Valladolid

Tudela de Duero denuncia el incumplimiento de las mejoras de Linecar: «Nos sentimos engañados»

Pero esas promesas se han esfumado al poco tiempo de ponerlas en marcha. «No han llegado ni al mes», asegura López. Desde hace cerca de dos meses, la localidad ha vuelto a sufrir, de nuevo, varias deficiencias en el servicio. Constantes averías y retrasos que han provocado de nuevo el hartazgo de sus usuarios. «Esto no se puede consentir», añade.

No sólo han vuelto a incumplirse los horarios, «o directamente la cancelación del servicio sin ningún tipo de explicación o aviso», cercioran, sino que incluso con vehículos «supuestamente nuevos» continúa habiendo averías constantes, causando en los viajes un peligro para la seguridad de los viajeros. «Llegan tardísimo al destino, encima tienen averías y van con las puertas abiertas porque están rotas», puntúa López. Incluso, dos pasajeros tuvieron que viajar hasta la capital agarrando la puerta trasera para poder circular. Además, el autobús del aeropuerto, el cual Linecar había asegurado que no volvería a prestar servicio en el municipio, ha vuelto a rodar por las calles de Tudela en ciertos horarios. «No tiene cintos para abrocharse y encima tiene pocos asientos», explica López.

A todas estas cuestiones se suma ahora también las nuevas normas de la empresa, no anunciadas con anterioridad. Tal y como menciona López, los usuarios de la línea tan solo pueden subir bultos al maletero en la parada de la Ermita o no bajar ninguno durante el recorrido, salvo en la Estación de Autobuses. «Es inaudito», indica. Asimismo, en algunos trayectos y horas - sobre todo en la línea que llega a Campaspero - se prohíbe ocupar los primeros asientos del vehículo e incluso prohíben, «bajo amenaza» de los conductores, el uso del teléfono móvil mientras se conduce. «Hay ocho asientos que el conductor no deja subirse a nadie porque dice que no le da la gana y no quiere que esté nadie al lado de él. Encima amenazan de que no se puede hablar por teléfono ni nada con malos modales», asegura Silvia.

«Los usuarios de Tudela de Duero somos víctimas de los problemas que tiene esta empresa. Ojalá la quitaran y pusieran otra», comenta López. Los vecinos se sienten «desesperados» y «quemados» por esta situación, pues no ven una solución definitiva al tema que corte de raíz todos estos problemas. «No sabemos que hacer ya», añade.

Hace unos meses y tras la reunión de varios tudelanos junto al alcalde de Tudela de Duero, Óscar Rodríguez, el Diputado Provincial de Toma la Palabra, Julio Pereda, representantes de Linecar y responsables del Servicio de Transporte de la Junta de Castilla y León, parecían haberse subsanado algunas de las deficiencias. Pero se ha tratado tan solo de un «espejismo», califican los usuarios.

«Nos da mucha pena que son tan solo 15 kilómetros los que nos distancian de Valladolid y nos están aislando de esta manera. Es una vergüenza», asevera López. Y es que, hay personas «que no llegan a sus citas médicas, trabajos, clases, etc., y se ven obligados a recurrir a otros medios (los que pueden...), o a vivir en un estrés constante porque nunca se sabe qué pasará hoy con el bus», manifiestan.

Por ahora, la plataforma vecinal esperará a que el regidor traslade todas las quejas y reclamaciones, que los usuarios envían a un número de WhastApp habilitado por el ayuntamiento, a la Junta de Castilla y León; y que este último organismo tome medidas en el asunto. Sino, están pensando incluso en organiza una «manifestación o parar los autobuses para que nos hagan un poco de caso», refleja López.