Villabrágima: la Villa Máxima de los romanos junto al río Sequillo

Villabrágima, la supuesta Villa Máxima de los romanos y posterior Villa de Ibrahim, se asienta en Tierra de Campos junto a uno de sus ríos, el Sequillo. No cabe duda de que una de las señas de identidad del pueblo es su popular Arco, también conocido como Puerta del Reloj.

Quien haya pasado por la terracampina localidad siempre recordará esta centenaria construcción de piedra que se levanta por encima de la carretera CL-519, que discurre entre la localidad de Medina de Rioseco y Toro. Se trata de una gran puerta de medio punto que conserva los goznes para las hojas de madera y que está dentro de unos restos de la antigua muralla. Encima una estructura apiramidada a modo de torre, mucho más moderna, sirve para acoger un reloj y un pequeño campanil.

Junto al Arco, presidiendo la Plaza Mayor, la iglesia de Santa María es un edificio de grandes dimensiones construido entre los siglo XVI y XVII. El templo está dividido en tres naves separadas por pilares sobre que los se apoyan arcos de medio punto que sostienen bóvedas de arista. A los pies se abre una portada, de estilo plateresco, con arco carpanel, medallones de San Pedro y San Pablo y frontón con busto del Padre Eterno. Recientemente se ha incorporado una escultura del Corazón de Jesús.

Sobre esta portada se yergue la torre pórtico, que quedó inacabada. En el lado del Evangelio se abre la capilla del conde de Rivadavia, con bóvedas de crucería estrellada y una bella reja plateresca. La iglesia guarda una buena colección de esculturas, entre las que destaca el monumental Ecce Homo, atribuido a Andrés Solanes, que procesiona cada Semana Santa.

La otra iglesia del pueblo es la de San Ginés, construida en el siglo XVI, que se cubre con bóvedas de arista en la nave principal. En 1997 una gran tormenta hundió la cúpula oval del presbiterio, lo que motivó una restauración integral del templo con instalación de cúpula moderna. Lo más interesante del interior es su retablo mayor, cuya autoría se atribuye en el siglo XVI a los escultores de la Escuela de Palencia Francisco Giralte y Juan Ortiz el Viejo I.

A la entrada del pueblo está la ermita del Cristo, edificio de una sola nave que alberga un Crucificado del siglo XVI. Villabrágima posee un conjunto notable de casas, muchas de ellas blasonadas, destacando la portada con tracerías góticas, de hacia 1500, de la calle Mariano Mateo, parte de la carretera que cruza el pueblo.

Villaesper, núcleo agregado a Villabrágima, conserva las ruinas de la iglesia parroquial de Santa María, del siglo XVI.

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