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El proyecto de renaturalización del polígono de Argales, en el que se han invertido 215.960 euros en el marco del programa europeo Indnatur, parece haberse topado de frente con la realidad de un área industrial. Los parterres, maceteros y la estrella de este ... corredor verde, como es el 'jardín de lluvia' de la rotonda de la calle Pilar Miró, presentan a día de hoy un aparente estado de cierto abandono con malas hierbas creciendo entre las plantas e, incluso, árboles desaparecidos en algunos puntos de la avenida de El Norte de Castilla (antigua General Solchaga). Y todo ello, según lamenta la Asociación de Propietarios del polígono, «cuando las obras ni siquiera han sido entregadas formalmente al Ayuntamiento».
La concejala de Innovación, Charo Chávez, cuyo área ha impulsado este proyecto en el Polígono de Argales, reconoce el retraso en la finalización de las obras fruto de imprevistos surgidos durante su ejecución y apunta a que esta intervención «va más allá de la mera colocación de mobiliario y jardines y busca recuperar la biodiversidad en un espacio industrial». Indnatur, añade, cuenta también «con un cierto componente de pedagogía a la hora de entender que en algunos casos también busca precisamente que aflore la naturaleza y la biodiversidad».
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J. Sanz
Las obras del proyecto Indnatur (de regeneración de áreas industriales) arrancaron en septiembre del año pasado, con un plazo inicial de ejecución de tres meses, es decir, que debieron acabar ya en diciembre y alcanzaba a un tramo de la avenida de El Norte de Castilla, entre la avenida de Zamora y la calle Forja, y al final de la calle Pilar Miró y su prolongación por el cauce seco del arroyo Espanta. Y más o menos está rematado. El problema es que el tráfico pesado del polígono, y la acumulación de turismos, han acabado causando daños más que evidentes en el adoquinado que marca las plazas de estacionamiento y los parterres a las márgenes de la calzada de la avenida de El Norte de Castilla. Numerosos adoquines están ya tumbados o destrozados por los golpes de los vehículos al realizar las maniobras y los coches se amontonan a diario, incluso, sobre los alcorques que rodean el 'jardín de lluvia' de Pilar Miró.
Los empresarios lamentan que algunos árboles, plantados en enormes maceteros de madera en la avenida de El Norte de Castilla, «han desaparecido» y uno de estos cubos, incluso, ha sido volcado por el impacto de algún vehículo pesado. Las malas hierbas pueblan tanto los maceteros como los alcorques corridos a ras de suelo, que cuentan con un sistema de drenaje del agua de la lluvia para su riego. Las plantas y arbustos plantados en ellos compiten ahora con cardos y flores silvestres, y algunas basuras (plásticos, envases...).
Esta última escena se repite en el 'jardín de lluvia' de la rotonda (sin salida) de la calle Pilar Miró y en los alcorques que la rodean en las aceras. Allí tres jardineros se afanaban este miércoles por la mañana en cortar la maleza que poblaba, desde hacía semanas, el jardín en torno a los árboles plantados, aún en fase de crecimiento.
Los empresarios, en este sentido, reclaman el «cuidado» de los nuevos espacios verdes y apelan al Ayuntamiento a que «tenga en cuenta lo ocurrido» en el 'corredor verde' del polígono de Argales a la hora de lleva a cabo la urbanización prevista del siguiente tramo de la avenida de El Norte de Castilla, hasta el cruce con Daniel del Olmo, y de esta última calle, la arteria principal del área industrial, dos obras ya presupuestadas con 5,6 millones de euros que están pendientes de su comienzo, en principio, a lo largo del presente año.
La renaturalización del polígono de Argales incluyó la recuperación de un tramo olvidado del cauce del arroyo Espanta, un segundo afluente urbano del Pisuerga, que nace en La Cistérniga y que tenía su desembocadura en el Cuatro de Marzo. El arroyo fue canalizado y entubado en los años noventa y su cauce, que atravesaba el área industrial, cayó en el olvido. Un olvido del que rescatado hace más de medio año, cuando las máquinas limpiaron el cauce, abrieron un acceso desde la rotonda de la calle Pilar Miró y se plantaron árboles en un tramo de trescientos metros lineales, que choca, por un lado, con la tapia de la vía y, por otro, con una parcela cerrada de la avenida de El Norte de Castilla. Su cauce recuperado vuelve a estar hoy cubierto por la maleza, que cubre el sendero abierto entre septiembre y octubre del año pasado, en el que apenas se intuye ya el cauce y los árboles plantados entonces. Lo llamativo de la recuperación del cauce es que el acceso al mismo se ha cerrado con postes de madera y una puerta con llave.
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«El objetivo del proyecto era abrir el antiguo cauce a la vista, pero no hacerlo paseable, sino permitir la recuperación del espacio y de su biodiversidad, y eso incluyen cardos, hierbas silvestres, etcétera», aclara la concejala Charo Chávez.
El proyecto Indnatur, además, preveía la plantación de árboles en la mediana de la avenida de Zamora con el fin de que el corredor verde del polígono, inconexo, en cualquier caso, entre el 'jardín de lluvia' de la calle Pilar Miró y la avenida de El Norte de Castilla (en el tramo que las une por la calle Forja no se ha intervenido), estuviera unido con la Acequia de Valladolid, que discurre entre Vázquez de Menchaca y Arca Real y que contaba con anterioridad con un sendero y arbolado hasta la avenida de Madrid.
La renaturalización del polígono, a su vez, incluía la habilitación de un carril bici adosado a las aceras de la avenida de El Norte de Castilla, que está habilitado, pero que todavía no se ha asfaltado. En este recorrido, entre la avenida de Zamora y el cruce de la calle Forja, se colocaron algunos bancos entre los parterres, que aún lucen los plásticos y cartones que los envolvían cuando fueron colocados.
«Sabemos que la obra se entrega a principios de este mes y confiamos en que el Ayuntamiento la examine para que sea entregada en condiciones», apuntan desde la Asociación de Propietarios del polígono de Argales antes de incidir en que se tenga en cuenta lo ocurrido en el 'corredor verde' a la hora de ejecutar la remodelación del siguiente tramo de la avenida de El Norte de Castilla y de la calle Daniel del Olmo. La concejala de Innovación, en este sentido, responde que «el proyecto está siendo supervisado por los técnicos municipales» e incide en que también depende de un «componente humano a la hora de entender que no se puede aparcar un camión en determinados lugares o dejar el coche en un espacio en el que se ha modificado el urbanismo».
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