Refuerzo escolar con muchas ganas y mascarilla

El calor aprieta pero las ganas no faltan. Aunque no vuelven a clase con sus compañeros habituales y es verano, el entusiasmo se deja ver por los pasillos de los colegios. Es julio, y casi 3.000 alumnos de Castilla y León regresan a las aulas para recibir clases de refuerzo de cara al curso próximo. Un apoyo que ven como una «oportunidad» para aquellos que no se llegaron a adaptar a las clases telemáticas y que, ante la necesidad de una educación presencial y personalizada, invita a los alumnos a olvidarse de los contras de regresar a clase en pleno verano.

Con sus sonrisas bajo la mascarilla y sus manos embadurnadas de gel hidroalcohólico desfilan por los pasillos en fila india y manteniendo la distancia. Las profesoras ponen toda su atención en que se respeten las medidas, pero ellos ya saben lo que tienen que hacer. Vienen aleccionados de casa y conocen perfectamente las normas.

Gloria María Díez, directora del CEIP Profesor Tierno Galván, de Valladolid, remarca lo positivo de estas clases de refuerzo y apoyo. «La comunidad educativa camina este verano remando en la misma dirección para poder dar a cada estudiante lo que necesita». La coordinación no permite que se creen controversias y, aunque solo se hayan recibido solicitudes suficientes para abrir tres de los cinco centros previstos en Valladolid, «las ganas y el entusiasmo están presentes en todo momento».

«Las clases telemáticas han sido muy duras y ahora muchos alumnos necesitaban terminar el curso con un pequeño impulso», explica Díez. La pandemia obligó a cancelar las clases presenciales y cada niño tuvo que arreglárselas como pudo, por lo que estas clases suponen una ayuda extra para aquellos que lo necesiten. Podrán así empezar el nuevo curso en septiembre con todo lo necesario para adaptarse al ritmo de las nuevas etapas escolares a las que se enfrentarán.

Desde el primer momento se están cumpliendo las medidas de seguridad en su totalidad y sin ninguna incidencia. «Los alumnos están muy concienciados de que tienen que llevar la mascarilla y mantener la distancia», aclara la directora, quien añade que «este proyecto es muy positivo para ellos y son conscientes, porque están relajados y vienen a aprender sin presión.»

En el Tierno Galván son 22 los niños de 6º de primaria que están recibiendo las clases de apoyo. Con material individual y sin compartirlo con sus compañeros, realizan problemas de matemáticas, ejercicios de lengua y de inglés. Todo en aulas adaptadas y con las persianas bajadas con el fin de evitar que el sofocante calor castellano del mes de julio se cuele. «Queremos que puedan empezar el curso que viene lo más preparados posible», explica Díez.

En total, son 2.982 los alumnos de 6º de primaria, 4º de la ESO y 2º de bachillerato los que acuden a las clases extraordinarias de refuerzo en los 93 centros habilitados para ellos en Castilla y León. Esta iniciativa, que se prolongará hasta el 31 de julio, se enmarca dentro del Programa para la Mejora del Éxito Educativo, impulsado por la Junta de Castilla y León a través de la Dirección General de Innovación y Formación del Profesorado desde el curso 2007-08.