El puente de Adolfo Suárez de Valladolid cumple siete años sin la señalización que lo identifique

La única señal existente en torno al tablero del quinto puente construido sobre el Pisuerga, entre los años 1961 y 1967, se encuentra del lado de Huerta del Rey e indica simplemente el nombre del río. Nada más. Solo el callejero oficial recoge la denominación de puente de Adolfo Suárez. Y eso que costó que perdiera la identidad del aviador del bando franquista (Joaquín García Morato) con la que fue conocido popularmente desde su inauguración en 1967, a pesar de que oficialmente fue bautizado como Sánchez Arjona (José María Martínez Sánchez Arjona), un ministro de la época que paradójicamente aún conserva su nombre.

La última placa oficial que tuvo el puente (de Adolfo Suárez) fue colocada en 2013, año en el que el Ayuntamiento rebautizó los puentes de (José) González Regueral, alcalde de la ciudad durante el franquismo, y de la División Azul como de Poniente y de Arturo Eyries. Pero mantuvo el de García Morato e, incluso, colocó la consiguiente placa, que sobrevivió cinco años más al cambio definitivo de su denominación. En aquel panel, que fue retirado en febrero de 2019, se omitía el pasado franquista del aviador y se le atribuía que fue un afamado piloto de los años cuarenta, cuando en realidad había falleció justo un año antes, en 1939, al finalizar la Guerra Civil, en la que participó y adquirió una notable fama por su destreza como piloto de combate.

De manera que el puente, que oficialmente fue bautizado en su origen como de Sánchez Arjona, pero que fue conocido popularmente como de García Morato y que desde hace siete años se denomina de Adolfo Suárez, carece a día de hoy de placas que lo identifiquen como tal más allá de las virtuales de los callejeros.