La vallisoletana a la que le ha tocado dos veces la Lotería de Navidad

«No hay dos sin tres», así lo afirma Davinia Alonso, una zamorana de 38 años afincada en San Román de Hornija, a la que la suerte de la lotería de Navidad, le ha sonreído en dos ocasiones. La primera, en 2018, con un quinto premio. La segunda, el año pasado, con el Gordo. Dos importantísimos pellizcos que le han ayudado a vivir más desahogadamente.

Su madre regenta el bar Hornija de su pueblo y como cada Navidad, ofrece un número para toda su clientela. Cada año uno distinto. En 2018 el número que eligieron fue el 07568, que resultó agraciado con uno de los quintos premios. En aquella ocasión, Davinia jugaba dos décimos con los que ganó 12.000 euros. Un regalo inesperado que llegó justo a tiempo para iluminar su Navidad. A esta joven le encanta madrugar el día del sorteo para disfrutarlo en directo. Jugaba en total 7 décimos, dos de ellos eran los del bar de su madre, justo los que cantaron los niños de San Ildefonso con el 5º premio. «Cuando les escuché, me sonó mucho el número. Miré y lo tenía de la mano en ese momento. Enseguida me fui al bar a celebrarlo con todos. Fue una alegría enorme. En total se repartieron 2,4 millones de euros en el pueblo y lo celebramos como si hubiera sido el Gordo. Tocó a la gran mayoría de los vecinos», cuenta Davinia. «Fue tan sólo un pellizco, pero la celebración fue una auténtica locura. Lo que gané lo invertimos en la casa que acabábamos de estrenar», recuerda Davinia.

Sin embargo, la fortuna le tenía preparada una segunda sorpresa que superaría con creces la primera. El 14 de octubre de 2022 tuvo que desplazarse desde su pueblo hasta Rio Shopping para hacer unas compras para el cumpleaños de su prima. Le acompañaba su hija Lara, que tiene 8 años. Quiso tentar de nuevo a la suerte y se acercó a por un décimo a la administración. «Fue todo de chiripa. Mi hija quería uno acabado en 09, pero yo me cegué por uno que acababa en 90, el 05490, porque es el año en el que nació mi marido. Así que cogí los dos», relata esta sanromaniega.

El día antes del sorteo, le prometió a su hija que si le tocaba la lotería «quitaría los créditos y la llevaría a Disney». El día 22, Davinia estaba en Toro, en el colegio de la niña, preparando una fiesta para que los alumnos recibieran a Papá Noel, cuando escuchó el número con la terminación del año de nacimiento de Alberto, su marido. «Empecé a templar y me costó muchísimo reaccionar. No me lo creía. Llamé a mi marido. Él es muy tranquilo y no le gusta jugar. Siempre me decía que no gastara dinero en lotería, que no me iba a volver a tocar. Cuando estuve segura de que era el mío, le llamé y le dije que tenía el Gordo en la mano. Él es albañil y en ese momento estaba tapando unos baches en una calle. Se lo dijo a sus compañeros de trabajo y enseguida se corrió la voz. Todo el mundo empezó a llamarme y a escribirme. Fue impresionante», reconoce esta joven que rápidamente fue al banco a depositar el décimo. «Me tocaron 400.000 euros pero hay que descontar 72.000 euros que se lleva Hacienda. Lo primero que hicimos fue cancelar un crédito, invertir una parte y reservar un poquito porque nunca sabes lo que puede venir. Pero mi vida sigue siendo la misma de siempre», comenta.

Reconoce que ahora juega más que antes y lo hace porque todos sus conocidos quieren cambiar décimos con ella. «Este verano hemos estado de vacaciones en Torremolinos. Todo el mundo me ha encargado lotería. Vine cargada de décimos», dice entre risas. Ella está convencida de que la suerte puede volver a tocarle. «No hay dos sin tres», repite pensando en la posibilidad de que un tercer premio la visite en el futuro.

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