La localidad vallisoletana de Hornillos de Eresma (174 vecinos el año pasado, según el INE) se vistió el sábado de fiesta para celebrar la décima edición de su ya tradicional Fiesta de Otoño, un evento de un marcado carácter gastronómico que reunió a casi ... medio centenar de personas.
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Los asistentes se reunieron en la Plaza Mayor para degustar un sabroso potaje, así como sopas de ajo, un bocadillo de salchichas, flan y limonada. Suele ser una cita ineludible para los residentes en el municipio, pero el tiempo pasó factura e hizo que se registrara menos participación que en años anteriores. Sin embargo, la organización, que ya mira hacia una nueva edición, se mostró satisfecha con la «buena afluencia», como aseguraron. Vecinos y visitantes desafiaron a una desapacible jornada y disfrutaron de un intenso día de comidas populares y actividades.
Además, cabe destacar que los alimentos que sobraron no se desperdiciaron, sino que fueron a parar a las religiosas dominicas del monasterio Madre de Dios de la vecina localidad de Olmedo.
Esta jornada festiva otoñal, del mismo modo que la primaveral, tiene como objetivo propiciar un día de encuentro entre los propios vecinos de este pequeño municipio pinariego del alfoz de Olmedo y aquellos visitantes que cada año se van sumando a estas celebraciones.
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