Viana, «en shock» tras el asesinato de Jorge Melero: «Era agradable, una bella persona»

Una vez allí, el agresor, soldado del grupo de abastecimiento de la base militar El Empecinado, de Santovenia de Pisuerga, ha logrado acceder hasta el piso en el que residía Jorge con su pareja, una mujer española originaria de Argentina y de 37 años de edad. Pese a que la investigación acaba de iniciarse, previsiblemente los celos estarían detrás de la muerte violenta de Jorge Melero, español de origen mexican, que había comenzado la relación hace unos meses con la mujer que acababa de trasladarse junto a Jorge al pueblo de Viana, donde ella se había empadronado hace apenas mes y medio.

Ha sido en la segunda planta del céntrico bloque en el que además reside parte de la amplia familia del fallecido, donde se ha producido un fuerte forcejeo inicial entre víctima y agresor que terminó segundos después con el fallecimiento de Jorge, quien recibió varias puñaladas con una navaja de pequeñas dimensiones que portaba el autor de los hechos. Jorge intentó defenderse de la agresión como pudo pero no consiguió esquivar varias cuchilladas, algunas de ellas certeras y en zonas vitales del cuerpo, lo que le ocasionó la muerte prácticamente en el acto. La expareja del autor y actual novia de Jorge, presenció los hechos y también resultó herida aunque tan solo presentaba lesiones de carácter leve en las manos por las que fue posteriormente atendida.

Según ha podido conocer este periódico, fueron los propios familiares de la víctima, quienes pudieron retener al presunto agresor hasta la llegada de los agentes de la Guardia Civil, quienes se desplazaron de inmediato tras recibir el aviso de la brutal agresión. También fueron rápidos en la llegada los sanitarios de Sacyl, aunque solo pudieron certificar la muerte del hombre cuando llegaron al domicilio. Tras la agresión tuvo que ser atendido además uno de los hermanos del fallecido, un hombre de 32 años, así como el agresor, que presentaba heridas leves y quien tras ser explorado fue posteriormente trasladado a la Comandancia de la Guardia Civil de Valladolid, donde permanece detenido a la espera de pasar a disposición judicial.

Este suceso ha conmocionado a un municipio que esta mañana permanecía congelado, en estado de shock y sin poder dar crédito a que algo así pasase en su pueblo. No acababan de creerse los vecinos que en el número 17 del camino del Cardiel, en pleno centro, su vecino Jorge había sido asesinado apenas unas horas antes. Aún con la presencia de la Guardia Civil de Boecillo custodiando el bloque de dos pisos donde se ha producido el asesinato, reaccionaban a lo ocurrido aunque no querían poner identidad a sus palabras. «Esto es algo muy fuerte. Nos hemos quedado de piedra al enterarnos de que habían matado a Jorge», señalaba una mujer de 50 años que conocía al fallecido. La víctima era el mayor de tres hermanos y tenía tres hijos pequeños con una anterior pareja que reside en Valladolid, «el mayor no tendrá más de seis años», coinciden varios residentes de Viana.

A Jorge le describen como «una bella persona, un chaval agradable, simpático, un chico normal», asegura una vecina que compartió durante meses puesto de trabajo en las calles de la localidad como parte de la plantilla del Ayuntamiento. «Era un tío currante, al menos durante el tiempo que estuvo con nosotras este verano y siempre nos dio buena impresión; lo mismo que durante el tiempo que estuvo trabajando en un supermercado del pueblo», asegura la mujer estupefacta.

Era de las pocas personas que conocía a la víctima porque Jorge no se relacionaba demasiado con los vecinos de Viana de Cega. «Al vivir con sus dos hermanos, los padres de una cuñada y sus sobrinos en el bloque hacían vida ellos allí. Realmente no era una chaval de bares ni se le veía con la gente de aquí, más bien estaban siempre ellos juntos», comentaban varios lugareños apurando un café en el bar situado a pocos metros de la vivienda en la que se ha producido este asesinato.

«Condenamos cualquier tipo de violencia como no puede ser de otra manera y más en este caso a una familia de nuestro pueblo. Es cierto que Jorge Melero llevaba una temporada que no estaba tanto en Viana como habitualmente, y no era una persona o una familia que estuviese muy integradas en la vida o en el día a día del pueblo, eso también es verdad, pero no dejan de ser unos vecinos más y con los que mantenía una relación cordial», señalaba el alcalde de la localidad, Alberto Collantes, quien se dirigía al lugar de los hechos a media mañana para atender a los numerosos medios de comunicación desplazados para informar del acto.

«Cuando esta mañana me han dicho lo que había pasado me he ido por los mexicanos», comentaba en el bar una mujer a otra vecina. Así es como se conoce a esta familia que llegó «hace más de veinte años al municipio cuando la abuela de Jorge, conocida como 'la Chata' se asentó en Viana». Hoy, con temperaturas marcando los siete grados en negativo y un pueblo en el que las calles vacías se iban llenando de corrillos entre recado y recado, o durante la parada del café en el bar El Pendolo, obviamente no se hablaba de otra cosa. «¡Pero qué pueblo es este, por Dios!», decía una mujer anciana a la salida de la tienda de alimentación situada junto al bloque. «Aquí venían tanto él como ella a comprar todos los días y eran totalmente normales, chicos majos y jóvenes que no se metían con nadie. Es una pena que esto haya terminado así», comentaba el dueño del negocio.

Desde lo ocurrido los comentarios se sucedían en torno a la familia de los 'mejicanos' que ahora vive esta desgracia. «No es la primera vez que la Guardia Civil viene a esta casa pero no nos podíamos imaginar que esto llegase a ocurrir y menos aquí. Él no era un mal chaval», añadía una vecina antes de ir a una carnicería cercana.

En la localidad van a decretar dos días de luto oficial. Así lo ha dado a conocer el alcalde de Viana, quien conocía a la familia desde hace años pues el hermano de la abuela del fallecido trabajó durante años como concejal en el Ayuntamiento. «El asesino era de fuera de Viana y ha venido aquí a matar a su víctima. Mañana a las doce del mediodía haremos un minuto de silencio para condenar lo ocurrido, aquí gracias a Dios no estamos acostumbrados a este tipo de sucesos», finalizaba el regidor, quien señalaba que no había constancia de que existieran incidentes previos a este funesto suceso que ha dejado helados a los vecinos de la localidad.