«Le ha puesto una pistola en la cabeza por no dejarle pasar y al huir casi les atropella a todos»

Los testigos aclaran que la pistola, al menos, «sí parecía de verdad». El caso es que el rifirrafe acabó cuando el agresor, acorralado por más de una docena de transportistas que presenciaron la escena, acabó «subiéndose a su furgoneta» a toda prisa y salió a toda velocidad. «Casi les atropella a todos, pero hubo suerte y nadie ha resultado herido», confirman las fuentes consultadas.

El autor, en cualquier caso, habría sido ya identificado toda vez que fueron en torno a quince los testigos de los hechos, que aportaron a los policías que acudieron al escenario, una empresa de reparto situada en la calle Topacio, cerca de la salida hacia la autovía de Segovia, la matrícula y el modelo de la furgoneta del sospechoso.

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Los hechos han tenido lugar al filo de las diez de la mañana en el muelle de carga de la empresa del polígono de San Cristóbal, donde un grupo de transportistas hacían cola para entrar a las instalaciones. Uno de ellos, según explican los testigos, parece que se enfadó e intentó entrar de «malos modos». Fue entonces cuando uno de los presentes le pidió que se «lo pidiera con un poco de educación» y el aludido, al parecer, sacó a relucir una pistola y encañonó a la víctima directamente sobre la cabeza.

«Parece que se puso nervioso y, al ver, que la había liado, volvió corriendo a la furgoneta y se subió», añaden los testigos, que aclaran que el resto de transportistas intentaron, sin éxito, parar su huida. «Salió zumbando y casi les atropella, pero al final la cosa se quedó ahí». Instantes después llegaron las primeras patrullas, cuyos agentes buscan ahora al transportista.