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«Y no pienses que nos obligas aquí a reunirnos hoy, que esperamos este día todos con gran ilusión». Estos son algunos de los versos del poema que Miguel Ángel Alonso leyó ayer a su madre, Natividad Sanabria, en la celebración de sus 106 años, ... a los que llegaba el pasado 7 de mayo con un envidiable estado de salud.
Cerca de 80 familiares se dieron cita en el Hotel Vittoria Colonna de Medina Rioseco, en un importante acto al que no faltaron sus hijos, Esperanza, Rafaela, Begoña, Natividad, Miguel Ángel, Conchi, Ignacio y María Jesús, y algunos de sus 26 nietos y sus 31 bisnietos, a los que en breve se sumará uno más, y una tataranieta, que también nacerá en las próximas semanas.
En un ambiente gran alegría, todos estuvieron de acuerdo en señalar el enorme regalo que la vida les había concedido al poder disfrutar de Natividad con 106 años.
Natividad disfrutó de un día de gran felicidad al estar junto a su familia, que «es lo que más quiero», y a los que siempre pide que «se lleven muy bien». De su boca nunca se borra una constante sonrisa. Ha llegado a los 106 años de vida con una memoria envidiable que la hace poder recitar numerosas canciones, rezos y poemas.
Ahora, solo espera que «Dios me coja en buena hora, y le pido que perdone mis faltas». No obstante, no renuncia a seguir viviendo, porque «me encuentro muy a gusto, me siento muy querida y me tratan muy bien, y si tengo que llegar a otro año, se lo agradeceré a Dios».
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