Vecinos de Herrera denuncian la falta de cobertura móvil y de Internet desde hace 15 días

A la falta de cobertura para realizar una simple llamada con normalidad se le suma la tediosa tarea de navegar por Internet, algo que estos días especialmente vertiginosos de mensajes, whatsapps y correos de familiares y amigos les ha sido imposible a decenas de usuarios que residen en esta localidad vallisoletana. «Cada vez nos cuentan una historia, Jazztel, Orange y Yoigo son las que más problemas están dando y nos dicen que lo que falla es la cobertura 4G, después que los técnicos lo están arreglando y en un máximo de 72 horas se soluciona la avería, pero la verdad es que aquí no se ha arreglado nada y nos tenemos que buscar la vida nosotros con wifi o usando el fijo quien lo tiene, claro», señala molesto Jorge Hernando, vecino del municipio.

Por su parte, el alcalde de la localidad, Luis Javier Gómez, conocedor de la situación y teniendo en cuenta que esta problemática parte de una empresa privada, manifiesta de cualquier forma su apoyo a los vecinos y a su reivindicación por el mal funcionamiento en el servicio de estas compañías, algo que dificulta las tareas diarias de muchos de los afectados. «Trataremos de realizar las pertinentes gestiones poniéndonos en contacto con la empresa de telefonía móvil que está dando estos fallos. Lo que sí estamos haciendo desde hace dos años son las gestiones necesarias para que se instale la fibra óptica en Herrera lo antes posible. Se trata de una petición formal y la compañía de telefonía nos ha dicho que va a estudiar», finaliza el regidor.

Los problemas de cobertura de Herrera de Duero se suman a los que sufren en un municipio cercano, Montemayor de Pililla, solo que en este caso se ve afectada la transmisión de frecuencias de la Televisión Digital Terrestre (TDT). Hasta el punto de que en la pasada Nochevieja los vecinos de esta localidad, con una población superior a los 800 habitantes, tuvieron que seguir las campanadas de fin de año a través de la radio, salvo aquellos que disponían de antenas privadas, que en muchos casos tuvieron que acoger a vecinos y conocidos.