Récord de criminalidad en Valladolid por el 'boom' de la ciberdelincuencia

Con los asesinatos disparados (a nadie se le escapa el año luctuoso en Valladolid con ochos casos que enmudecieron a la provincia), la realidad de los números reflejan también el aumento porcentual superior al 100% en la cibercrimanilidad respecto al 2019, en menor medida si se compara con el 2021 al superar ese 20%. «El aspecto más positivo es que los esclarecimiento de los casos han aumentado un 10%. Actualmente, la eficacia general de la Policía y la Guardia está sobre el 40%», prosigue la subdelegada.

Porque esta estadística, que se brinda también cada trimestre, se engloban todos los casos de tipología penal. Desde el triple crimen de La Rondilla en verano hasta los robos de los clásicos delincuentes, como el ladrón de parroquias, que ponen su punto de mira en hurtos y robos en establecimientos cuando la noche hace acto de presencia. «No ha sido un año especialmente duro. España es uno de los países más seguros de Europa y la provincia se sitúa diez puntos por debajo de España. Valladolid todavía es más segura y eso me tranquiliza», continúa Villar.

En estadísticas globales la criminalidad creció en 2022 un 12,7%, un 13,8% si se tiene en cuenta el 2019 (2020 se ignora por el confinamiento por la pandemia). La cifra más preocupante se vislumbra con los todavía presuntos ocho asesinatos, lo que supuso un aumento del 300% en un año (en 2021 se registraron dos asesinatos). Tras ellos, se asoman todo tipo de robos. Ya sean con violencia, en domicilios y establecimientos o los hurtos. Su aumento va del 7,4 al 22%. Una realidad que se palpa con el aumento de videovigilancia a todos los niveles, ya sean administraciones públicas como particulares. Negocios y ayuntamientos han experimentado un incremento de instalación de cámaras para paliar las necesidades de los ciudadanos. En algunos casos, según relatan los afectados, son disuasorias; en otras, no lo son tanto a tenor de los 955 casos dados el año pasado.

Una de las principales razones del nuevo récord de infracciones penales viene de la mano de la cibercriminalidad con estafas informáticas incluidas. De las 20.000 registradas en 2022, la mitad (10.664) corresponden a ciberdelitos. En 2019, por cierto, eran 4.604 y en 2021, 8.706.

En otro lado de la balanza, en el más positivo, el descenso considerable en las agresiones sexuales con penetración. De las 24 en 2021 a las 5 del año pasado. Una merma cuantificada en una bajada del 80%, a pesar de que los delitos contra la libertad sexual aumentaron un 3%. También bajaron las infracciones de tráfico de droga, concretamente un 25%, y la sustracción de vehículos (-6,4%) al reducirse de 140 a 131. «Es un dato a valorar en positivo. Depende de muchos factores, uno es la toma en conciencia de las mujeres de saber decir que no. Se está haciendo un trabajo didáctico que está calando. A ver si en poco tiempo podemos hablar de otro tipo de sucesos que no son estos», explica la subdelegada.

Por municipios, los que incluye el balance anual de criminalidad (Valladolid, Medina del Campo, Arroyo y Laguna), la capital, probabilidad mediante, es la que aglutina más del 50% de todas las infracciones penales (11.322) y marca la tendencia de la realidad en la provincia. En cambio, en los municipios más grandes de Valladolid destacan el incremento en el apartado de delitos graves y menos graves de lesiones y riña tumultuaria al crecer exponencialmente con porcentajes del 233, 400 y 57% en Arroyo, Laguna y Medina del Campo, respectivamente.

Al igual que en la provincia, las ciberestafas acumulan también el 50% de las infracciones en estos municipios.

Por cierto, aún sin cifras oficiales, la criminalidad para el inicio de este 2023 está bajando.