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Una asamblea breve, menos de media hora, unos discursos escuetos y una leve arenga para lo que viene, que no es sencillo para el PSOE vallisoletano, unas elecciones generales con el regusto amargo del 28M aún en el paladar. Óscar Puente oficializó lo que ya ... dejó entrever en el Pleno matutino, que compaginará el cargo de diputado en el Congreso -será el número 1 en la papeleta- con el de concejal en la oposición. Planteará batalla al nuevo alcalde, Jesús Julio Carnero, guarnecido por sus pretorianos Pedro Herrero, Luis Vélez, Ana Redondo y el resto de los que hasta ahora eran concejales delegados de área.
Después, Puente sometió a votación la mayor parte de los nombres que figurarán en las papeletas al Congreso y al Senado. Para diputados, además de él en primer lugar figura como número dos María Luisa Sanz Martínez y en el tercer puesto, Julio del Valle Íscar, que ha sido diputado desde que salió del Congreso Javier Izquierdo. En cuanto al Senado, el número 1 será para la riosecana Sara Galván, que en las pasadas municipales se acercó mucho al actual alcalde de Medina de Rioseco, David Esteban (PP). El número 2 es para Marcial Barba, quien fue senador brevemente entre abril y noviembre de 2019, cuando se repitieron las elecciones generales. Y el tres es para Andrea Cano.
Lo habitual en el PSOE en Valladolid es la horquilla de 2-3 diputados en el Congreso, de los cinco en disputa en la circunscripción. Más difícil es la cuestión de los senadores. De los cuatro en liza, el PP ha acostumbrado a dominar con un 3-1. Tendencia que se rompió en 2019, precisamente. Entonces, el reparto fue de 3-1 para el PSOE en abril y de empate a 2 en noviembre.
Las listas aún deben pasar algún trámite más antes de oficializarse, pero los primeros puestos serán inalterables. No ha habido plebiscito respecto al liderazgo de Óscar Puente en el PSOE vallisoletano. El aún alcalde en funciones ha tenido manos libres para actuar y ha recibido un respaldo mayoritario. Tomada la decisión de compaginar Madrid y Valladolid, en un intento por mantener el pulso de la calle e intentar reconquistar la Alcaldía en 2027, solo queda por ver cómo se conforma una campaña electoral que para Pedro Sánchez se anuncia diferente. Medios nacionales se han hecho eco de la intención del presidente del Gobierno de celebrar menos mítines y tratar de hacerse valer en los debates y cara a cara con sus competidores. Valladolid ha sido un lugar fetiche para él desde que Puente le empujó en su lucha en las primarias contra Susana Díaz. Su última comparecencia en la Feria de Valladolid, el pasado 21 de mayo, no fue lo que se habría esperado de una campaña de elecciones municipales. Sánchez se centró en su propio discurso, en clave nacional, y orilló las cuestiones que podían servir como acicate a los votantes vallisoletanos, a pesar de que su equipo recibió convenientemente la documentación sobre los temas más candentes entonces.
Ahora, Óscar Puente depende de las urnas de las elecciones generales para conseguir la credencial de diputado en el Congreso, aunque lo que sí es seguro es que el 17 de junio recogerá el acta de concejal en la bancada de la oposición.
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