Queen's Gate School: «Cuando la pandemia impacta en la enseñanza de inglés o francés»

Cuando empezamos este curso académico, era inconcebible imaginar que un simple virus podría entrometerse tan violentamente en nuestras vidas, cambiando todo lo que entendemos como nuestra manera de vivir. «Está claro que algo ha cambiado para siempre», reconocen en Queen's Gate School, un centro que, después de haberse dedicado a la enseñanza de inglés y francés mediante clases presenciales principalmente, ahora se enfrenta a un nuevo reto. «Pusimos en marcha nuestra plataforma 'on line', atendiendo inmediatamente a nuestro alumnado, compuesto de personas de todos las edades y niveles, incluyendo aquellos que estudian cursos intensivos y cursos de preparación de exámenes de certificación oficial de nivel. Como era de esperar, la primera semana requirió una adaptación por parte de todos, sobre todo en el caso de las clases a nivel de infantil y primaria. Incluso también para muchos familias, la necesidad de sus miembros para tener acceso simultáneamente a recursos digitales obligaba una cierta organización en casa».

Pero lo más sorprendente fue la resiliencia de todo el alumnado de Queen's Gate School, esa capacidad de adaptación con éxito frente a una situación de cambio profundo y radical. «En primer lugar, la plataforma ofreció comunicación fluida en tiempo real entre profesor y alumno y entre los alumnos mismos, algo importante en la dinámica de aprendizaje en general, pero precisamente clave en el aprendizaje de un idioma, ya que todos aprenden de los demás cuando practican las destrezas de expresión y comprensión oral juntos. La fluidez de comunicación en todo momento y el contacto entre todos los integrantes de la clase han sido los puntos claves del éxito».

También han comprobado que no había pérdida de calidad en la enseñanza, impartiendo con rigor la materia didáctica. «La fluidez de comunicación entre profesor y alumno para impartir o aclarar material didáctico, o para recibir y contestar preguntas de los alumnos, fue virtualmente idéntica como en las clases presenciales. Particularmente era interesante notar en los cusos intensivos de preparación de los exámenes oficiales principales –el TOEFL, el TOEFL iBT, Cambridge, TOEIC o IELTS,– no había pérdida de rigor o intensidad en relación a las varias destrezas de aprendizaje. La transición de presencial a 'on line' ha sido eficaz y sin perdida de calidad».

Otro curiosidad dentro de la experiencia en Queen's Gate School ha sido el hecho de que muchos de sus alumnos universitarios, debido al orden de confinamiento, fueron a su ciudad de domicilio habitual, repartidas por todo el territorio español. «Mediante nuestra plataforma, ellos han sido capaces de continuar ininterrumpidamente sus clases de inglés o francés, aprovechando el tiempo de confinamiento para seguir la materia en toda regla. Además, mediante estos alumnos, nuestras clases 'on line' han sido seguidas por otros de sus compañeros en distintas localidades de España, como por ejemplo Tarragona, Barcelona, Madrid, Avila, Vitoria, Valencia o Pamplona, personas que ahora se benefician de nuestro programa».

Los recursos de la tecnología 'on line', debido a la pandemia, han sido ya aprendidos y vistos en persona por muchos niños, jóvenes y adultos, quienes, de otra manera, no hubieran tenido una oportunidad o la necesidad de tener la experiencia de clases 'on line' (o teletrabajo). La situación obligaba. Aunque esto ha sido una respuesta necesaria a un anomalía en nuestros tiempos, los beneficios de las clases presenciales no son sustituibles.

Mientras la mayoría de adultos puede recibir materia académica sustantiva 'on line' y cubrir sus necesidades de aprendizaje, los jóvenes, particularmente durante los quince primeros años de formación formal por no mencionar la etapa universitaria, se benefician de la interacción personal que las clases presenciales ofrecen, algo necesario en su desarrollo personal o en el de un idioma. «Quizás lo principal ahora es garantizar la salud de todos. Hasta el desarrollo de una solución sanitaria para protegernos de la Covid-19, aprovecharemos la experiencia ya adquirida –el recurso 'on line'–, ya disponible como una alternativa eficaz cuando la necesidad surge. Es una situación 'win-win' para todos».

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