María Madroño, propietaria de juguetecas. JOSÉ C. CASTILLO
Valladolid

Del radiocontrol a los juegos de mesa: treinta años «sobreviviendo» a través de los hobbies

Juguetecas, la tienda de Valladolid especializada en aficiones, sopla tres décadas: «Es muy complicado mantenerse a flote porque trabajas para pagar pero la ilusión puede con todo»

Jueves, 30 de mayo 2024, 06:50

Hay quienes crecieron con los coches radiocontrol y las maquetas de trenes, quienes pasaban horas y horas encajando piezas para terminar un puzzle y quienes fantaseaban con cómo sería su vida independiente a través de una casa de muñecas. Sea cual sea el hobby, Juguetecas, ... la conocida tienda de Valladolid ubicada en la actualidad en Río Shopping, ha formado parte de la vida de la mayoría de vallisoletanos en algún momento. «Como todo en esta vida, el mundo del hobby también ha cambiado mucho en estos treinta años. Ahora la gente no quiere construir cosas, busca la inmediatez», señala María Madroño Masferrer, propietaria del establecimiento con 30 años de historia.

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Con una cartera de clientes fijos, Juguetecas ha ido cambiando de ubicación con el paso de los años. «Hemos llegado a tener tres tiendas abiertas a la vez en diferentes puntos de la ciudad. Empezamos en calle Moral, cerca del Colegio de la Enseñanza con una tienda pequeñita. Después nos trasladamos a una tienda propia en la calle Soto del barrio de La Rondilla que tardaron un año en hacérnosla porque tenía el mostrador con forma de avión y otros detalles. Años después dimos el salto a Carrefour y hemos estado allí cerca de 20 años. Hace 11 años abrimos esta y fuimos cerrando el resto para centrar esfuerzos en esta», recuerda María Madroño, propietaria de Juguetecas.

«En 30 años pasan muchas cosas en un negocio», esboza la propietaria. La cartera de clientes fijo que buscan el producto de moda para entretenerse y desarrollar su hobby es amplia y pasa de generación en generación. «Me hace mucha ilusión cuando viene algún cliente con su hijo o con su nieto y me dice que fue en Juguetecas donde compró su primer coche o su primera maqueta. Hemos visto crecer a nuestros clientes y cómo ha evolucionado el mundo del hobby», puntualiza la propietaria, que inició su vida profesional trabajando en una tienda de moda.

De familia de autónomos con negocios propios, María Madroño se sumergió en el mundo del hobby «gracias a la ilusión de tener un negocio como tuvo mi padre». Inicialmente en sus orígenes Juguetecas se llamaba Blériot, en honor a Luis Blériot, «que fue un pionero en la aviación y por eso decidimos que sería un buen tributo a todos aquellos que como él, con su esfuerzo y dedicación hicieron realidad el sueño de volar». En 1909 hizo historia convirtiéndose en el primer piloto en cruzar el Canal de la Mancha con un modelo autopropulsado llamado Blériot XI.

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Hay hobbies que no pasan de moda y perduran en el tiempo saltando de generación en generación. «Podríamos hablar del puzzle que tuvo un repunte muy importante en la pandemia, al igual que los juegos de mesa. Estos últimos han cambiado radicalmente. Desde el tamaño de las cajas que ahora con formato bolsillo para poder llevarlos de viaje o cualquier parte hasta las temáticas de los mismos. Ahora triunfa el escape room en juegos de mesa aunque los tradicionales como Catán, Monopoly o Trivial también», especifica Madroño.

El secreto de mantenerse como referencia del mundo del hobby en Valladolid reside en «la ilusión y la pasión por el negocio. Es como tener un hijo más», apunta María Madroño, quien añade: «Ser un autónomo pequeño como yo es sinónimo de ser un superviviente. Es muy complicado mantenerse a flote porque trabajas prácticamente para pagar pero la ilusión y las ganas de superar las adversidades pueden con todo».

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El temido relevo generacional en un negocio familiar como Juguetecas parece no preocupar demasiado a la propietaria. «Mi hija tenía 7 años cuando abrí la primera tienda y ha crecido pegada al mundo del hobby. Actualmente trabaja en la tienda y es quien se encarga de prácticamente todo, yo estoy de apoyo en momentos puntuales. Si todo va bien ella estará al frente de Juguetecas cuando yo me jubile», presume orgullosa María Madroño.

No es fácil «sobrevivir» a 30 años de negocio entre cajas de puzzles y juegos de mesa, maquetas, radiocontroles o casas de muñecas. «Lo más importante es la ilusión y pasión de los clientes, son ellos que nos empujan día a día a seguir hacía adelante. No tendremos palabras suficientes para agradecerles todo lo que nos dan y todo lo que nosotros hacemos por ellos», finaliza la propietaria.

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