La reforma del Ayuntamiento de Valladolid comenzará en octubre

Ascensores, carpinterías, climatización, aseos, la cubierta entera, nuevas bocas de incendios, renovación de las redes eléctricas. Una rehabilitación profunda para que el edificio, de principios del siglo XX, se adecúe a un siglo XXI que reclama accesibilidad y eficiencia energética. Muchos de los cambios serán imperceptibles para el ciudadano menos habituado a visitar las dependencias municipales. Sin embargo, habrá una actuación que llamará la atención porque pretende, precisamente, «abrir» este espacio a la ciudad. Se efectuará en la planta sótano-primera, en el patio del edificio. Se denomina «ágora» y pretende crear un lugar abierto al público que acude a las oficinas del registro y del padrón, con entrada por la Plaza Rinconada. Una nueva zona de espera «que se corona con una cubierta verde», según el proyecto aprobado.

La obra va a provocar algunas distorsiones en la rutina habitual de los más de 11.000 metros cuadrados construidos del edificio (7.495 metros cuadrados 'habitables'). Y es que uno de los primeros trabajos consistirá en retirar los muebles y enseres «de toda la planta baja, incluyendo archivadores», lo que obligará a trasladar departamentos de manera provisional. 24 casetas servirán como oficinas provisionales en San Benito durante estos meses de trabajos.

La mejora de la eficiencia energética es uno de los objetivos prioritarios. Actualmente, según los datos que figuran en la memoria, se consumen 176,3 kw/h por metro cuadrado al año de energía no renovable. Y eso se va a convertir, una vez efectuados todos los cambios, en 105,9 kw/h por metro cuadrado al año. «El objetivo de la intervención propuesta es reducir el consumo de energía primaria no renovable en un 43% aproximadamente, y las emisiones de dióxido de carbono en un 49%», se explica en el proyecto.

El otro gran objetivo es la accesibilidad. Los ascensores, que se colocaron en los años 1980 y 1982, no llegan a la planta tercera, por ejemplo, a la que hay que acceder por un tramo de escaleras. Se van a sustituir y se prolongará el trayecto hasta esa tercera planta.

La operación de rejuvenecimiento del principal edificio municipal se centrará sobre todo en esos elementos invisibles que inciden directamente en el confort y en el ahorro energético, desde la renovación de la sala de calderas hasta el cableado eléctrico, la iluminación con luces led o mecanismos de ahorro de agua. Entre lo más visible están las ventanas y, claro está, las vidrieras en algunos casos. En ese caso, la memoria especifica que se procederá a la «sustitución de carpinterías y acristalamientos exteriores, actualmente con problemas de estanqueidad y pérdida de material», y se restaurarán e integrarán «las vidrieras históricas en el doble acristalamiento mediante marcos ventilados independientes».