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Más de un millón de kilómetros, por todo tipo de carreteras y en tres países distintos. No es el resumen de un rally imposible, ni la planificación de unas vacaciones larguísimas, ni un récord Guinness a batir. Es lo que habrá rodado el nuevo Renault Captur cuando complete la 'Confirmation Run', el programa de pruebas finales que garantiza que todo está a punto antes de comercializarlo.
Teniendo en cuenta que la circunferencia de la Tierra mide alrededor de 40.000 kilómetros por el ecuador, su zona más ancha, el trayecto que recorrerá el vehículo que se ensambla en exclusiva en Valladolid equivale a dar 25 vueltas al mundo. ¿Con qué objetivo? Detectar elementos de mejora e incorporarlos al coche antes de su comercialización para asegurar «el máximo placer de conducción», en la terminología de los expertos. O lo que es lo mismo, que vaya «lo más fino posible», en el lenguaje de la calle.
Cabe recordar que antes de comenzar a producir cualquier modelo hay una fase de prototipo en la que conductores especialistas pilotan este tipo de unidades, primero en un circuito cerrado y luego en carretera abierta. Son esos coches camuflados con vinilos blancos y negros con dibujos geométricos –para que sea difícil identificar los cambios en el diseño– que se ven a menudo en localidades con tanta presencia de la automoción como la vallisoletana.
Simplificando mucho, el siguiente paso es que el vehículo obtenga el Acuerdo de Fabricación. Eso supone que «está completamente validado y lo puede conducir cualquier cliente», según explica la jefa de Ingeniería del nuevo Captur, la vallisoletana de Portillo Laura Fernández. Y justo eso es lo que se hace. En el marco de su Plan Estratégico de Calidad Renault Group ha introducido las 'Confirmation Run', que consisten en ceder unos cuantos vehículos representativos a los llamados «clientes lambda» para que los usen «en su vida real».
Son más de un centenar distribuidos entre España, Francia y el Reino Unido (en este último caso «para obtener el 'feedback' de la dirección a derechas» tan característica de allí, como apunta Laura Fernández) y están recorriendo autovías, autopistas, vías secundarias y de montaña, pueblos y ciudades bajo una variedad de condiciones meteorológicas para reproducir lo más fielmente posible lo que se encontrará el usuario final.
La labor que realizan estos conductores complementa los ensayos que hacen los expertos. Para ello se han preparado 60 coches idénticos a los que luego saldrán al mercado salvo por el hecho de que están «monitorizados», es decir, que incluyen un botón especial que al pulsarlo registra lo que ocurre. A esto se añade una aplicación en el teléfono móvil donde los colaboradores describen que han notado al volante.
Una información valiosísima a la que pueden acceder en tiempo real los ingenieros del Centro de I+D+i de la marca –con sede en Valladolid– que dirige César Lorenzo, que gracias a este sistema pueden ir analizando y resolviendo las incidencias sin necesidad de esperar a que acaben las pruebas. Hasta el momento se han notificado 150 puntos de mejora en el Captur, un auténtico 'best seller' que comenzó a fabricarse en 2013 y del que desde entonces se han producido alrededor de 2,2 millones, el 90% de ellos con destino a la exportación a 90 países.
La 'carrera de confirmación' del modelo de Renault más vendido en España arrancó en agosto de 2023 y ya está muy cerca de alcanzar la meta, puesto que los kilómetros realizados ascienden a 750.000. Solo queda la última etapa: que llegue a los concesionarios a finales de este mes de junio.
Más de mil ingenieros, la cuarta parte de ellos mujeres, ponen a diario su talento al servicio de la innovación en el Renault Technology Spain (RTS), el Centro de I+D+i del Grupo Renault en España. Este departamento participa en el desarrollo de todos los automóviles que se producen en nuestro país y «durante toda su vida serie, hasta el final», según indica su director, el palentino César Lorenzo. Con una diferencia respecto a Francia, que «los jefes de proyecto de cada vehículo están localizados aquí». El RTS es «polo de hibridación», el lugar de la firma del que dependen más modelos híbridos, lo que le sitúa a la vanguardia de la nueva movilidad. A esto se añade su liderazgo en ADAS(sistemas de ayuda a la conducción). La complejidad creciente de los coches hace que «las actividades tecnológicas» cada vez tengan más peso en el centro. Ejemplo de ello son las plataformas de integración eléctrica-electrónica (PIES), donde se comprueba la conexión entre esos sistemas antes de montarlos. El RTS también cuenta con un Laboratorio Creativo «tejido con el ecosistema de 'partners' y universidades» que aprovecha el potencial de las nuevas generaciones y las conecta con la industria. Sus integrantes tienen entre 22 y 28 años.
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Óscar Beltrán de Otálora y Gonzalo de las Heras
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