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Recoletas aúna en el transformado convento de las Carmelitas la atención médica a la mujerReformado, adaptado y protegida su arquitectura. El que fuera el convento de las Carmelitas Samaritanas del Sagrado Corazón de Jesús, en el Paseo de Filipinos, ya entra en su fase final como espacio sanitario. Una Unidad de la Mujer que supone de facto una ampliación ... del hospital Campo Grande con 3.200 metros cuadrados para la asistencia que permitirán aunar en una sola instalación toda la atención ginecológica y obstétrica de la mujer, con la excepción de la asistencia en reproducción asistida –la Unidad Vida Recoletas– que permanecerá en su actual sede del número 12 de la Acera de Recoletos.
De esta manera, este nuevo inmueble del Grupo Recoletas reúnirá la asistencia de La Marquesina; de forma que la atención pediátrica con la que actualmente comparte espacio podrá extenderse y especializarse solamente en la atención infantil y, de la misma forma, ganará espacio la dedicada a la Unidad de Obesidad cuando se traslade también el diagnóstico por imagen al nuevo centro. Asimismo, las consultas de Ginecología que ahora mismo atienden pacientes dentro del Campo Grande pasarán, liberando espacio en el complejo asistencial, a las nuevas instalaciones que tendrán comunicación interna con el hospital con una pasarela pero también acceso directo desde Filipinos.
De esta forma, la Unidad de la Mujer, que cada año atiende a 55.000 pacientes y en la que dan servicio 21 ginecólogos, entre otros profesionales, dejará de estar dispersa y contará con más dotación dado que superará los 70 profesionales entre los trasladados y las nuevas incorporaciones. Recoletas busca para ampliar sus consultas al menos seis nuevos ginecólogos.
Densitometrías, mamografías, Oncomama... llenarán un inmueble catalogado, por lo que la reforma mantiene su estructura y diseño protegidos, pero con adaptación, reforma y ampliación de nuevos espacios como el sótano. Cuatro plantas que añadirán a la actual y dispersa dotación, además de más consultas hasta las 30 para Ginecología, dos quirófanos y salas de fisioterapia, tanto general como específica para patología femenina.
Una gran lucernaria llena de luz, ya desde la recepción en la planta baja, un personal edificio del año 1900 según el Catastro, y respeta el antiguo claustro que, además de distribuir las diferentes zonas asistenciales, otorga un importante valor estético e histórico al recuperado edificio –de fachada, entre otros elementos, totalmente protegida– que ha requerido una inversión de nueve millones de euros y cuyas obras finalizarán con el mes de noviembre con la previsión de inaugurar esta Unidad de la Mujer antes de que finalice el año, tras su equipamiento y traslado de recursos. Tal y como señala Amando Rodríguez, presidente de Recoletas Salud.
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Bajo el imperante rojo característico de este inmueble de ladrillo, un blanco gris domina en sus paredes internas que comparten la suavidad de colores sin alcanzar un ambiente hospitalario en busca de un entorno amable.
Las obras comenzaron en 2023 y, con el respeto a viejos accesos como las escaleras, específicamente catalogadas, añade ascensor y dos montacamillas y también un tramo de peldaños de nueva factura.
El bajo del inmueble acoge la Admisión del centro y doce consultas. El primer piso añade los servicios de pruebas diagnósticas y una veintena de consultas también. El área quirúrgica y servicos generales así como cuartos técnicos ocuparán la segunda planta y la tercera altura acoge la preparación al parto, una sala general de fisioterapia y otra específica para suelo pélvico y también parte de maquinaria y equipamiento técnico, repasa José Antonio Polanco, director ejecutivo de la obra.
Las instalaciones, recuperado el sótano, albergan en el mismo los vestuarios para un centenar de trabajadores, salas técnicas, grupos de presión y almacenaje, entre otros. Los profesionales también contarán con su propio comedor y sala de estar.
El grupo empresarial sanitario invirtió cinco millones de euros en la adquisición del inmueble que estaba sin uso desde que, en 2016, las monjas tuvieron que entregarlo como dación de pago al banco que les financió su compra tras no lograr vender el que ocupaban en Medina de Rioseco.
El convento, situado junto a la iglesia de San Juan de Letrán y Los Capuchinos, que antes de las Carmelitas estuvo ocupado por la Madres Reparadoras, tiene conexión con el Hospital Campo Grande a través de un patio ajardinado y de una pasarela.
La reforma del convento de las Carmelitas, en el paseo de Filipinos, supone además una importante ampliación de las instalaciones del Grupo Recoletas en la zona. Así, además de la implantación de la Unidad de la Mujer, contará con un nuevo Hospital de Día que no solamente permitirá incrementar la dotación sino acoger a los enfermos oncológicos de «un espacio más tranquilo y agradable, con vistas a un jardín interior que tendrá el patio con tal fin y con un acristalamiento reflectante de forma que proteja la intimidad de los enfermos que no podrán ser vistos; pero ellos sí disfrutarán de la luz y el jardín», apunta Amando Rodríguez, presidente de Recoletas Salud.A la par, este traslado del Hospital de Día liberará también espacio asistencial para el Hospital Campo Grande.
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