Valladolid

La experiencia de los usuarios de la red de calor en 2023, ahorros de entre el 30% y el 50%

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De vuelta a la capital del Pisuerga, los usuarios que estaban conectados el año pasado ahorraron entre el 30% y el 50% en sus facturas respecto a 2022, un porcentaje significativo que este ejercicio será «más comedido» como consecuencia de la bajada del gas. Aún así, «la estabilidad» es una de las grandes virtudes del sistema, porque como remarca el directivo de Somacyl Sergio Lara «se ofrece un servicio con un precio conocido revisado con el IPC, o sea, con pequeñas variaciones –o variaciones acotadas– a diez años vista».

La principal ventaja, no obstante, es la sostenibilidad. El uso de biomasa para el funcionamiento de las redes de calor equivale a emplear una fuente de energía limpia, autóctona y renovable que además contribuye a fijar población y crear empleo en los lugares donde se produce. Eso por no hablar de que transforma los residuos en recursos, por lo que es un ejemplo perfecto de economía circular. A futuro, no obstante, se trabaja en centros de generación híbridos que utilicen además otras opciones. Entre ellas la preferente sería el hidrógeno, sin descartar el biogás o las bombas de calor con instalación fotovoltaica.

Desde la óptica de los clientes, a todo lo anterior hay que añadir otros beneficios, como la ausencia de equipos propios (lo que evita problemas asociados como las averías), la mejora de la calificación energética de los edificios, la flexibilidad a la hora de conseguir más potencia, la permanente actualización tecnológica y una mayor seguridad en el suministro, según resalta la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio.