La vida vuelve a fluir entre las ruinas del monasterio de la Armedilla

Numerosos visitantes se han acercado a conocer este tesoro jerónimo que se ubica en el término municipal de Cogeces del Monte, en un enclave natural y paisajístico de lo más sugerente y atractivo.

Los integrantes de la citada agrupación empeñan sus esfuerzos en rescatar los importantes restos arqueológicos que aún se conservan, así como en cuidar el entorno en el que se hayan para que sea visitable y disfrutable.

Asimismo, tienen el compromiso de mostrar y difundir la historia del monasterio, de mostrar su importancia histórica en el pasado y la importancia que tiene en el presente y futuro como bien cultural de primer orden y como potencial generador de riqueza en el entorno. Posee un gran valor patrimonial que hay que recuperar, conservar y luego legar. También entienden que la mejor manera de que esto suceda es sensibilizar a quienes les visitan mostrando el resultado de su trabajo, cómo resurge el yacimiento de sus ruinas.

De ahí Origen, una inmersión en el complejo monástico, a pie de yacimiento, para conocer de primera mano la historia de la Armedilla. Una experiencia inmersiva y de transmisión de conocimientos que los miembros de la asociación realizan de forma didáctica, por supuesto, pero también lo hacen de manera amena y divertida, de ahí las actividades que se enmarcan dentro de Origen y que, una vez más, han sido seguidas por numerosos asistentes.

Destacan las visitas teatralizadas protagonizadas por los miembros de la asociación, un recorrido por el monasterio y su historia a través de sus personajes. Personajes como: el ermitaño que habita en la cueva donde fue hallada la Virgen -hallazgo que dio pie al asentamiento jerónimo y a la advocación a Santa María de la Armedilla-; el monje jerónimo que, mientras recorre las dependencias monacales, explica el día a día de los hermanos; la noble doncella enfrascada en sus rezos bajo el altar de la iglesia, en la cripta; el trabajador de los monjes que desgrana los trabajos y quienes los realizan y, finalmente, los dos funcionarios -del siglo XIX- relatando los devastadores efectos de la Desamortización.

Otro de los espacios que esta vez completó su aforo y retomó toda su antigua vida fue la bodega de los monjes, excavada en la roca, que fue el lugar elegido para degustar vinos de Cepa Alta-La Veguilla y miel de Oro del Duero. Igualmente, otra propuesta que tuvo mucha aceptación fue la de ponerse los ropajes medievales que la organización puso a disposición de todo el mundo para que se hicieran una fotografía y se llevaran un entrañable recuerdo de su paso por la Armedilla.

La jornada, tras otras tantas actividades, se cerró con el concierto del grupo Cabeza de Gallo, el cual se desarrolló por la noche con la envolvente y mágica atmósfera que emana el lugar, un espacio en el que siguen trabajando los miembros de la Asociación Amigos del Monasterio de la Armedilla con nuevos proyectos de rehabilitación, y, por supuesto, siempre abiertos y agradecidos a la llegada de nuevos socios.