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Esta reivindicación supone parte del empeño de todo un pueblo en apostar por su futuro en un espacio que se llama Villabrágima, con un determinado patrimonio, un paisaje singular, una característica forma de vivir, unas peculiares tradiciones y sus particulares devociones. El pueblo ha sabido preocuparse por su rico patrimonio, con actuaciones sobre sus grandes iglesias, sobre la de San Ginés, ya hace tiempo, y sobre la Santa María, que recientemente ha tenido una importante intervención con la reposición de toda la cubierta, además de una importante reforma en su interior. Además, la seña de identidad de Villabrágima, su popular Arco, también ha sido restaurado, en los últimos años, a la vez que se ha iluminado. La ermita del Cristo ha tenido pequeñas obras de retejo.

Villabrágima también ha sabido conservar sus más arraigadas tradiciones, entre las que destaca la popular subida del mayo, que cada año protagonizan los quintos al comienzo de primer día de mayo, siendo la actividad especial de las fiestas de la Santa Cruz. Otras fiestas que los vecinos celebran son la de las águedas, la de San Isidro, en la que junto al santo procesiona otro más pequeño portado por los niños, la del Cristo, con hoguera, parrillada y pastas en la ermita, o la de la patrona, la Virgen del Rosario, el primer domingo de octubre, con el tradicional encierro por el campo. Todo ello sin olvidar la Semana Santa, en la que destaca la procesión del Viernes Santo. A estas fiestas más tradicionales, se ha incorporado en los últimos años la semana cultural del verano, llamada antes del veraneante, pero también el carnaval o las fiestas camperas.

Por la relevancia y éxito que han conseguido en los últimos años, destacan dos actividades que ya son importantes citas en el calendario turístico de la comarca. Por un lado está la Feria del Pincho, en noviembre, con una muy cuidada elaboración de las sabrosas tapas ofrecidas por los bares. Por otro, en diciembre, la celebración de la Fiesta de la Matanza, en la que cientos de vecinos y visitantes asisten en la plaza Mayor al quemado, destazado y elaboración de embutidos en un gran ambiente festivo en el que no falta las degustaciones. En el aspecto más cultural, junto a actividades como las aulas de cultura, talleres o exposiciones, el pueblo ha puesto en valor el hecho histórico del Razonamiento de Villabrágima, que tuvo lugar durante la guerra de las Comunidades en la celebración de su quinto centenario. La exitosa Noche de las antorchas recreó la llegada a la localidad de las tropas comuneras con la participaron de más de un centenar de personas vestidos de época, en su mayoría vecinos. La exposición 'Documentos comuneros. Historia impresa de las Comunidades de Castilla' acercó al visitante a la historia de la histórica contienda.

La localidad de Villaesper es un núcleo agregado a Villabrágima, cuyo Ayuntamiento cuida de las necesidades del pueblo, como es la pavimentación de calles y la iluminación. La asociación local La Perla de Castilla organiza las fiestas patronales.