunca mejor dicho.
El volumen del maletero del nuevo R5 alcanza los 326 litros, donde también se incluye el espacio destinado a la ubicación de los cables de la batería, que restan 27 litros del total. Es decir, la capacidad hábil es de 299 litros. En el interior también se incorpora una pantalla táctil de diez pulgadas con una secuencia gráfica y de bienvenida diseñada con uno de los pioneros de la música electrónica en Francia, Jean-Michel Jarre, quien también ha desarrollado los entornos sonoros de a bordo.
Renault ha puesto el énfasis en la personalidad del vehículo, con unos faros delanteros que se asemejan a pupilas y que guiñarán el ojo al conductor -de manera literal- cuando la llave del coche se acerque al mismo. «Los faros la daban un aspecto travieso, casi humano. Una mirada simpática», destacan desde la marca. Los colores son otro de los puntos clave del nuevo R5. Serán cinco, como no. Con especial atención a algunos pop, como el amarillo y el verde, que en la cercanía tienen un efecto purpurina, mientras que a distancia el color es opaco. Son además dos colores emblemáticos de los primeros modelos de los años 70 y relacionados con la historia del Renault 5. También estará disponible en blanco, en negro y en azul oscuro. Junto con el guiño de los faros, el capó del vehículo también se iluminará con un 5, separado en cinco franjas blancas, que indicará el porcentaje de la batería del coche.
El color es también relevante en la gran pantalla horizontal del interior del coche, que puede personalizarse en función del modo de conducción seleccionado, del estado de ánimo o de los deseos del conductor. Aquí se pueden combinar ocho colores, dos espesores y cuatro texturas. En total, más de 128 variaciones diferentes. El vehículo será totalmente personalizable, con 104 accesorios, algunos de ellos fabricados con una impresora 3D, donde se encuentran un selector de cambios en forma de pintalabios e incluso una porta baguette que se podrá colocar junto al asiento del copiloto. También en el exterior, con una gama de decoraciones de personalización con franjas en el techo y en las puertas delanteras, con dos versiones, una en color rojo o negro y otra en dorado o plateado.
El R5 Turbo, uno de los modelos más emblemáticos del modelo, es la principal fuente de inspiración para ciertos detalles del nuevo eléctrico. Por ejemplo el diseño de los asientos, con una estructura decorativa en forma de 'H' sacada directamente del original. Los guiños son múltiples, como se observa en una etiqueta oculta del interior del vehículo, situada dentro de uno de los bolsos de los asientos delanteros, donde aparecen los cuatro modelos del R5 junto con sus años de fabricación. El vehículo ofrecerá más de 50 aplicaciones para escuchar música, estar informado, conocer la historia de los lugares turísticos por los que se pasa e incluso ver una película.
Renault integra por primera vez un avatar al volante, que se llama Reno, y que funcionará como asistente en carretera. Una especie de Siri al volante, que se integra en el R5 como una de las grandes novedades. El compañero de viaje será capaz de responder a las 200 preguntas más frecuentes detectadas por el servicio postventa de la marca, pero también funciona con Chat GPT y será capaz de hablar con el conductor y de responder a más preguntas, haciendo uso de la inteligencia artificial.
El vehículo se fabrica en Europa, incluida su batería. Renault avanza que se compromete a producir el vehículo a partir de marzo de 2025, con la intención de que el año que viene ya se pueda ver por las carreteras. En concreto, cada vehículo y cada batería se ensamblarán en la planta de Douai con una mecánica fabricada en Cléon y módulos producidos en la factoría de Douai a partir del verano de 2025. Se incorporarán un 22% de materiales procedentes de la economía circular, incluidos 41 kilos de polímeros reciclados. Por el momento, se desconoce el precio de las diferentes versiones, si bien está confirmado que irá desde los 25.000 euros para las gamas más bajas.
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