Valladolid
«No al cierre». Es el claro mensaje que esta mañana se podía leer desde la A-11. La pancarta, colocada en uno de los pasos elevados de la Autovía del Duero, denunciaba la situación que viven los trabajadores de la planta de Nanta en ... Tudela. La semana pasada, la empresa anunció en un primer momento un Expediente de Regulación de Empleo. Se abrió entonces un periodo de consultas que comenzó este lunes con la constitución de la mesa de negociación. Más allá del ERE, la empresa puso sobre la mesa a los sindicatos su propuesta: el cierre total de la planta en cuanto a labores de producción. Una medida que afectaría a 28 empleados de la factoría afincada en Tudela de Duero, que serían despedidos sin posibilidad de reubicación. Solo mantendrían su puesto laboral los 16 comerciales que trabajan en la factoría, como confirmaron fuentes de los representantes de los trabajadores.
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Por el momento, la próxima reunión entre sindicatos y empresa se producirá el próximo lunes, cuando los trabajadores decidirán si toman medidas de presión en contra del cierre de la factoría, que trasladaría su producción a las plantas de Zamora y Segovia. Las primeras muestras de repulsa a la medida ya comenzaron durante la tarde del lunes, cuando una primera pancarta con el lema «No al cierre» se colocó en las vallas exteriores de la planta de Tudela de Duero. Esta mañana, el cartel también ha aparecido en uno de los puentes de la A-11 y en lo alto de la fachada de la propia factoría, donde todavía permanecía el que se colocó en las vallas exteriores.
Junto con las primeras muestras de rechazo por parte de los trabajadores se ha unido también el pueblo de Tudela de Duero, donde la factoría se implantó en el año 1968, donde muchos de sus habitantes han trabajado y donde viven algunas de las familias afectadas por el cierre de la planta. «Un ERE, un despido colectivo, un pueblo sin fábrica, 28 familias afectadas directamente y muchas más indirectamente» es el mensaje que se lee en la imagen que los vecinos del municipio están movilizando a través de redes sociales. En la primera reunión mantenida con la empresa, también se trasladó a los sindicatos que el ERE de extinción no supondría la reubicación de los trabajadores afectados. Es decir, que perderían el empleo sin posibilidad de trabajar en las fábricas de Segovia o Zamora, donde se trasladará la producción que hasta ahora se ha hecho en Valladolid.
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Mientras, la Consejería de Industria, Comercio y Empleo también mantuvo este lunes una reunión con los representantes de Nanta. En este sentido, la Consejería se ofreció a desempeñar un papel de asesoramiento y señalaron que se velará para que los trabajadores se puedan recolocar en las otras dos plantas que la empresa tiene en la comunidad. Por el momento, la próxima reunión con la entidad será el próximo lunes, cuando se decidirá si los trabajadores toman acciones de presión frente a la situación que enfrentan.
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