Urbanismo frena la construcción de tres rascacielos en la antigua Cartisa de Arroyo

No será así, porque el servicio de Urbanismo de la Junta de Castilla y León ha emitido un informe desfavorable sobre la aprobación definitiva de la modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) que el Pleno del Ayuntamiento de Arroyo de la Encomienda impulsó por unanimidad hace ahora dos años, en la sesión de marzo de 2021, y que permitía de forma excepcional la edificación de esas torres.

Esa modificación incluía, fundamentalmente, un cambio en la categoría de suelo de la citada parcela, situada en el número 22 de la avenida de Salamanca. Es decir, pasa de suelo urbano consolidado de uso industrial a suelo urbano no consolidado de uso residencial que, en la práctica, resulta compatible con el uso terciario, como proponía la promotora.

El motivo de echar el freno al proyecto -recoge el informe- es por «no cumplir las exigencias normativas que se han indicado». Principalmente, porque levantar edificios de tal envergadura sería discordante y no conjugaría con el mapa urbanístico del entorno. Ni del propio Arroyo de la Encomienda -la altura máxima en la actualidad es de siete plantas, «es decir, el doble de los edificios más altos que existen en el municipio hasta ahora y cuatro veces los del entorno», reza el escrito- ni de Valladolid capital, donde «la altura media es de 3,37 plantas» (y en Arroyo, de 2,19).

Por tanto, Urbanismo considera que la modificación puntual del PGOU no está «motivada racionalmente, por superar en exceso la ordenación histórica y apartarse del modelo territorial del PGOU vigente en el municipio, superando incluyo también el modelo actual de la ciudad de Valladolid». A todo ello, además, añade que los bloques de las manzanas de esa zona y la malla urbana a la que pertenecen esas nuevas manzanas ordenadas tienen un máximo de cuatro plantas.

Incluye también que «si bien puede resultar adecuado cambiar de uso industrial a residencial, aumentar la edificabilidad y las alturas actuales, establecer un uso mixto (comercial y residencial) con la máxima intensidad, produce un resultado conflictivo sobre la intensidad y alturas establecidas en el ámbito que no se adecúa al modelo territorial del PGOU vigente por no ser coherentes con el resto de las determinaciones de ordenación de ese Plan».

Entre otras referencias, el informe desfavorable remitido al Consejo de Medio Ambiente, Urbanismo y Ordenación incorpora que la promotora realizó varias modificaciones tras el informe desfavorable del arquitecto en junio de 2020. Añade, asimismo, que «si bien el informe jurídico considera que se han subsanado las deficiencias detectadas respecto de la tramitación, el informe técnico es desfavorable por considerar que la modificación puntual del PGOU de Arroyo con ordenación detallada en suelo de Cartisa, que debe ajustarse a unos parámetros coherentes con el modelo territorial del PGOU vigente en el resto y el entorno construido en el municipio, para integrarse racionalmente en ese ámbito urbano».

El pleno municipal dio luz verde el 30 de marzo de 2021, por mayoría absoluta, a la aprobación inicial de la modificación del Plan General de Ordenación Urbana de la localidad vallisoletana, así como la apertura de un periodo de información pública sobre el documento aprobado inicialmente en dicho Pleno. En ese plazo de exposición pública, que se prolongó durante dos meses, se presentaron un total de seis alegaciones.