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Lunes, 13 de enero 2020, 20:39
El via crucis societario en que se encuentra sumido Renault desde que se desató el caso Ghosn tuvo una nueva estación con el desplome en la jornada de hoy de las acciones del fabricante francés, que se encuentran en mínimos de seis años por el ... temor de los inversores de que la alianza que une a la marca del rombo con Nissan desde hace 20 años esté abocada a la ruptura.
Los títulos de Renault cerraron en la Bolsa de París con una caída del 2,82%, después de que el 'Financial Times' publicase que ejecutivos de Nissan han encargado en secreto un plan para la separación de los dos fabricantes. Las acciones han perdido más de un tercio de su valor desde el arresto de Ghosn, en noviembre de 2018, y su posterior destitución como jefe de la Alianza Renault-Nissan-Mitsubishi.
Los ataques dirigidos contra el constructor nipón y también contra el galo por parte de Ghosn, que huyó desde Japón al Líbano, son un nuevo conatratiempo que se suma a una lista que empieza a ser demasiado larga para Renault e incluye desde el fracaso de su operación de fusión con Fiat-Chrysler hasta una renovación de la cúpula directiva que no termina de culminarse.
Las relaciones entre japoneses y franceses llevan tensándose desde hace años. Según explicaron a la agencia Reuters fuentes cercanas a Nissan, hay que remontarse a 2015, cuando la alianza acordó dividir de forma equitativa los costes de I+D en nuevas tecnologías y productos. Esa estrategia «no valoró de forma correcta el trabajo de Nissan, cuya producción de ingeniería fue un 40% superior a la de Renault, lo que significa que los ingenieros de Nissan produjeron en promedio un 40% más que sus homólogos de Renault», señaló una de las fuentes. «Cuando se midió con mayor detalle –añadió–, la producción de Nissan en algunos casos dobló la de Renault».
Según el diario financiero británico, Nissan habría diseñado una estrategia para la separación total de Renault en los apartados de ingeniería y fabricación, así como para introducir cambios en el consejo de administración de Nissan. La planificación de contingencia de Nissan se ha acelerado desde la fuga de película de Ghosn durante el cambio de año.
Renault posee el 43,4% de Nissan, mientras que Nissan ostenta el 15% de Renault, sin derecho a voto, en una integración que data de 1999. Desde 2016, Nissan controla Mitsubishi con una participación del 34%.
Renault se encuentra en el proceso de nombramiento de un nuevo ejecutivo máximo, después de la destitución de Thierry Bollore el pasado octubre. Jean-Dominique Senard, quien se unió a Renault como presidente desde Michelin a principios de 2019, tiene previsto presentar varios proyectos combinados diseñados para demostrar que la alianza aún puede funcionar. «No podremos sobrevivir si no nos movemos rápidamente de manera coordinada», indicó, según informa Europa Press.
La semana pasada, el italiano Luca de Meo abandonó la presidencia de SEAT para negociar su incorporación a Renault.
Carlos Ghosn ha presentado una demanda contra Renault en Francia para reclamar el pago de la jubilación del constructor francés del que era consejero delegado, un puesto al que se vio obligado a renunciar tras su arresto en Japón en noviembre de 2018 en relación con su responsabilidad en Nissan. En sendas entrevistas realizadas en Beirut, donde está refugiado, a dos medios franceses, Ghosn justifica ese procedimiento ante la Magistratura de Trabajo con el argumento de que formalmente no dimitió como 'número uno' de Renault.
Tras un intercambio de cartas entre las partes insatisfactoria para sus intereses, el antiguo ejecutivo escribió a mediados de diciembre a la Autoridad de los Mercados Financieros de Francia porque a su juicio la comunicación financiera de Renault sobre su salida fue errónea. A finales del mes pasado llevó el caso ante la Magistratura del Trabajo, según informa Efe.
«¿Mi dimisión de Renault? Es una farsa», subraya en declaraciones al periódico 'Le Figaro', al que narra que inicialmente quiso solucionar el contencioso de forma amistosa, si bien recuerda que cuando dejó la compañía se encontraba encarcelado.
Añadió que había que nombrar a un consejero delegado que le sustituyera y por eso firmó una carta el 23 de enero de 2019 en la que decía: «Quiero retirarme de mis funciones para permitir que la empresa restablezca su gobernanza».
El consejo de administración de Renault interpretó que se trataba de la «dimisión» de Ghosn y así lo hizo saber en un comunicado. A continuación, redujo al mínimo la remuneración de su ya exdirigente en el ejercicio 2018.
Ghosn sostiene que en su carta explicaba que dejaba sus funciones pero sin renunciar a sus derechos.
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