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Imagen simulada del resultado final de las obras del jardín de lluvia en la rotonda de la calle Pilar Miró de Valladolid.

La renaturalización del polígono de Argales

Las obras del proyecto europeo de cooperación transfronteriza INDNATUR para la creación de un corredor verde azul en la rotonda de Pilar Miró y la avenida Norte de Castilla finalizarán en septiembre

Andrea Díez

Valladolid

Miércoles, 28 de julio 2021, 11:05

Son pocos los que se atreven a subestimar el poder de la naturaleza. Las consecuencias de la degradación del planeta son visibles, así que cada acción por preservar y mejorar los espacios naturales y también urbanos cuenta. Como ciudad demostradora Valladolid se ha embarcado en ... el proyecto europeo de cooperación transfronteriza INDNATUR para renaturalizar espacios tan aparentemente hostiles como los polígonos industriales. «Con este proyecto piloto queremos obtener un patrón que nos sirva como modelo para implementarlo en otros polígonos», explica Charo Chávez, concejala de Innovación, Desarrollo Económico, Empleo y Comercio del Ayuntamiento de Valladolid.

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Se trata de aplicar las llamadas Soluciones basadas en la Naturaleza para mejorar el entorno urbano en áreas industriales, adaptación al cambio climático y mejora de la calidad del aire. Para ello se han diseñado una batería de acciones en el polígono de Argales, en concreto la rotonda de la calle Pilar Miró y la avenida Norte de Castilla, «se construyó en los años 60 y queremos darle una segunda vida más sostenible de cara a la atracción de empresas y su regeneración desde el punto de vista urbanístico y de la sostenibilidad», indica la concejala.

INDNATUR desarrollado por un consorcio de siete socios de Castilla y León y la zona Norte de Portugal está liderado por la Universidad de Valladolid. La arquitecta, Mª Rosario del Caz, se encarga de coordinar el proyecto que plantea un corredor verde azul que conectará los espacios verdes que hay en este área, la acequia de Valladolid en el extremo este y el arroyo Espanta, en el extremo oeste del polígono. «Creamos una especie de L que es nuestro corredor para favorecer la conectividad de dos elementos que ya tienen una gran potencialidad ecológica y medioambiental», explica.

Soluciones basadas en la naturaleza

La intervención en la rotonda de la calle Pilar Miró contempla la incorporación de un jardín de lluvia en la isleta central, un aparcamiento filtrante, la plantación de árboles y la instalación de un banco, «será una zona fresca y atractiva donde podrán descansar los trabajadores de la zona» apunta la arquitecta. Por su parte, la paisajista, Boriana Christova detalla que «se plantarán especies que además generen biodiversidad flora y fauna». En el caso de la avenida Norte de Castilla se han buscado plantas vivaces de menor tamaño y arbolado en solo una de las aceras debido al tendido eléctrico y las infraestructuras subterráneas de suministro de gas y agua.

El carácter innovador de este proyecto está justificado por la implantación de soluciones basadas en la naturaleza por primera vez en una zona industrializada, «sí se han aplicado en otros ámbitos urbanos y residenciales, pero no hemos encontrado casos de aplicación en áreas industriales como esta con unas condiciones muy complejas», explica la coordinadora del proyecto y añade la concejala, Charo Chávez, «se han planteado soluciones verdes muy ad hoc».

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En la avenida Norte de Castilla se organizará el tráfico, tendrá cunetas filtrantes para evitar inundaciones, se dispondrán unos jardines portátiles y se implementará un carril bici. También se contempla una intervención más pequeña con la plantación de árboles en la avenida de Zamora y se están elaborando anteproyectos para la renaturalización de parcelas privadas. La financiación del proyecto se restringe a suelo público, pero «intentamos que se sumen los propietarios de estos espacios», indica Mª Rosario del Caz proporcionando un documento informativo sobre mejoras naturales que pueden incorporar.

Las acciones piloto enmarcadas dentro del proyecto son de carácter demostrativo y además de buscar una mayor sostenibilidad, tratan de responder al reto de estimular el crecimiento del empleo verde y la promoción de la eco-eficiencia y la eco-innovación. El proyecto INDNATUR está cofinanciado por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional a través del Programa Interreg V-A España-Portugal (POCTEP) 2014-2020. Coordinado por la UVA tiene como socios, a la Diputación de Ávila, Ayuntamiento de Valladolid, Instituto Politécnico de Bragança, Municipio de Bragança, la Fundación Patrimonio Natural y el Cluster AEICE.

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Programa de Compostaje

Una de las actuaciones innovadoras que se desarrollan en el marco de este proyecto europeo es la puesta en funcionamiento de una compostadora en fase de desarrollo en los polígonos industriales de Argales en el caso de Valladolid y Cantarias en el de Braganza. En este contenedor se acumularán los residuos orgánicos «que se generan en establecimientos del polígono para su transformación en abono natural», explica la arquitecta y coordinadora del proyecto, Mª Rosario del Caz. Mediante el compostaje se reproduce, de una forma controlada, la descomposición que se produce en la naturaleza, pero de forma acelerada. En esta instalación se facilita la transformación en abono sin olores, sin molestias y sin apenas esfuerzo. En esta línea, también se plantean otras actuaciones como la plantación de especies vegetales en unos sustratos obtenidos a partir del tratamiento de residuos de construcción y demolición. La coordinadora del proyecto indica que, de esta forma, «los propios residuos que se van a generar en la obra de los polígonos se transformarían y de esta forma no se desperdician, sino que vuelven a formar parte del polígono con otra vida».

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